El escándalo de la gestión privatizada del hospital de Torrejón abre una espita por donde irrumpe incontenible la lucha popular y la denuncia de un modelo que pone nuestra vida y nuestra salud en manos de los despiadados intereses de los gigantes de la sanidad privada.
El escándalo de la gestión privada (Ribera Salud) del Hospital de Torrejón de Ardoz no para de crecer. Cuanto más detalles se conocen del Hospital de Torrejón, más crece la indignación en Madrid y en toda España.
La semana pasada se abrió el melón, al hacerse públicos unos audios en los que el CEO de Ribera Salud. Pablo Gallart exhortaba a sus mandos a alargar las listas de espera para aumentar la cuenta de resultados a cuatro o cinco millones. Beneficios a costa de la salud y la vida de la gente
Al ampliarse la investigación periodística, se supo también que mientras denegaban u obstaculizaban la hospitalización de los casos menos rentables, la gerencia de Ribera Salud alargaba la estancia en el hospital de los casos que mejor pagaba la Comunidad de Madrid. El ingreso o la estancia en una habitación de hospital ya no dependía del criterio médico, sino del contable.
Luego se conoció que los empleados del hospital de Torrejón recibieron la orden de reutilizar material sanitario de un solo uso, por ejemplo esterilizar catéteres que solo pueden ser reacondicionados por empresas ajenas especializadas. Algo peligrosísimo -puede derivar en gravísimas infecciones nosocomiales- y claramente delictivo.
Las prácticas escandalosamente criminales de la gerencia privada del hospital de Torrejón venían siendo denunciadas por parte de trabajadores y sindicatos desde hacía meses. A lo de las listas de espera para incrementar beneficios o lo de reutilizar material desechable de un solo uso, ahora se sabe que la gerencia de Ribera Salud mantuvo un anestesista para dos quirófanos, urgencias sin médicos MIR y radiólogos online.
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Ante la rebelión de trabajadores y directivos, Ribera Salud respondió con represión y despidos
Cuando cuatro directivos del Hospital denunciaron en el canal ético la “vulneración de los derechos de los pacientes”, Ribera Salud los despidió.

En mayo de 2025, un manifiesto firmado por 260 trabajadores denunció situaciones y prácticas precarias. El sindicato de enfermería Satse envió un escrito de queja a la dirección en abril porque el hospital gestionado por Ribera Salud instaba a manipular la gravedad de pacientes en urgencias en el triaje “por razones estadísticas y organizativas inaceptables”.
“Hay una diferenciación entre pacientes por motivos de rentabilidad empresarial”, denunciaba el manifiesto. Un sistema de “dos velocidades” de atención a los pacientes según los intereses económicos del hospital. Varios trabajadores aseguran que se prioriza en consultas externas o en operaciones quirúrgicas a pacientes que pertenecen a otros hospitales y han echado mano de la “libre elección” que impuso Esperanza Aguirre en 2010, algo por lo que el Hospital cobra un plus.
El manifiesto mostraba su preocupación por las dimisiones, bajas y ceses de profesionales desencantados con un modelo precario, que eran reemplazados de manera rápida y constante a través de una web privada especializada en contratos sanitarios, Livo: “Esto supone que llega gente sin experiencia, que no sabe manejar el sistema y estamos constantemente formando y adaptándonos a personal nuevo”, ha declarado a el Diario.es un trabajador bajo anonimato.
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Un modus operandi… habitual en los monopolios de la sanidad privada

Lo que revela el escándalo del hospital de Torrejón era el ‘modus operandi’ normal de Ribera Salud en otros hospitales que gestionaba.
Así lo cuenta en la Comunitat Valenciana Isabel González, exgerente del Hospital de Alzira después de que se revirtiera su gestión privatizada a manos precisamente de Ribera Salud. Los responsables sanitarios que revirtieron la primera concesión del mismo modelo que opera en el hospital madrileño se encontraron almacenes casi vacíos y equipos obsoletos, y tuvieron que afrontar denuncias penales y campañas de desinformación
«El paciente rentable es, para ellos, el negocio. Es el que presenta determinadas patologías. Y el que es de fuera de la cápita, es decir, que pertenece a otro departamento de salud y acude a su hospital, porque esos los cobran aparte. (…) Y había otro incentivo perverso, que también quitamos al llegar, que era que premiaban a los médicos por dar altas precoces. (…) Iban a sacar dinero», denuncia Isabel González en una entrevista en El País
Esta es la radiografía de la verdadera naturaleza de la sanidad privada, de poner nuestra vida y nuestra salud en manos de los gigantes monopolistas, que ponen por encima de cualquier cosa el máximo beneficio vs. mínimo coste
Ribera Salud es un gigante de la sanidad privada actualmente en manos del grupo francés Vivalto Santé (tercero en Francia por volumen), pero que hasta 2002 estaba en manos de Centene Corporation (EEUU). En 2024 recibieron 144 millones de euros de la Comunidad de Madrid

Y su volumen palidece ante otro gigante aún más grande, el grupo Quirón, propiedad de Fresenius (grupo alemán líder en sanidad, participado a su vez por fondos norteamericanos como Vanguard o Capital Group). En 2024 recibieron 1.611 millones de la Comunidad de Madrid
Las conversaciones y los hechos que estamos conociendo en el hospital de Torrejón de Ardoz no se produjeron en un ambiente clandestino y reservado, sino en una reunión de mandos hospitalarios, de manera normal y cotidiana. Lo que da una idea de que forma parte de la «normalidad», de la cultura establecida de la gestión privada de los hospitales públicos, en Madrid y toda España.
Esto no es de Madrid, o de las CCAA gobernadas por el PP, aunque éstas sean su punta de lanza, su avanzadilla. Es un problema estructural en toda España, en diferentes CCAA gobernadas por diferentes colores. Y que tiene como consecuencia que las listas de espera en toda España se hayan duplicado en 15 años o que la Atención Primaria se desangre.
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Se abre una brecha
El escándalo del hospital de Torrejón abre todo una brecha en un modelo privatizador por donde se cuelan las exigencias populares
Primero, escándalos como el de Torrejón o el de los cribados del cáncer en Andalucía, de enorme impacto en la opinión pública, catalizan una indignación popular que viene acumulándose muchos años atrás -ante un sistema de degradación de la sanidad pública, que tiene su otra cara de la moneda en las externalizaciones y privatizaciones-, y que no ha dejado de manifestarse en todos estos años con movilizaciones masivas de las Mareas Blancas o contra el cierre de los centros de Atención Primaria.

Segundo, se abre la posibilidad -hasta ahora nadie lo había puesto encima de la mesa- de que se derogue la Ley 15/1997 de Aznar que permite la entrada de empresas privadas en la gestión de los hospitales públicos. La ministra de Sanidad Mónica García ha anunciado que a principios de año llevará una norma al Congreso para derogar la que permite la gestión privada de centros públicos evitando así el “ánimo de lucro”
Tercero, esta lucha, así como las de las víctimas de la Dana en Valencia, anima a otras luchas populares que a su vez están interconectadas con otra indecente gestión de las crisis sanitarias que ha protagonizado el gobierno de Díaz Ayuso: el de las 7291 víctimas mortales de las residencias madrileñas durante la pandemia de Covid-19, por culpa de unos protocolos de la vergüenza emitidos por el gobierno de la Comunidad de Madrid, y que impidieron que se trasladara a los ancianos que no tenían un seguro privado a los hospitales públicos,
La investigación por las miles de muertes sin hospitalización en Madrid durante la pandemia ha dado un giro. El ‘caso residencias’ se reactiva ahora con las declaraciones de ex altos cargos de Ayuso y la lucha de las familias por abrir una macrocausa, inspirándose en los avances de los familiares de la Dana.


Chaso dice:
El ánimo de lucro es un eufemismo q esconde el padecimiento, la opresión e incluso la muerte de sanitarios y pacientes. Dónde los pacientes nos llevamos la palma y el tortazo a mano abierta. Es muy, pero q muy necesaria también una macrocausa en Sanidad. Caigáis quién caiga pq son décadas de infame práctica de diferentes Gobiernos, administradores,…y algún q otro penoso médico de alto rango…