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Para Luis de Guindos, el ministro de Economía, «el aumento de las cifras del paro pone en peligro el Estado del bienestar». Para a continuación recordar que «la banca necesitará 50.000 millones» para tapar el agujero inmobiliario. ¿En qué quedamos? ¿No es «sostenible» el gasto en sanidad o pensiones… y usted propone «regalar» a la banca 50.000 millones más? En los dos últimos años, el gasto real por habitante en sanidad ha disminuido un 10%. ¿Cuántos miles de millones le hemos entregado durante este tiempo a los bancos? ¿Dónde está «el peligro»?
¿Cómo que “no vamos a podernos permitir mantener el gasto actual en sanidad”?La realidad es que las comunidades autónomas prevén gastar este año un 6% menos de media en la salud de cada habitante. Lo que sumado a los recortes ya aplicados en 2011, arroja un descenso del gasto sanitario del 10%.Esto quiere decir que va a gastarse de media este año 1.210,95 euros por persona, frente a los 1.288,58 de 2011 y los 1.343,95 de 2010.Cifras muy alejadas de los 1.631 euros de media de gasto sanitario por habitante en la UE. Los números reales nos muestran que, por habitante, España gasta en sanidad un 74,1% de la media europea.¿Entonces, deberíamos gastar menos en sanidad… o mucho más?El caso más sangrante es Cataluña, que ha alcanzado el 117% del PIB per cápita medio de la UE-15, y sin embargo su gasto sanitario por persona es sólo el 79,7% de la media europea. Y encima, el gobierno catalán se dedica a cerrar ambulatorios o reducir camas en los hospitales… para “reducir el déficit”.Rajoy se ha apresurado a proclamar como “prioridad absoluta” de su gobierno una Ley de Estabilidad Presupuestaria que obligue a cumplir la meta de reducción del déficit que impone Bruselas.«¿Pero por qué no una “Ley de Estabilidad Social”, que obligue a igualar el gasto sanitario español como mínimo hasta la media de la UE?»¿De dónde sale el dinero? Podemos empezar por los 200.000 millones de avales públicos a la banca que el gobierno de Rajoy ha comprometido en la prórroga de los presupuestos. Por acabar con los privilegios fiscales de bancos y monopolios, que sólo pagan un tercio de los impuestos que les corresponden. O por eliminar los regalos a las sicavs, que permiten a las grandes fortunas pagar a Hacienda sólo un 1% de sus fabulosos beneficios.