Irán acusa a Ban Ki-moon

El doble rasero de la ONU

Teherán acusó al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, de aplicar una polí­tica de doble rasero a favor de Israel, en respuesta a las crí­ticas dirigidas al presidente iraní­, Mahmud Ahmadineyad, tras sus declaraciones antiisraelí­es en la reciente conferencia contra el racismo.

El embajador de Irán ante la ONU, Mohamed Hazai, en una carta divulgada ayer en la sede de las Naciones Unidas, afirma que las alabras de condena dirigidas al presidente de la República Islámica y la actitud silenciosa y callada respecto a las acciones de Israel contra los palestinos contradicen los principios de «imparcialidad y justicia» a los que debe acatar el dirigente máximo de la ONU.»Hay que portarse con suma prudencia para evitar que la ONU y sus respetados representantes sean identificados como partidarios de enfoque selectivo y de polí­tica de doble rasero… Resulta inexplicable tal reacción a las declaraciones (de Ahmadineyad), en atención a que la ONU y sus cargos oficiales guardan silencio respecto a crí­menes repugnantes del régimen israelí­ contra los palestinos inocentes, respecto a las amenazas y acusaciones que el régimen israelí­ lanza contra Irán», dice el texto de la carta.En la conferencia de la ONU sobre el racismo en Ginebra, el presidente iraní­ declaró el pasado lunes que el Gobierno de Israel tiene el carácter «absolutamente racista» y justifica sus acciones con «sufrimientos de los judí­os». Varias delegaciones europeas y representantes de EEUU y Canadá abandonaron la sala de reuniones en respuesta a las declaraciones de Ahmadineyad.Ban Ki-moon censuró al presidente de Irán por «aprovecharse de la tribuna de la ONU para acusar, dividir y hasta instigar».El secretario general como funcionario contratado por los miembros de la ONU muy raras veces se permite hacer declaraciones violentas respecto a un jefe de Estado y por tradición debe ser neutral en cuestiones litigiosas sin dar preferencia a ninguna de las partes.Que el régimen de los ayatolás, no es un dechado de virtudes en cuanto a la tolerancia y la xenofobia es bien sabido, pero la denuncia de Ahmadineyad no es menos cierta por eso. El espectáculo que EE UU dio primero boycoteando la conferencia y los demás representantes que abandonaron la conferencia en el discurso del presidente Iraní­, para cualquier mente coherente no dejan de ser una pose para frenar y silenciar las crí­ticas a Israel y la hipocresí­a de occidente hacia el genocidio palestino.La mayorí­a de los medios árabes ha atribuido a un sesgo pro israelí­ el boicoteo de una treintena de paí­ses al discurso de Ahmadineyad. «Da la impresión de que algunos intentan colocar a Israel fuera del alcance de la crí­tica, no sólo en Israel, sino en las poderosas capitales occidentales», aseguraba un editorial del diario palestino Al Quds. Incluso el saudí­ Al Watan afirmaba que la actitud occidental es «imposible de entender, a menos que sea en apoyo de Israel en sus prácticas racistas contra los palestinos.Estos esfuerzos por frenar las crí­ticas hacia Israel, se basan en la incoherencia y el doble rasero que impone EE UU en los organismos internacionales a la hora de defender a su aliado estratégico en Oriente Medio. Tal incoherencia viene del hecho de que no pueden cambiar la realidad, que es el genocidios sistemático de el pueblo palestino, solo pueden silenciarla a base de boicotear y dominar los estamentos internacionales en su beneficio.De tal forma que la ONU, EE UU y sus aliados nunca permitirán una resolución contra Israel y deben acallar a los que intenten alzar la voz.A que nivel deben llevar los halcones del Likud el asesinato y la opresión contra el pueblo palestino para que no puedan silenciarlo más. Serán necesarias más operaciones «plomo fundido» para que a EE UU y Europa dejen de mirar hacia el otro lado.

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