Baja el precio en origen, pero sube en los supermercados

El «doble» robo en el aceite de oliva

A pesar de las supuestas promociones en el aceite de oliva que presentan los supermercados, ellos ganan un 30% más desde hace un año. Se quedan con nuestro dinero y el de los productores. Es un auténtico doble «robo a mano armada» perpetrado por las grandes superficies de distribución de alimentos. Uno, a los agricultores, a quienes se les está llevando a la ruina, y dos, a los consumidores, quienes continuamos pagando el mismo precio, o más.

El recio medio en origen del aceite de oliva ha bajado 87,4 céntimos por litro en el último año según datos de la COAG. Sin embargo, esta “rebaja” no se traduce a los consumidores. Varias marcas incluso han subido sus precios en los últimos trece meses (FACUA-Consumidores en Acción).FACUA comparó treinta y ocho marcas de aceites de oliva en seis cadenas de supermercados e hipermercados: Alcampo, Carrefour, Día, Hipercor, Lidl y Mercadona.Tras el análisis, FACUA concluye que el precio ha experimentado una reducción media muy poco significativa e incluso numerosas marcas ¡han encarecido diversas variedades! Por ejemplo, en envases de plástico de 5 litros, han subido la marca Carrefour suave un 11,6%, el de La Masía un 7,4% y el de Framolina un 2,0%. Pero no se trata de un caso exclusivo del aceite de oliva, ni mucho menos. Durante el año anterior diversos alimentos han sufrido una sensible reducción en su precio de origen sin reportar una disminución en el precio al consumidor. La diferencia de precio de alimentos en origen y destino llegó al 474% en diciembre del 2008. Los consumidores hemos pagado hasta 22 veces más que lo que perciben los agricultores por el kilo de limones, hasta 16 por las naranjas o 12 veces más por el kilo de clementina. Un situación que “diezma a los agricultores y saquea los bolsillos de los ciudadanos”, en palabras del secretario general de la Unión de Consumidores de España, Juan Moreno. Muchos productos se pudren en el campo, porque con el precio que se le paga a los agricultores no es rentable recogerlos.Pero ¿quién y mediante qué mecanismos puede estar cometiendo este robo a plena luz del día y con total impunidad?Nos confundimos si creemos que los responsables no son “intermediarios” en general. En el campo el intermediario tradicional ha dejado de existir. Quienes imponen la tiranía de los precios son las multinacionales de la alimentación: plataformas de la distribución como Carrefour, El Corte Inglés o Ecosum, que ostentan sus propias cadenas de compra y distribución. Según estudios de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) entre el 85 y el 95% del precio que pagamos es debido a la cadena de distribución. En el mundo, cinco empresas y dos centrales de compra controlan el 75% de la distribución alimentaria. En España cinco empresas controlan el 55% de las ventas de alimentos. Si les sumamos las dos principales centrales de compra (mayorista) que suministra al comercio minorista, la concentración de compra-venta es del 75%.Los agricultores no tienen dónde poner sus productos, a no ser que pasen por el aro de los precios que marcan las grandes cadenas de distribución. No existe otro mercado fuera del que está monopolizado por ellas.Es cada vez más frecuente en el campo que los precios de origen estén por debajo del coste de producción, haciendo que para los productores sea mejor que se pudran sus productos antes de venderlos.Desde hace años las organizaciones agrícolas de nuestro país luchan para que el gobierno, como una primera medida, establezca una “Ley de precios” que regule los precios mínimos en origen a los voraces monopolios de la alimentación.La respuesta del gobierno es que no puede intervenir el “libre mercado”. Pero ¿a esto le llaman “libre mercado”?

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