El Caso del Doctorando Guttenberg

Su aparición con su mujer Stephanie zu Guttenberg en el campamento militar del Kundus en Afghanistán aparecí­a hasta en las revistas de cotilleos. Se le presentaba como un hombre aristocrático fuerte y una especie de prí­ncipe azul junto a su princesa que se digna también a ver a los soldados alemanes.

Ahora que ha quedado manifiesto que su tesis de doctorado es un auténtico lagio (más del 20% de su trabajo es un «copia y pega» sin citas correspondientes y cambiando pocas palabras incluso en el capí­tulo de conclusiones) su imagen desde luego ha caí­do, tanto que ha tenido que dimitir.   Si hubiese ocurrido ésto en otro paí­s probablemente no hubiese habido tanto revuelo. Pero en Alemania llevar delante del apellido el tí­tulo «Dr.» sigue siendo una cuestión de gran pestigio. Tener el tí­tulo, en muchas empresas implica no solo prestigio y por lo tanto que uno tenga acceso a puestos más importantes, sino un sueldo mayor «solo» por tener ese tí­tulo. Cuesta creer que eso ocurra en otros paí­ses. En España muchos empresarios seguramente ven el doctorado como una pura pérdida de tiempo.   Diferentes polí­ticos del gobierno se han puesto a defenderlo de forma vehemente, Merkel la primera diciendo que no ha contratado a un asistente cientí­fico sino a un ministro de defensa. Justamente esas palabras es lo que ha indignado a miles de cientí­ficos y doctorandos (se han sumado ya más de 25.000) que han publicado un manifiesto donde critican justamente esa frase y la actuación de Merkel. Guttenberg ha dicho y sigue diciendo que no querí­a engañar a nadie. El problema que ven los cientí­ficos más allá de a qué partido pertenecen Guttenberg y Merkel, es que se legitima el que uno puede timar cientí­ficamente y no pasa nada y mantener uno de los puestos más importantes del gobierno. Se esta preparando otro manifiesto firmado por varios miles de catedráticos que va en una lí­nea de crí­tica parecida. Para la comunidad cientí­fico desde luego era insuficiente que se haya disculpado y devuelto su tí­tulo.   Una pregunta interesante serí­a: ¿cómo Guttenberg pudo ser tan naif de pensar que no se le descubrirí­a? En tiempos de google es bastante sencillo comprobar si un trabajo es un plagio o no. Su director de tesis Peter Hí¤berle, un catedrático de derecho de reconocimiento internacional no lo hizo y le puso la máxima nota. Que eso le pase a un señor de 77 años quizás no acostumbrado a las nuevas tecnologí­as y confiando en su estudiante es normal.   ¿Quizás tenga algo que ver que Guttenberg estaba proponiendo la abolición de la mili alemana y la cada vez mayor profesionalización del ejercito alemán proponiendo que incluso extranjeros puedan formar parte de él?   En noviembre de 2010 a través de diplomáticos estadounidenses en combinación con Wikileaks salió revelado que Guttenberg era considerado muy positivamente por ellos y en particular descrito por uno de ellos como un experto en asuntos exteriores, un transatlántico y un amigo cercano y conocido de los Estados Unidos. Es evidente que hay alguien detrás del acoso que ha sufrido Guttenberg. Desde la CSU, el sector bávaro de la CDU, a la que pertenece Guttenberg, se está criticando a sectores de la CDU por no haber respaldado suficientemente al ex-doctor. Por otra parte Guttenberg estaba considerado por muchos como próximo candidato para ser canciller de Alemania y las encuestas indican que es bastante popular entre los alemanes. ¿Es quizás demasiado pro-yanqui y alguien ha pisado el freno?  

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