Un representante del gobierno de Ibarretxe detenido por espionaje en Cuba

El CNI y el espí­a del Gobierno Vasco en Cuba

El Centro Nacional de Inteligencia (CNI), organismo de Inteligencia Español. Evalúa su situación en Cuba después de que hayan surgido noticias del malestar del gobierno de La Habana por algunos sucesos recientes que alcanzarí­an al servicio secreto Español. Mientras, en el CNI se evalúa desde la semana pasada la delicada situación, que se produce en un momento en el que el Gobierno español intensifica sus gestiones para intentar normalizar por completo las relaciones de la Unión Europea (UE) con el gobierno Cubano.

En este ámbito se inscribe la entrevista que se rodujo la pasada semana en Praga entre el ministro de Asuntos Exteriores español, Miguel Ángel Moratinos, y su colega cubano Bruno Rodrí­guez en el marco de la reunión entre los paí­ses iberoamericanos del denominado Grupo de Rí­o y la UE.El incidente, que ha tensado las relaciones diplomáticas entre los dos paí­ses, se produce apenas dos meses después de la destitución de Carlos Lage, y el ex ministro de Asuntos Exteriores, Felipe Pérez Roque, El gobierno cubano apartó a los dos dirigentes el pasado 1 de marzo y 23 dí­as después el hijo del primero abandonó la Isla en dirección a España, según medios periodí­sticos.En paralelo con estas destituciones se produjo, esa misma semana, la salida del diplomático Fernando Remí­rez de Estenoz, jefe de Relaciones Internacionales del PCC y amigo de Lage. También causó extrañeza la detención de Conrado Hernández, un vasco-cubano cercano a Carlos Lage y que era el enlace en la isla con el Departamento vasco de Industria. Meses antes hubo una comida en el departamento de Matanzas, en la que el empresario posee una vivienda, a la que asistieron tanto Carlos Lage como Pérez Roque. En ese almuerzo hubo fuertes crí­ticas al gobierno, entre otras conversaciones comprometidas.»The New York Times», informó de que al parecer el arresto de Conrado Hernández, delegado de la Sociedad para la Promoción y Reconversión Industrial (SPRI), dependiente del Gobierno vasco, estarí­a relacionado con la supuesta grabación clandestina de conversaciones de altos cargos del régimen cubano, entre ellos los ya citados Lage, del que era amigo de la infancia, y Pérez Roque. El rotativo norteamericano citaba como fuente a funcionarios cubanos que pedian mantener el anonimato. Siempre según esa información, Conrado Hernández habrí­a realizado las grabaciones durante fiestas habituales en su finca de Matanzas, para entregarlas luego a agentes de la inteligencia española.Hernández fungí­a como representante de la SPRI en Cuba desde la creación de la sede, en 1998. Su función principal era la de intermediario entre el gobierno cubano y las cerca de 40 empresas vascas con intereses comerciales en la Isla. Fue detenido el pasado 14 de febrero, en el aeropuerto de La Habana, cuando se disponí­a a viajar con su esposa a Bilbao para asistir a una reunión de trabajo.Dí­as después del arresto, la Policí­a cubana, según la información publicada por el diario «El Correo», registró la oficina en La Habana de la Sociedad para la Promoción y la Reconversión Industrial del Gobierno Vasco, que dirige Hernández, donde se incautó de documentación y de ordenadores, y un pasaporte diplomático sin autorizar que le habrí­a dado Pérez Roque. Según las citadas fuentes. El asunto se ha mantenido en el más absoluto de los secretos, si bien ya desde la semana pasada existí­an noticias del fuerte malestar del Gobierno cubano. En España, mientras tanto, se preferí­a no hacer comentarios para «poder evaluar en su dimensión exacta» el alcance del problema, en cualquier caso muy grave y con pocos precedentes. La relación de la Habana con la embajada española y sus agregados se tensó desde la detención de Hernández generando un conflicto, que España se ha visto obligada a suavizar en los últimos dí­asretirando parte de sus agentes en la islaLos dos destituidos de sus cargos publicaron cartas en las que admití­an haber cometido errores, pedí­an perdón y consideraban justo el castigo. Hasta el momento no se sabí­a cuáles habí­an sido esos «errores». La mayorí­a de los observadores le apuntaba a una ambición desmedida. Pero todo indica que su pecado fue el más común entre los humanos: no ser prudentes a la hora de hablar. Según una nueva versión, divulgada por The New York Times, hay grabaciones en las que los dos funcionarios aparecen haciendo duras crí­ticas y chistes inapropiados sobre los hermanos Fidel y Raúl Castro.En un paí­s donde los ministros duran décadas en sus cargos, Lage y Pérez Roque eran, después de Raúl y Fidel, los rostros cubanos más conocidos en las cumbres internacionales, los más prestigiosos por fuera de la histórica generación de la lucha guerrillera y candidatos obvios para cualquier sucesión. Por eso, desde que Raúl reestructuró la cúpula de poder, surgieron todo tipo de especulaciones. En un primer momento, se creyó que se trataba de sacar a ‘los hombres de Fidel’ para darles paso a los de Raúl. Pero muy pronto el hermano mayor los terminó de sepultar polí­ticamente al negar que fueran sus protegidos y alimentó las especulaciones cuando escribió en una columna que «la miel del poder por el cual no conocieron sacrificio alguno, despertó en ellos ambiciones que los condujeron a un papel indigno. El enemigo externo se llenó de ilusiones con ellos».Las fuentes del reportaje son funcionarios cubanos que, por supuesto, hablaron off the record. Según el relato, después de que Pérez Roque recibió una ovación de pie cuando dejó su oficina, Raúl convocó a los 20 funcionarios más importantes de la cancillerí­a para explicarles su decisión y les dejó oí­r algunos apartes de las grabaciones. La historia se dio a conocer en momentos en que se acumulan los gestos que apuntan a un histórico cambio de era en las relaciones entre Washington y La Habana. Precisamente una comisión de congresistas demócratas visitaba la isla la semana que pasó, mientras se publicaba la nota, y hace algunas semanas otro senador, Richard Lugar, el republicano de más alto rango en temas de polí­tica exterior, presentó un informe en el que calificaba el bloqueo a Cuba como un fracaso y abogaba por ponerle fin.Mientras los medios de comunicación «anticastristas», hablan de una maniobra de distracción de Raúl Castro que monto la trama para sacar a Lage y Roque de en medio. El «New York Times», habla de maniobra de los servicios de inteligencia españoles, para sondear un posible recambio de gobierno en Cuba através de los ministros destituidos. Otros medios de comunicación hablan de corrupción y comisiones cobradas por los funcionarios através del representante del gobierno Vasco. Todo son especulaciones, el gobierno de la Habana, ni afirma, ni desmiente, prefiere manejar el caso con discreción. Lo que si sabemos es que nadie puede creer en la autonomí­a de los servicios de inteligencia españoles respecto a la CIA. El CNI fue construido, infiltrado e intervenido desde su creación en los años del gobierno de Felipe González. La CIA se encargo de asesorar y formar el Langley a los agentes españoles. Otra cosa que es conocida es la histórica relación de el PNV con los sevicios de inteligencia norteamericanos, los servicios prestados por el gobierno Vasco en el exilio a la CIA y el FBI, por toda Latinoamérica, han sido de importancia para el imperialismo yanqui.Por tanto toda esta trama, si se confirma, nunca pudo ocurrir sin el beneplácito de Washington.

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