Entrevista a Santiago Niño Becerra

El crash del 2010

Santiago Niño Becerra es catedrático de Estructura Económica en la Universidad Ramón Llull de Barcelona. Su libro «El crash del 2010» va por la 15ª edición, y en él rebate las «optimistas» predicciones que afirman que hemos empezado a salir de la crisis. Lo peor está por llegar.

En su libro “El crash del 2010” afirma que lo sucedido es sólo la antesala de lo que está or llegar, ¿qué diferencias tiene con los análisis que afirman que estamos empezando a salir de la crisis? Es un tema de dimensión. Lo que se está diciendo a nivel del Gobierno, de instituciones, es que es una recesión más como las que han habido anteriormente, como la del 91, aquí en España en el 93, la del 87, la del 62… se dice que es una recesión muy profunda, pero una recesión. Que tocando un par de cosas se podrá salir de ella. De ahí todos los planes de estímulo y ayuda que se han puesto en marcha. Que inyectando dinero se saldrá. Yo entiendo que no, que ésta es una crisis sistémica semejante a la de los años 30, que comienza en septiembre del 2007, cuando se manifiesta el problema de las suprime, y que supone el agotamiento de un modo de hacer. Hemos estado creciendo a base de crédito barato, de apalancamiento financiero, poniendo en marcha productos financieros sofisticados que daban beneficios pero que no tenían detrás nada. Y cuando esa capacidad de endeudamiento se ha agotado todo el sistema se ha paralizado. Se dan componentes que ya se dieron en la Gran Depresión, como el crédito masivo, la especulación bursátil e inmobiliaria, mas otros nuevos de gran complejidad. No estamos ante una recesión sino ante una crisis sistémica que supondrá un cambio en el modo de hacer las cosas. ¿Cuando?, cuando se acaben de diluir los efectos de los últimos planes de estímulo. Hay unas declaraciones muy significativas de la ministra Salgado, a principios de la semana pasada, cuando dijo que era el momento de sanear y que no podíamos gastar más. Cuando menciona las similitudes con la crisis del 29 habla de que la secuencia empieza en 1923 (en el crash de entonces) y en 2003 (en el crash actual) y de que la diferencia estriba en las decisiones entonces adoptadas y en las que ahora se han adoptado. ¿Cuáles son? Entre el año 23 y el 28 la productividad se disparó. La capacidad productiva aumentó enormemente, y para dar salida a esa capacidad productiva, como los salarios eran muy bajos y el Estado era muy poco consumidor por no decir nada, se tuvo que dar entrada al consumo a la gente a través del crédito. Esto es lo que ha estado pasando entre el 2003 y el 2007 a fin de dar salida a la enorme capacidad productiva generada. La evolución del PIB de las principales economías, en tasas de variación, es idéntica en ambos períodos. La diferencia estriba en que en el año 23 no hubo planes de estímulo. En el año 29 la gente se fue a dormir con un boom y se despertó con una depresión. Ahora, debido a que el Estado es consumidor, ha puesto en marcha una serie de ayudas al consumo y de rescates bancarios que lo que han hecho es prolongar dos años y medio esta situación de falsa apariencia de que el milagro es posible. Esto no se dio en el 29. Ahora todo está cogido con pinzas. Cuando los estímulos finalicen se producirá el derrumbe. El 2011 será muy parecido a 1930, el peor año de la Gran Depresión, estructuralmente hablando. Luego vendrán dos años de estancamiento, hasta finales del 2012, que equivaldrán al período de 1930 a 1933. A partir de ahí un estancamiento, que no se dio entonces porque Roosvelt inyectó dinero en el sistema, abriendo la puerta al cambio sistémico que ocurrió después, y cuya evolución es el modelo agotado que tenemos ahora. A partir de entonces, del 2015, se dará la salida y la recuperación; un cambio sistémico que se basará en la productividad y la eficiencia. Ésta será la diferencia con los años 30. ¿Por qué el 2010 es “la frontera”? Por el agotamiento de las inyecciones y los estímulos. Ya hay estudios en EEUU o en Alemania que muestran caídas de actividad cuando finalicen las ayudas. Son estímulos elevadísimos. Hay que tener en cuenta que, de forma directa o indirecta, Europa ha inyectado en el sistema el equivalente al 30% de su PIB. Y en EEUU es parecido. Son cifras gigantescas. Desde un análisis exigente, afirma que se han aceptado como buenos activos que no lo son, unos 600 mil millones… ¿qué consecuencias tiene esto? 600 mil millones es lo que dice ahora el FMI. Hay cálculos que hablan de muchísimo más. El mismo FMI empezó con 325 mil. En realidad no se sabe. Por poner un ejemplo: la urbanización que la Caja X aceptó como pago a la inmobiliaria Z… ¿cuánto vale eso ahora?. De momento se acepta el valor contabilizado porque a todo el mundo le conviene que valgan lo que los balances de los bancos dicen. No se puede afrontar la salida sin que toda esta porquería salga a la luz. Es entonces cuando se producirán las depreciaciones masivas de activos, lo que llevará, entiendo, a la estatalización de la deuda. De alguna manera lo que está pasando en Islandia nos está contando lo que va a pasar en todas partes. Un proceso de estatalización de la deuda, en el que la ciudadanía tendrá que apechugar con lo que le toque de deuda, y se acabó. ¿La peor situación de España está relacionada con que su crecimiento se ha basado en el endeudamiento, y no en el desarrollo del tejido productivo? Endeudamiento ha habido en todas partes. Si usted analiza la deuda familiar en Holanda es más elevada que en España. El endeudamiento ha pesado como una losa sobre la economía, pero el problema es que la calidad del PIB de España no soporta ese endeudamiento. Me explico: El PIB holandés está basado en medios y servicios de un medio-alto valor añadido, con una productividad muy elevada, y con un componente tecnológico muy elevado. Tenga en cuenta que en un invernadero holandés de pimientos la productividad es el triple que en un invernadero español de pimientos. En España el desarrollo del PIB ha estado basado en el turismo barato y en la construcción, es decir, una unidad del PIB holandés es mucho más sólida, se puede obtener mucho más que de una unidad del PIB español. Una unidad del PIB holandés, danés o sueco es mucho más independiente del exterior que una española. Aunque la deuda sea superior a la española, ese PIB es capaz de soportarla de forma menos corrompida, menos insana que en el caso de España, donde se ha alcanzado una deuda del 386% con un PIB de bajo valor. ¿En qué se basa esa deuda?, ¿cuál es su origen? Hablamos de deuda pública, mas privada, bancos y cajas… todo. La deuda pública es la deuda del Estado; deuda que venía de antes, que se ha puesto en marcha por el déficit… la deuda privada que han alcanzado las empresas en sus procesos de inversión, y la deuda de las familias al pedir préstamos y endeudarse. La deuda de los bancos, de la que se habla muy poco, es la que bancos y cajas españoles han obtenido del exterior para dar los créditos en el interior. La mitad de los créditos que las entidades financieras españolas han dado a la gente para que se compre un piso, procedía de préstamos que han solicitado en el exterior. La situación de bancos y cajas españoles es realmente muy mala, deben muchísimo dinero. Entre el año 2010 y 2012 deben devolver 412 mil millones de euros. Simplemente de créditos inmobiliarios se deben 310 mil millones, de los cuales ya se ha dicho que una gran cantidad no se va a poder pagar. ¿Y a qué se refiere cuando habla en un artículo reciente de que es artificial? Me refiero a su bajo valor añadido. Un PIB basado en la dependencia exterior. Algo que no es sostenible. La productividad que España tenía en el año 2005 era la productividad que Suecia tenía en 1973. Es un retraso de 25 años. ¿No es, por lo tanto, especialmente para España, una debilidad el grado de dependencia de la financiación exterior y del capital extranjero? Evidentemente. Y no solo del capital. Los miles de millones que deja aquí el turismo no sirven más que para compensar un saldo comercial negativo crónico que España ha tenido siempre. España importa mucho más de lo que exporta. Importa cosas de alto valor añadido, y exporta cosas de bajo valor. Así que España no puede permitirse decir que no a ese turismo barato. Primero porque no vendría turismo caro, y segundo porque necesita como agua de mayo ese turismo, aunque sea barato, para financiar el saldo negativo de la balanza. Usted afirma que “la capacidad de consumo descenderá, y, a la vez, lo hará la recaudación de los Estados […] Dejarán de ser factibles tareas realizadas al calor del Gasto Público y dejarán de ser sostenibles realidades creadas al abrigo de avales y garantías estatales.” ¿A qué tareas y a qué realidades se refiere? Al modelo de protección social, que va a ser recortado. En todas partes, pero aquí más. Este modelo se financia de los ingresos públicos, que nacen de las contribuciones fiscales, que lo que gravan es la actividad económica. Si la actividad económica cae, los ingresos públicos bajan y el modelo de protección social tiene que ser recortado. Se van a recortar muchas cosas, no solo esto. Ahora es cuando vamos a volver a ver baches en las carreteras. Además el modelo de protección social es muy fácil de recortar: con que aumente un 10% las listas de espera o se reduzca la financiación de los medicamentos… la reducción de gastos es rápida pero afecta al consumidor final. Si usted no repara una carretera hay mucha gente afectada, personas, empresas, pueblos…. pero si usted pone en marcha el “copago sanitario”, que está cantado, el que lo padece es el “señor Juan López”. Hay muchos “Juan López”, lo que pasa es que no están unidos. Por eso el impacto es mucho mayor. Hay cosas que ya se están viendo, como el alargamiento de pagos de la Seguridad Social a sus proveedores, problemas de suministro de calefacción en colegios públicos… Cuando habla de que el modelo iniciado después de la IIGM está agotado y que por lo tanto tomar medidas desde él no sirve para nada… ¿en qué consiste ese sistema?, ¿por qué se ha agotado? Hasta que se produce la Gran Depresión de los años 30, las empresas se dedican a acumular capital. Los salarios son muy bajos y los Estados no intervienen. La situación era de carencias muy fuertes. No hay más que leer la novela de Scott Fitzgerald, “El gran Gatsby”, donde se pone esto de manifiesto. ¿Cuál fue el cambio sistémico?, la escuela del señor Keynes dijo que si el Estado pudiera consumir y aumentara el consumo de la población, el crecimiento potencial aumentaría enormemente, y eso se traduciría en un mayor crecimiento real porque el PIB crecería. Eso se hizo y se han pasado años excepcionales. ¿Cuál es el problema que tiene ese modelo?. En primer lugar que es desperdiciador de recursos, y se pensaba que no era un problema porque los recursos eran inagotables y muy baratos. Y en segundo lugar que es imprescindible que el consumo no solo se prolongue en el tiempo, sino que sea creciente. Como la productividad tiende a crecer se ahorran factores productivos, y es genial que se gaste menos manganeso, menos madera… pero cada vez hace falta menos factor trabajo. Hemos llegado a una situación en la que la capacidad productiva es brutal y las posibilidades de aumento tremendas, pero cada vez hace falta menos factor trabajo y más barato, pensemos por ejemplo en los mileuristas… La única forma de que la gente pudiera consumir era a base de crédito, y a la gente se le dio crédito. Y hemos llegado al final: sobra gente, bajan los salarios, hay una capacidad productiva excedentaria tremenda, una enorme ineficacia, y el endeudamiento ya no puede crecer más. Es un modelo que está agotado. Y ¿en que dirección habría que pensar como alternativa? El cambio sistémico tiene que venir por la eficiencia y la productividad. Producir lo que sea necesario y consumir lo conveniente. Será importante lo que sea necesario. Ha estado genial que en EEUU la gente se cambiara de automóvil cada dos años y medio pero es insostenible. Está bien que en España se cambien de móvil cada dos meses y medio, pero no se sostiene. Claro, eso va a significar, por ejemplo, que la contaminación va a bajar, que los procesos productivos serán más eficientes. Lo que pasa es que si usted diseña un proceso productivo en el que consume menos vanadio será genial porque el vanadio seguirá en la mina y le estará esperando para sacarlo cuando lo necesite. Pero si necesita menos factor trabajo la consecuencia es paro, y no se puede coger a una persona, meterla en un armario, y sacarla cuando se necesite. Cuando llegue la recuperación, que llegará, tenemos que esperar tasas de paro muy altas. En el 2012, en España, podemos llegar al 30%, y cuando llegue la recuperación nos tenemos que acostumbrar a no bajar del 15% respecto a la población activa. Es otro universo. ¿No parte todo esto de muchos aspectos de la tesis marxista acerca de la contradicción entre el desarrollo de las fuerzas productivas y las relaciones de producción, es decir, las relaciones de propiedad y distribución de esa riqueza que traban el desarrollo de esas mismas fuerzas? Claro. Esto es absolutamente marxista. Todo sistema lleva el germen de su propia destrucción. El sistema capitalista nace a principios del siglo XIX, sustituyendo al sistema mercantilista que llegó a su fin con la Guerras Napoleónicas. Hasta ahora los sistemas han tenido una duración de unos 250 años, por lo que al sistema capitalista, si se repite la misma dinámica, le quedan entre 50 o 60 años. El sistema capitalista ya está en un proceso de declive. Las fuerzas productivas están ahí y se adaptarán. Las imperantes en el sistema mercantilista llegaron a su colapso y se pusieron en marcha unas nuevas. Ahora pasará lo mismo. Es terrible porque lo vamos a vivir, pero a lo largo de la Historia esto ha pasado muchas veces. Me dirá usted que entonces se puede hablar de una “inevitabilidad”… pues sí. Como decía Serrat en la canción “nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio”. Ha pasado, pasa, y seguirá pasando. Las cosas nacen, se desarrollan y mueren siendo sustituidas por otras.

Deja una respuesta