SELECCIÓN DE PRENSA NACIONAL

El expolio de Grecia

Conforme vamos conociendo las consecuencias económicas y sociales de la aplicación de la hoja de ruta de la Troika en Grecia, más incomprensible resulta todavía la justificación de ciertas políticas -austeridad, devaluación salarial, privatizaciones, expolio del patrimonio griego-. La ortodoxia lleva años fracasando, lleva mucho tiempo empobreciendo a la ciudadanía. Pero no solo han empeorado las condiciones de vida en el Sur de Europa sino también en el núcleo, en el centro y en el norte. Lo que ocurre es que en los países bañados por el Mediterráneo, además, ha habido un expolio ejecutado por aves de rapiña, con la genuflexión, sino participación, de los patriotas de hojalata.

Lo sucedido es pura incompetencia estructural, sí, pero por encima de todo es la defensa de los intereses de una clase, de esas mismas élites que vivieron por encima de sus posibilidades, de ese mismo grupo social que guiado por su avaricia asumió riesgos excesivos. Llama la atención poderosamente el ocultamiento, la mentira, el servilismo, la ausencia de verificación por parte de los “mass media” patrios sobre lo que sucede en Grecia.

Resulta grotesco las piezas de información que emanan sobre las negociaciones entre el Gobierno griego y las autoridades europeas. Se están poniendo muy nerviosos. En vez de detallar cómo los gobiernos de Nueva Democracia y PASOK hundieron Grecia, cómo se arrodillaron frente a su élite bancaria y sus acreedores, en vez de explicar a sus lectores las consecuencias de las políticas de la Troika, a lo suyo, desinformar, mentir.

Pero ahora, además, no están informando sobre lo que realmente está pasando. La partida de póker, hasta el momento, la está ganado el gobierno griego. Si no ocurre nada extraño, conseguirá sus objetivos. Por eso ya no puede dar marcha atrás en su estrategia. Si la resolución del problema griego la quieren seguir dictando los acreedores e imposibilitan a Syriza implementar su plan radical, el nuevo gobierno griego deberá romper la baraja e implementar el plan B, el «gréxodus«.

Austeridad desequilibrada y el drástico aumento de la pobreza

Pero cuantifiquemos el destrozo. Según el estudio encargado por el Instituto alemán de Investigación Macroeconómica (IMK) afiliado a la Fundación Hans Böckler las consecuencias de las políticas europeas en Grecia son dramáticas, vergonzosas, humillantes. Los hogares más pobres del país heleno perdieron casi el 86% de sus ingresos, mientras que los más ricos perdieron sólo entre el 17 y 20%. La presión fiscal sobre los pobres aumentó un 337%, mientras que la carga sobre las élites, las de los ingresos más altos, aumentó sólo un 9%. Este es el resultado de un estudio en profundidad donde se han analizado 260.000 datos fiscales y de ingresos a partir de los años 2008-2012. Pero hay mucho mas.

El ingreso bruto nominal de los hogares griegos se redujo en casi un cuarto en sólo cuatro años. Los recortes salariales causaron casi la mitad de esta disminución. El ingreso neto se redujo además en un 9% adicional, debido a que la carga tributaria se incrementó significativamente. Mientras que todas las clases sociales sufrieron pérdidas de ingresos debido a los recortes, subidas de impuestos y la crisis económica, en particular quienes se vieron más fuertemente afectados fueron los hogares de bajos y medianos ingresos. Ello se debió al fuerte incremento del desempleo en esos grupos sociales y a un brutal aumento de impuestos, claramente regresivos. Además de cobardes, las elites políticas griegas, las de la genuflexión –ND y PASOK-, fueron miserables. Pero la ignominia es aún mayor.

El número total de empleados en el sector privado sufrió significativamente mayor pérdida de ingresos, ya que tenían más probabilidades de estar desempleados que los que trabajan en el sector público. Desde 2009 hasta 2013 los sueldos y salarios en el sector privado se redujeron en varias etapas en torno al 19 por ciento. Entre otras cosas, porque se redujo el salario mínimo y se debilitaron las estructuras de negociación colectiva. Los empleados del sector público perdieron alrededor de una cuarta parte de sus ingresos. La extensión de los recortes de los salarios era groseramente exagerada, en al menos diez puntos porcentuales, según las estimaciones de los investigadores del instituto alemán.

Desempleo, impuestos y auditoría de la deuda

La tasa de paro aumentó del 7,3% en el segundo trimestre de 2008 al 26,6% a finales de junio del 2014. Entre los jóvenes de 15-24 años, el desempleo promedio fue del 44%. La jubilación anticipada en el sector privado aumentó en un 14% y en el sector público un 48%. Los investigadores ven aquí un vínculo claro con la política de austeridad, el gobierno griego logró cumplir con los requisitos de la Troika de tener un sector público más pequeño. Sin embargo, esta tendencia causó estragos en los fondos de la Seguridad Social.

Los impuestos aumentaron considerablemente, pero tuvieron un efecto regresivo. Desde la imposición de la austeridad, los impuestos directos aumentaron en casi un 53%, mientras que los impuestos indirectos se incrementaron en un 22 por ciento. La política fiscal de hecho ha contribuido significativamente a la consolidación del presupuesto público, pero al hacerlo el desequilibrio social fue magnificado. Poco se ha hecho contra la evasión fiscal, sin embargo, mientras que los hogares con bajos ingresos y pocos activos fueron fuertemente gravados.

¿Vergonzoso, verdad? Pues aún falta incluir en el estudio los años 2013 y 2014, que fueron los peores años de austeridad. Por eso, Syriza no debe ceder en nada. Para ello, en primer lugar, debe auditar su deuda pública en profundidad mediante la comisión internacional de expertos coordinada por el politólogo belga Éric Toussaint. Y vistas las consecuencias similares de las políticas implementadas en nuestro país por el tándem PP-PSOE, aquí habrá que hacer lo mismo.

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