Brasil una potencia militar en Latinoamérica

El desarrollo militar de Brasil

En diciembre pasado, el Ministerio de Defensa brasileño lanzó la Estrategia Nacional de Defensa, que prevé, como acción estratégica, «destinar, de forma continua, recursos especí­ficos que hagan viable el desarrollo integrado y la conclusión de proyectos relacionados con la defensa nacional.

Según un estudio resentado este miércoles por el argentino Centro de Estudios Nueva Mayorí­a (CENM), Brasil es el 12º paí­s en el mundo que más invierte en defensa, totalizando una inversión de US$ 20.700 millones en 2007, cantidad que representa más de la mitad (53%) del total utilizado por los 12 paí­ses que conforman la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) durante ese año. Datos preliminares muestran que para este año el gasto puede aumentar a US$ 27.500 millones.Brasil es el único paí­s de Unasur que está entre los 15 paí­ses del mundo que más gastaron en defensa en 2007″, dice el estudio. Además, representa la mitad de lo invertido por Alemania en el mismo periodo, pero no es superior a las inversiones realizadas por Australia, Canadá y España.En diciembre pasado, el Ministerio de Defensa brasileño lanzó la Estrategia Nacional de Defensa, que prevé, como acción estratégica, «destinar, de forma continua, recursos especí­ficos que hagan viable el desarrollo integrado y la conclusión de proyectos relacionados con la defensa nacional», dando énfasis en el desarrollo de tecnologí­a y fabricación de aviones de caza, submarinos, medios navales de superficie y armamento inteligente. Aunque recientemente fue criticado por los militares, el proyecto deberí­a incrementar de forma considerable el gasto del gobierno.Con un Ejército de 190.000 militares, una Marina de 48.600 hombres y la Aeronáutica de 73.500 efectivos, Brasil posee las Fuerzas Armadas más numerosas en América latina. Sin embargo, los datos provistos por los comandantes militares revelarí­an fuertes deficiencias operativas. Lo que atribula a los brasileños es que comparados con Chile, Perú y Venezuela, en términos operativos estarí­an en desventaja.El gasto de Brasil está en proporción a su tamaño y población, mientras que el de Colombia está enfocado en su lucha en contra de la guerrilla y el narcotráfico. Las compras de Chile, por su parte, están financiadas con los recursos extraí­dos de las ventas del cobre, del cual el paí­s es su mayor productor mundial.Hasta setiembre pasado, antes de estallar la crisis financiera, el precio del metal generaba 1.000 millones de dólares de excedentes para la compra de armas.Ese medio de financiamiento le ha permitido a las FFAA chilenas iniciar un ambicioso plan de renovación valorado en unos 2.500 millones de dólares y que concluye en 2010, cuando Chile quedarí­a convertido en el primer paí­s de la región en poseer Fuerzas Armadas equiparables a las de la OTAN, según el Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo (SIPRI).Venezuela, por su parte, es el cuarto paí­s de Sudamérica en gasto militar y el segundo en inversión, con unos 5.000 millones de dólares en compras el último año a Rusia de aviones caza Sukhoi, helicópteros, sistemas de defensa aérea y fusiles Kalashnikov.No obstante, pese al aumento de los gastos Sudamérica está lejos de iniciar una carrera armamentista clásica, según el último reporte de SIPRI.»A pesar de llamativos titulares y de ciertas pruebas de una actitud de competencia, parece improbable que América del Sur se encuentre en medio de una carrera armamentista clásica», subraya el SIPRI.A finales de 2008, el paí­s anunció la compra de 63 helicópteros militares (12 de Rusia y 51 de Francia) y de cuatro submarinos franceses a propulsión nuclear. Además, está en curso una licitación para renovar la flota de jets de combate de la fuerza aérea.Brasil es el único paí­s latinoamericano que tiene la vocación para ser un actor global. Su proyecto de largo plazo no es convertirse en un lí­der regional, sino que en un potencia global, como los otros paí­ses BRIC (Rusia, China e India)», dijo Rosendo Fraga, director del CENM. «Los gastos militares de Brasil responden a dos objetivos: seguridad regional, que incluye a la Amazonia y regiones fronterizas, y convertirse en una potencia mundial.La industria militar brasileña ya demostró su capacidad cuando -en sus años dorados- le disputó el mercado a Estados Unidos, Bélgica e Israel en la venta de armamento hacia Medio Oriente a de los 70 y principio de los 80.Es por esto que los empresarios de la industria militar están haciendo lobby para que los agregados militares en las embajadas brasileñas funcionen como representantes comerciales para futuras exportaciones.La industria está conformada por la AVIBRAS (Industria Aerospacial), considerada la joya del complejo militar, que en los años 80 se especializó en blindados y sistema de artillerí­a antiaérea exportados principalmente hacia Medio Oriente. También producen varios tipos de misiles, sondas espaciales, sistemas de radar y comunicación.Brasil cuenta con un parque que vende armas a 70 paí­ses. A pesar de ser un gran productor, Estados Unidos es el principal comprador, le sigue Indonesia, Yemen, Argentina y Alemania. Los números no fueron divulgados, pero según la ONG Comunidade Segura estima que en los últimos 15 años se exportaron 1,18 mil millones de dólares, de los cuales 802 millones en armas y 377 millones en municiones.El crecimiento económico de los paí­ses en ví­as de desarrollo es un objetivo deseable en términos del bienestar medio de su población, pero a su vez facilita escaladas del gasto militar sin que ello suponga a menudo un esfuerzo económico desorbitado para dichos paí­ses.El horizonte del año 2020 será previsiblemente bastante diferente, con China, Rusia, India y Brasil situados en posiciones de liderazgo regional. La Unión Europea debe replantear su posición si no quiere quedarse en una posición marginal del mapa polí­tico. De hecho, las cosas apuntan a que dicho mapa ya no tendrá su centro de gravedad en el Atlántico, sino en el Pací­fico. O ya está situado ahí­.

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