Tito Ortiz es nombrado Cronista Oficial de Granada

El cronista de Granada

Tito Ortiz es, seguramente, uno de los cronistas más cualificados de la Andalucía de hoy, y no solo. Ahora lo es también como institución.

Iñaki Barinaga

Tito Ortiz es una referencia entre los periodistas andaluces, ha pasado por diferentes redacciones como Patria, Radio Popular, Cadena Ser, Localia, Radio 80 o Antena 3, pero la última etapa de su carrera profesional fue en Canal Sur.

Es miembro y candidato de la coalición Recortes Cero en las Elecciones de Andalucía del próximo 19 de junio.

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Felicidades por el nombramiento como Cronista Oficial de la ciudad de Granada, lo primero. Además apoyado unánimemente por PP y PSOE. ¿Cómo explicas este llamativo consenso?

Es una gran sorpresa. Es la primera vez en democracia que se ponen de acuerdo en algo en el ayuntamiento de Granada. He intentado en mis 50 años de carrera hacer mi trabajo lo más objetivamente posible y sin dejar cadáveres en el camino. Quien me conoce sabe que no me he callado nunca, pero el ensañamiento dentro de la profesión periodística no me ha gustado nunca.

¿Es posible recoger en política esa necesidad de unidad para acuerdos políticos de calado?

Soy bastante pesimista, en los últimos tiempos veo una labor cainita en los partidos mayoritarios, trasladada también a la política local y regional. Demasiadas veces, no ponerse de acuerdo por sistema, la crítica sin aportar soluciones. Eso a los primeros que no beneficia es a los ciudadanos. Dice mucho del momento que estamos viviendo, nadie conoce a nadie y donde los enfrentamientos van dejando huérfanos un poco a la sociedad e incluso a sus propios votantes, porque es incomprensible que no se pongan de acuerdo en cosas que benefician a la sociedad.

‘Es la primera vez en democracia que se ponen de acuerdo en algo’

¿Con qué Andalucía nos encontramos, qué te preocupa más ante las elecciones autonómicas?

Según las encuestas y declaraciones se vería un pacto hacia la derecha del PP. Esto deja a la izquierda huérfana, a la izquierda del PSOE se la ve desastrosamente desunida. La anécdota de presentar fuera de plazo a Podemos en la coalición de izquierdas creo que refleja perfectamente una visión de que a la izquierda del PSOE nada es posible. Mientras que a la derecha del PP, en cierto sentido se fortalece un poco Vox.

¿En esta situación, cómo valoras que Recortes Cero se presente como coalición?

Me parece que llega en un momento muy oportuno. Recortes Cero tiene un fundamento y en su decálogo propuestas lo suficientemente importantes para presentarse a cualquier tipo de elección, con su propia candidatura. Hay un proyecto de unidad con un programa trabajado desde 2014.

Hablas de la Granada de tus recuerdos como “vecinos que se conocían y se hablaban” y que ahora no ves esa ciudad.

Creo que el cronista de una ciudad debe ser ese nexo de unión entre los distintos pareceres en política, cultura o educación. En tiempos de la transición y posteriores uno presumía de sus ideas. Hoy hay miedo a comunicar, a saber, incluso desunión en las familias. Hemos ido hacia atrás sobre todo en aceptar al contrario, que tu vecino pueda tener unas ideas distintas a las tuyas y votar distinto es algo democrático y solidario.

¿Qué impronta quieres dejar como Cronista Oficial de Granada?

Quiero transformar un poco la visión del cronista oficial como eruditos, sabios hablando de qué ocurría hace 400 años en la ciudad y sus leyendas. Yo quiero todo lo contrario. Mi referente es Enrique de Jorquera, que fue cronista de la ciudad en el siglo XV y XVI: ser notario de la actualidad, reflejar en las hemerotecas y bibliotecas qué está ocurriendo en la Granada de hoy y dejar la referencia para generaciones venideras lo más objetiva posible. Contar el día a día en el que estás presente.

‘El cronista de una ciudad debe ser ese nexo de unión entre los distintos pareceres’

¿Cuál es el punto de referencia para comenzar tu trabajo?

Los referentes son la belleza monumental e histórica de Granada y su provincia, además dejar constancia de las personas que en cualquier campo dejan hitos importantes que hacen que sigamos confiando en el ser humano: en las artes, en lo científico, en la educación. Contar todo, sin negar la evidencia de lo negativo, pero dejar patentes los dones y virtudes. Sobre todo porque al final estás hablando de gente que trabaja y hace que esta ciudad siga adelante, con su esfuerzo y dedicación.

De tus 50 años de trabajo destacan la especialización en la Semana Santa, los toros y el flamenco, ¿crees que desde algunos sectores progresistas se da la espalda a la cultura popular, o se le rechaza como arma arrojadiza?

Esas cosas me recuerdan a aquellos visos de extraña progresía que hubo en la transición donde escuchar el pasodoble y la copla española era sinónimo de franquismo. Una incultura terrible porque su época dorada fue precisamente en la República y no pocos intérpretes sufrieron las consecuencias de la dictadura franquista. Hay una convivencia cultural extraordinaria y Granada un crisol de ella: árabes, judíos, cristianos y gitanos. Esa convivencia de tantos siglos en Granada ha hecho posible estas actividades: te puedes encontrar defensores a ultranza y también personas que no le gusta, pero conviven y son una forma de abrir caminos, como ha hecho el flamenco. Enrique Morente es el cantaor más importante que ha dado esta ciudad y empezó siendo un niño del coro de la catedral de Granada, venía de la enseñanza musical más estricta y clásica y se ha convertido en uno de los cantaores más importantes de la historia.

¿Falta contenido en las propuestas para la cultura desde la política?


Ahí tengo que tirar de las orejas totalmente a la clase política, brilla la falta de bagaje cultural en todos los partidos y hacen aguas una vez al cargo de entidades culturales y organismos. Si hay que ponerlos por problemas de listas en los partidos, yo recomiendo siempre que pongan un asesor a su lado que sepa de lo que va la historia y no les deje meter la pata.

¿Está minusvalorada la capacidad transformadora de la cultura en la sociedad?

El flamenco tiene la suerte de que existe Granada y que en 1922 existían unos señores que se llamaban Manuel de Falla, Federico García Lorca, Jofré… pusieron en marcha el primer concurso nacional de cante jondo que fue mundial, precisamente para rescatar al flamenco. Porque entendieron que el flamenco de las tabernas, de los colmados, de los cuartitos de los señoritos era más importante que todo eso.  A partir de esa iniciativa, de la que se celebran 100 años, el flamenco toma otra dimensión absolutamente extraordinaria, se fusiona con otras músicas, pasa a ser el atractivo de gente de todo el mundo… el flamenco se ha irradiado fuera de nuestras fronteras a raíz de ese primer concurso. El flamenco está a la altura de cualquier otra actividad cultural y es desde hace años patrimonio inmaterial de la humanidad.

‘Recortes Cero llega en un momento muy oportuno’

¿En los medios de comunicación queda sitio para el ámbito de la cultura?

Tradicionalmente, en líneas generales, siempre ha sido un apartado residual en cualquier medio de comunicación. En 50 años trabajando en prensa escrita, en radio y televisión he sentido envidia terrible del espacio, en páginas o en horarios, a los programas de deporte. En algunos medios se ha ido tratando con el tiempo, pero sigue habiendo una diferencia abismal y va en detrimento de la proyección que debemos darle a la cultura.

¿Cómo ves el panorama actual del periodismo y los medios en España?

Yo soy un niño de la televisión de un único canal en blanco y negro. He visto cómo han florecido las televisiones privadas y las autonómicas… Lejos de ir avanzando vamos hacia atrás, la precariedad laboral ahora mismo entre los periodistas es terrible: el 90% son mileuristas, en los grandes medios no son plantilla de la casa si no autónomos que trabajan desde su casa, hay otros incluso que trabajan solo por lo publicado y así raramente vas a llenar la bolsa de la compra.

¿Es además de un oficio mal pagado, también peligroso?

Ante las cifras de violencia sobre los periodistas uno tiene que reflexionar. Van 32 periodistas asesinados este año, fundamentalmente en Rusia y México. La lista de periodistas encarcelados asciende a 380 compañeros sufriendo prisión en sus países, un precio altísimo por ejercer esta profesión. El momento es difícil para todos.

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