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El dilema de Rajoy: pensiones o deficit

El Gobernador del Banco de España, Luis María Linde, puso ayer al Gobierno entre la espada y la pared: o revaloriza las pensiones o cumple con el déficit, pero las dos cosas, no.Linde consideró evidente que existen «riesgos de desviación del objetivo de déficit para este año», y que la estimación de una caída de sólo el «0,5% del PIB en 2013 es ciertamente optimista». Por ello, y «dada la importancia de cumplir» lo comprometido con Bruselas, habrá que «considerar medidas adicionales» de ajuste y «pensarse bien» cualquier decisión importante.En su comparecencia ante la Comisión de Presupuestos, el gobernador afirmó en reiteradas ocasiones que «por su puesto hay riesgos de que no se cumpla el 6,3%, sin duda». Asimismo, recordó que los cálculos de contracción del Ejecutivo para el próximo ejercicio están muy lejos del 1,5% «que manejan analistas y organizaciones internacionales». Pese a ello, añadió que ese 1%, unos 10.000 millones de euros «no parece una diferencia grave o que deba restar credibilidad a la consolidación fiscal que se acomete en 2013».La respuesta del Ejecutivo no se hizo esperar. La secretaria de Estado de Presupuestos, Marta Fernández Currás, que considera «sesgadas» las previsiones más negativas, afirmó desde la misma sala del Congreso que el Gobierno «no ve riesgo» de incumplimiento en el objetivo de déficit. Y afirmó que hay que «madurar» las reformas que ya se han puesto en marcha y «están funcionando» y no aprobar más. Poco después, el secretario de Estado de Hacienda, Miguel Ferre, expresó igualmente su «firme convencimiento» de que se cumplirá con el déficit en 2012 y en 2013.En respuesta a las preguntas de los grupos parlamentarios, Linde detalló que «si hacia mitad de 2013 se aprecia que la contracción se va al 1,5% y no al 0,5% del PIB, el Gobierno tendría tiempo de reaccionar». «No puedo prever si lo haría o no, pero una desviación de 12 puntos no es manejable, una de décimas sí. Eso se puede decir con toda objetividad».Linde reconoció que «los Presupuestos de 2013 contienen un gran esfuerzo de ajuste fiscal», pues la corrección que se trata de obtener en el déficit primario; esto es, sin contar los intereses de la deuda pública, y más «en plena recesión», es de casi 2,5 puntos del PIB, algo «muy difícil, pero necesario para alcanzar los objetivos a los que España se ha comprometido». Ésta es, a su entender, la tarea principal, ya que «el problema más urgente al que se enfrenta la economía española es recuperar la confianza de los mercados». Y para ello, «no hay otro modo de conseguirlo que cumplir con los objetivos de consolidación fiscal, culminar el proceso de reestructuración y saneamiento del sistema bancario, continuar el proceso de desendeudamiento privado y público y profundizar en las reformas acometidas para mejorar nuestra competitividad».Fernández Currás coincidió en el diagnóstico y añadió que «el Presupuesto de 2013 tiene una misión capital. Es proyecto y compromiso, pero por sí sólo no basta, por eso se han aprobado 43 reformas. Los objetivos de déficit «ya no son metas, sino tablas de salvación», dijo.El gobernador no quiso pronunciarse sobre la necesidad o no de recurrir al programa de ayuda del BCE, que implica una petición oficial por parte de Moncloa, pero sí hizo algunas consideraciones. Por ejemplo, que el país «no está en un caso de rescate. No creo que ese eventual acuerdo tenga nada que ver con el de otros países». Y además que, de producirse una nueva negociación con el Eurogrupo, «no creo que implicasen ajustes de gasto demasiado importantes». El Banco de España considera que los nuevos requisitos «irían a reformas a plazo medio y largo plazo» y a «supervisión». Podría haber medidas que afectasen al gasto, «pero no demasiado importantes o inasumibles. Esa condicionalidad podría ser asumible».En todo caso, y apenas unos minutos antes de que Mario Draghi se pronunciara desde Eslovenia, Linde sí advirtió a Moncloa que aunque el anuncio por parte del BCE del programa de Transacciones Monetarias Directas «ha tenido un efecto estabilizador», el papel que cualquier decisión del BCE puede desempeñar difícilmente podrá ir más allá de mitigar los riesgos de accidentes graves; y de proporcionar más tiempo para que rindan sus frutos decisiones que deben ser tomadas en ámbitos distintos a los del propio BCE», dejando, de nuevo, la pelota en el tejado de Moncloa.Una de esas condiciones, como ha aclarado la UE, sería una reforma del sistema de pensiones. El gobernador dijo que no es su tarea hacer recomendaciones al Gobierno sobre su revalorización, pero le aconsejó que «lo piense muy seriamente», pues «es una decisión grave e importante con consecuencias para el déficit de este año y los sucesivos. Nadie puede llevarse a engaño».En concreto, Linde advirtió que «las partidas de las pensiones contributivas, las prestaciones por desempleo (con un tasa de paro «dramática») y los intereses de la deuda «es previsible que en 2013 aumenten de modo significativo». Pese a todo ello, aseguró que si España logra «avanzar en esos frentes», confía en que «en 2014 será posible volver al crecimiento y crear empleo neto».

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