SELECCIÓN DE PRENSA NACIONAL

El centro de la izquierda

Las fuerzas que compiten por el voto de centro-izquierda e izquierda (PSOE, IU y Podemos) han dado pasos importantes para ocupar el corazón del tablero de juego con desplazamientos en uno u otro sentido. Las tres navegan en aguas revueltas; las tres corren el riesgo de desconcertar a sus electorados. En esas aguas puede obtener réditos Podemos, el partido que ha nacido y crecido aglutinando el desencanto y la indignación de los ciudadanos. Pero el PSOE no debería dejarse arrastrar por la presión de los sondeos, sino rearmarse políticamente con un programa serio y estructurado que adapte los principios de la socialdemocracia a los nuevos tiempos.

Hace una semana, poco antes de que Podemos presentara su proyecto económico, el líder del PSOE, Pedro Sánchez, anunció que votaría a favor (y lo cumplió) de la propuesta de IU de derogar el artículo 135 de la Constitución que consagraba la estabilidad presupuestaria, consensuado en 2011 por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el líder de la oposición, Mariano Rajoy. Los socialistas buscaban tapar la boca a los dos partidos a su izquierda. La decisión recibió críticas, que compartimos, porque revelaba inconsistencia en una fuerza caracterizada por la responsabilidad institucional durante sus años de gobierno.

Al día siguiente, Pablo Iglesias se declaró socialdemócrata y presentó unas propuestas de política económica en las que renunciaba a algunas de las banderas de Podemos: el impago de la deuda, la renta básica para todos los españoles y la jubilación a los 60. El mensaje de moderación quedó eclipsado por la ambigüedad y la ideología de fondo del programa.

El tercer grupo en liza, IU, ha movido ficha con la llegada de Alberto Garzón al liderazgo y su anuncio de que solo hará acuerdos sobre programas claramente de izquierdas. Para enredar más la madeja, las primarias para designar a los candidatos de IU en Madrid han concluido con una fuerte polémica por la supuesta injerencia de Podemos a favor de la candidatura del sector crítico.

Ante este panorama, si el PSOE quiere mantener la hegemonía de la izquierda debe asumir la responsabilidad de una fuerza que ha liderado la mayor transformación democrática y social de la reciente historia de España. En su borrador de estrategia electoral, publicado ayer y hoy en EL PAÍS, se dedica más tiempo a desarrollar un plan que frene a Podemos que a profundizar en un programa consistente que le permita recuperar la confianza de los ciudadanos y volver a gobernar en España.

El PSOE ha renovado a sus líderes, en un ejercicio democrático digno de mención, pero necesita asentarse desde la coherencia y la profundidad de sus mensajes. Es bueno que busque la limpieza, que se acerque a la calle y que muestre su capacidad de gobierno, como dice el documento, pero es mejor que lo haga con propuestas concretas y renovadoras que sean capaces de volver a ilusionar al electorado que le hizo grande.

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