El capital norteamericano, a la caza de las telecos europeas

“La opa de KKR sobre Telecom Italia abre la veda de la caza de telecos”. Así titulaba la noticia el mayor periódico económico español.

KKR, uno de los mayores fondos de inversión y capital riesgo de EEUU, quiere hacerse con el control de la principal operadora de telecomunicaciones de un país como Italia. No es una operación más. Si Telecom Italia puede caer, todos los gigantes europeos del sector están en el punto de mira.

Las telecomunicaciones van a ser uno de los campos principales de inversión de los fondos europeos. Y el gran capital norteamericano quiere hacerse con la parte del león de los beneficios de un sector en expansión.

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Europa, en la diana de Wall Street

Telecom Italia posee la mayor parte de la infraestructura de telecomunicaciones en el país transalpino, la tercera economía de la zona euro. Obtuvo el año pasado, en plena pandemia, un beneficio neto de 7.352 millones de euros, y en los nueve primeros meses de 2021 sus ganancias se elevan a 4.390 millones.

Es una pieza de caza mayor… Y los grandes cazadores ya están disparando para abatirla.

KKR es uno de los gigantes norteamericanos de las finanzas. Administra 400.000 millones de euros, y está presente en más de 100 empresas. Es un fondo de inversión, que concentra capital de grandes fortunas, de fondos de pensiones, para gestionarlo obteniendo una alta rentabilidad, convirtiéndose en “accionista de referencia” permanente en grandes empresas. Pero también actúa como un fondo de “capital riesgo”, que compran empresas en problemas a precio de saldo para luego venderlas por mucho más valor y obtener jugosos beneficios.

Ahora, KKR ha lanzado una opa para hacerse con el 100% del control de Telecom Italia. Ya no apunta a pequeñas o medianas compañías. La pandemia ha rebajado el valor en bolsa de los gigantes europeos de las telecomunicaciones, especialmente de aquellos que, como Telecom Italia o Telefónica, arrastran una enorme montaña de deuda. Además, las inversiones en “transformación digital” serán el segundo epígrafe de los fondos europeos que más volumen de dinero recibirá.

Un sector en expansión, que anuncia muchos beneficios, y que ahora se puede comprar a un precio menor que su valor real. La combinación perfecta que atrae a los grandes fondos norteamericanos.

Hasta ahora, su principal accionista era Vivendi, el gigante francés que también es el primer propietario de PRISA en España. Y cuenta con una significativa participación del Estado italiano.

En 1997 se emprendió su privatización, pero asegurando una presencia de capital público y la capacidad de veto del Estado ante posibles compras. En 2018, el fondo norteamericano Elliott consiguió tomar el control de su consejo de administración. Ahora, Wall Street pretende cobrarse la pieza completa.

Con la adquisición de Telecom Italia, el capital norteamericano apunta ya a los gigantes de las telecomunicaciones europeas

No se trata de un caso aislado. Los grandes fondos, especialmente los norteamericanos, acechan en los últimos meses a las principales “telecos” europeas. En mayo la holandesa KPN rechazo dos ofertas, una de EQT y Stonepeak y otra de KKR. Y la prensa inglesa alienta los rumores sobre operaciones que buscarían tomar el control de British Telecom.

Ya se han formalizado operaciones, como la compra de T-Mobile Netherlands, filial holandesa de Deutsche Telekom, para parte de Apax Partners y Warburg. Pero la opa de Telecom Italia coloca la batalla por las telecomunicaciones europeas en otra dimensión.

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Las telecomunicaciones españolas, bajo control extranjero

Y España es uno de los países que enfrenta mayores peligros. Otro sector estratégico, como las telecomunicaciones, puede quedar bajo el control casi absoluto del gran capital extranjero.

Ya está pasando, sin que eso provoque el escándalo que se merecería.

Aprovechando la pandemia, grandes fondos anglonorteamericanos han protagonizado sonadas operaciones.

En junio de 2020, una alianza formada por KKR, Cinven y Providence lanzó una OPA para hacerse con el 100% de MasMovil. Contó con el apoyo del consejo de administración y los entonces principales accionistas, grandes familias oligárquicas como los Ybarra, que no tuvieron reparos en entregar uno de los principales operadores de telecomunicaciones español al capital extranjero a cambio de jugosos beneficios.

Y en agosto de este año, MasMovil, ya bajo control extranjero, compraba Euskaltel, la “joya de la corona” industrial vasca. El PNV no esgrimió entonces la “defensa de la singularidad vasca”, y acató la operación.

La toma de control del capital extranjero sobre las telecomunicaciones en España no es nueva. Y afecta también a los gigantes del sector.

Cellnex es el valor en alza. Ha superado en capitalización bursátil a Telefónica, y es ya el principal operador europeo de infraestructuras de telecomunicaciones, con un 25% de la cuota de mercado continental.

Al calor de la pandemia ha aumentado el grado de control del capital norteamericano sobre las telecomunicaciones en España.

Comenzó su andadura como filial de Abertis, bajo el férreo control accionarial de La Caixa. Pero esos tiempos pertenecen al pasado. Hoy, el banco catalán solo posee un 5% de las acciones de Cellnex. Sus principales accionistas son el holding de la familia Benetton, el fondo soberano de Singapur o gigantes norteamericanos como BlackRock.

Y llegamos a Telefónica, el histórico monopolio de telecomunicaciones en España. Recientemente, José María Pallete se reunió con sus principales accionistas. Para hacerlo tuvo que viajar a Nueva York, a entrevistarse con los grandes fondos de la superpotencia. Aunque BBVA y La Caixa conservan el papel de accionistas de referencia, con más del 5% de acciones cada uno, el control real sobre Telefónica lo ejercen un conjunto de grandes fondos y bancos norteamericanos, con BlackRock, Morgan Stanley y Goldman Sachs a la cabeza.

Recientemente, Telefónica ha vendido a American Tower por 7.200 millones de euros más de 30.722 emplazamientos en España, Alemania, Brasil, Perú, Chile y Argentina. Dentro de una estrategia que, para reducir su abultada deuda, le obliga a vender a fondos extranjeros sus activos más valiosos.

El gran capital norteamericano está lanzando una feroz ofensiva en Europa, y tiene como objetivo hacerse con el control de un sector clave como las telecomunicaciones, que crecerá al calor de los fondos europeos o la implantación del 5G.

Hace treinta años, banca, energía, telecomunicaciones y construcción eran “cotos cerrados” de la oligarquía española, donde no podía entrar el capital extranjero. Ahora, en cada uno de esos sectores los que realmente mandan son fondos foráneos, especialmente norteamericanos.