El estatus de China como potencia regional

Cerrar los ojos ante la perturbación de las conmociones de los alrededores en el desarrollo chino no corresponde a los intereses de China, y afecta su status como potencia de la región y de potencia mundial. Para una potencia emergente del mundo como China, la estabilidad de sus alrededores depende en gran medida de su capacidad en la acción y de las palancas en su mano. Todas las potencias mundiales consideran la estabilidad de sus alrededores como la estrategia más importante en su polí­tica exterior.

La estabilidad de los alrededores es una ingeniería estratégica sumamente ardua, y debemos dotarnos de un esíritu de “intrepidez” y no evitar su participación. Es necesario aprender el manejo de diversos instrumentos políticos, militares, diplomáticos y económicos y adoptar distintas medidas según sea la condición para estabilizar sus alrededores. Tal como en el manejo del arte marcial tradicional de China, debemos adoptar medidas flexibles en lo rígido, o medidas rígidas en lo flexible. Medidas que combinan lo virtual y lo realista o lo flexible y lo rígido. FINANCIAL TIMES.- Si mantienes largas conversaciones con operadores –o importantes banqueros– parece ser que son pocos los que realmente creen que los fundamentos expliquen por sí solos esta tendencia. El auténtico desencadenante es, en cambio, la cantidad de dinero que los banqueros centrales han inyectado en el sistema y que busca desesperadamente un hogar, porque la mayoría de los bancos sencillamente no quieren usar ese dinero para dar créditos. Esa es la razón de que estén repuntando los precios de casi todos los activos de riesgo –pese a que también lo hagan activos seguros como los bonos del Tesoro–. China. Diario del Pueblo China no puede permitir turbulencias continuas en sus alrededores Cómo moldear activamente un ambiente estable en sus alrededores es un gran desafío que China encara en el proceso de su desarrollo futuro. Sólo cuando cuente con una capacidad para defender, promover y conducir la seguridad y la estabilidad de sus alrededores podrá China considerarse como una verdadera potencia regional. A partir del año pasado, en algunos países vecinos suyos suceden sucesivamente turbulencias de distinta intensidad. En el momento, el Ejército gubernamental de Pakistán está enfrascado en una reñida lucha con los talibanes, lo que ha ocasionado más de un centenar de miles de refugiados. En Afganistán la situación caótica se mantiene como antes. Y en la Península Coreana del Noreste aún no se han presentado verdaderos signos de distensión en el impasse nuclear. Algunos lugares en el interior de China se han convertido en refugios de los terroristas para crear disturbios provocando con frecuencia problemas valiéndose de la buena voluntad y la reacción pasiva de China. Echando una vista a los alrededores del país, podemos ver una forma U de los problemas candentes en el mundo pasando de Asia Meridional, Oriente Medio, Asia Meridional hasta el Noreste asiático. Las turbulencias en sus alrededores no pueden menos que crear problemas a China. Y para China es cada vez más imposible mantenerse en calma. Cerrar los ojos ante la perturbación de las conmociones de los alrededores en el desarrollo chino no corresponde a los intereses de China, y afecta su status como potencia de la región y de potencia mundial. Para una potencia emergente del mundo como China, la estabilidad de sus alrededores depende en gran medida de su capacidad en la acción y de las palancas en su mano. Todas las potencias mundiales consideran la estabilidad de sus alrededores como la estrategia más importante en su política exterior. Desde el término de la Guerra Fría, China ha dedicado gran energía a las “relaciones con sus vecinos”. Actualmente estas relaciones tienden a estabilizarse. En cuenta resumida, está fortaleciéndose la fuerza centrífuga de sus vecinos hacia China. Se han reducido en gran medida los riesgos de la radicalización de contradicciones, y resuelto en lo fundamental las antiguas divergencias y disputas. Esto contribuye a sentar una buena base para ampliar aún más la influencia política, diplomática e económica de China en sus alrededores. Los cambios futuros de la situación presentan nuevas exigencias para la estrategia de China en sus relaciones con los vecinos. Como una potencia con una determinada capacidad para jugar su papel de protagonismo regional, China debe no sólo convivir armoniosamente con sus vecinos, sino también jugar un papel estabilizador para crear activamente la tranquilidad de sus alrededores. Durante un período largo, como no contaba con fuerzas reales e influencia suficiente China no estaba alerta ante los problemas alrededores, o se veía obligada a adoptar una actitud pasiva limitándose a buscar soluciones después de la aparición de problemas. Y no ejerció su influencia apenas aparecieran problemas para orientar el desarrollo de la situación hacia la estabilidad. En la actualidad, los problemas de sus alrededores que amenazan más a China y que requieren soluciones más apremiadas son problemas candentes. Son problemas dejados por la Historia, en los cuales están implicados los intereses de grandes potencias, y son imposibles de encontrar soluciones a corto plazo. China debe jugar un papel aún más positivo en el mecanismo multilateral, rebajar los riesgos de serios conflictos, y aumentar la posibilidad de controlar crisis. La estabilidad de los alrededores es una ingeniería estratégica sumamente ardua, y debemos dotarnos de un espíritu de “intrepidez” y no evitar su participación. Es necesario aprender el manejo de diversos instrumentos políticos, militares, diplomáticos y económicos y adoptar distintas medidas según sea la condición para estabilizar sus alrededores. Tal como en el manejo del arte marcial tradicional de China, debemos adoptar medidas flexibles en lo rígido, o medidas rígidas en lo flexible. Medidas que combinan lo virtual y lo realista o lo flexible y lo rígido. Moldear la estabilidad en sus alrededores es una manifestación del desarrollo estable de China, y va en beneficio de los países vecinos. Es la responsabilidad de China para defender la paz mundial, que concuerda con los intereses de China y de los países en sus alrededores. DIARIO DEL PUEBLO. 23-10-2009 Reino Unido. Financial Times Un mal presentimiento sobre el último rally de los mercados Gilian Tett A principios de este mes, recibí un aleccionador correo electrónico de un importante banquero que se ha jubilado recientemente. Este hombre, un veterano del mundo crediticio, acababa de hablar con ex colegas que todavía están en el mercado –y se sentía profundamente horrorizado–. “Olvida lo sucedido en los últimos doce meses… los clientes han vuelto con la misma agresividad que antes”, escribía. “Las operaciones a corto plazo y con fuertes apalancamientos se han puesto nuevamente de moda ya que los participantes… luchan por invertir en todo, desde REITS [vehículos de inversión especializados en productos inmobiliarios] a propiedades comerciales, materias primas, mercados emergentes y acciones y bonos ordinarios. “Estoy seguro de que los relaciones públicas de los bancos hablarán sobre el apagado clima que reina en la banca, pero no les creas”, prosiguió con amargura, señalando que cuando el dinero es virtualmente gratuito –o, al menos, con un coste del 0,5%– los operadores se sienten estúpidos si no se apalancan. “Se está abandonando todo ápice de control. Tras el boom y la crisis de las puntocom, el mercado tardó varios años en recuperar su dinamismo colectivo [pero] esta vez sólo le ha llevado unos pocos meses” añadió. Terminó con una pregunta desesperada: “¿Fue octubre de 2008 sólo un ensayo para cuando estalle esta última burbuja?” Me atrevería a decir que esta misiva refleja cierto elemento hiperbólico. Pero la he reproducido en detalle porque la cuestión está adquiriendo una importancia fundamental. Hace seis meses, el sistema financiero se encontraba en una condición deplorable tras la crisis. Ahora, la tranquilidad y, en algunos casos, la euforia han reemplazado a la desesperación y el pánico. La importante subida de los mercados de renta variable carece de relevancia; lo que tal vez resulte más impactante es el repunte menos visible en los mercados de deuda y derivados, ya que los activos de riesgo han obtenido lo que Barclays describe como unos “resultados estelares”. En el sector de los bonos corporativos, por ejemplo, se han colapsado los márgenes de los créditos tanto de riesgo como con grado de inversión. Los diferenciales de los mercados emergentes también se han contraído. En cambio, según Barclays, el mercado de empresas inmobiliarias de cotización pública (el índice EPRA) ha subido cerca de un 70%, lo que contribuye a provocar un repunte en su medición global del apetito por el riesgo en el mercado –una pauta que también reflejan los datos similares reunidos por Goldman Sachs–. No cabe duda de que a muchos brókeres les gustaría atribuir esto a los fundamentos. Después de todo, el desplome que sufrieron el año pasado los precios de los activos fue tan extremo que era casi inevitable que se produjera cierto repunte. Y los recientes datos macroeconómicos han sido bastante alentadores, en especial si se los compara con los de hace un año. Sin embargo, si mantienes largas conversaciones con operadores –o importantes banqueros– parece ser que son pocos los que realmente creen que los fundamentos expliquen por sí solos esta tendencia. El auténtico desencadenante es, en cambio, la cantidad de dinero que los banqueros centrales han inyectado en el sistema y que busca desesperadamente un hogar, porque la mayoría de los bancos sencillamente no quieren usar ese dinero para dar créditos. Esa es la razón de que estén repuntando los precios de casi todos los activos de riesgo –pese a que también lo hagan activos seguros como los bonos del Tesoro–. Ahora, a algunos políticos occidentales les gusta sugerir –o desear– que esta sorprendente subida podría ser buena, en cierto sentido, incluso aunque no se base inicialmente en los fundamentos. Después de todo, prosigue su argumentación, si los mercados repuntan con fuerza, cabe la posibilidad de que esto estimulase los instintos animales de una forma que podría trasladarse finalmente a la economía “real”. Según esta interpretación, el actual rally podría terminar siendo similar al mechero que se usa para prender fuego a una pila de leña seca. Sin embargo, lo que a mi me preocupa es que aún no está muy claro que la pila de leña seca –es decir, la economía real– vaya a arder, de forma sostenible, si las recientes reservas de mecheros se acaban. Después de todo, gran parte del actual repunte económico parece deberse a los paquetes de estímulo (y a las halagüeñas comparaciones interanuales) que se acabarán el próximo año. Y aunque aún quedan muchos mecheros –bajo la forma de estímulos monetarios y tipos extremadamente bajos– parece existir una alta probabilidad de que los tipos de interés den un susto cuando los bancos centrales implementen sus estrategias de salida. Por otra parte, el sector de las titulizaciones aún podría convertirse en otro quebradero de cabeza el próximo año, ya que es el único área del sistema financiero que aún no ha comenzado a funcionar –pero se supone que las medidas de apoyo gubernamentales acabarán la próxima primavera–. Así que, al igual que el banquero que me envió el correo electrónico, estoy cada vez más intranquila. Tal vez el optimista escenario del “mechero que prende la leña seca” llegue a producirse; pero probablemente no sabremos si los optimistas están en lo cierto en al menos otros seis meses. Entretanto, está claro que cuanto más tiempo dispongamos de un precio del dinero tan barato, más incentivos tendrán los operadores para comerciar (especialmente si sospechan que el actual boom durará poco y quieren destacar el próximo año). En cierto modo todo esto resulta horriblemente familiar; espero que mi mal presentimiento termine por ser infundado. FINANCIAL TIMES. 23-10-2009

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