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El capital extranjero aprovecha la depreciación del transporte urgente para controlar el sector

La crisis está pasando factura al sector del transporte urgente y la paquetería y dejando campo abonado al capital extranjero, que con la reciente compra de Azkar, tiene ya el control de gran parte de las principales empresas que operan en este negocio. La caída en las valoraciones de los operadores debido al menor movimiento de mercancía, sobre todo industrial, y a la creciente fragmentación del sector está erosionando los márgenes de forma acelerada. Sólo el mercado internacional tiene cierta vitalidad, perola competencia es feroz y los grandes operadores juegan con ventaja. Además, los transportistas industriales están migrando hacia el mercado del gran consumo, que se ve impulsado por el veloz desarrollo del comercio electrónico.

La debilidad del sector es notoria y está siendo aprovechada por los operadores extranjeros, que tienen en el punto de mira a las grandes empresas nacionales.

Ayer mismo se anunciaba la toma de control de la empresa de transporte Azkar, que controlaba la familia Fernández Somoza, por el grupo Dachser. Esta firma alemana se hace con el 90% de las acciones, por lo que pasa a disponer del control total de esta compañía. Desde 2008 ya poseía el restante 10%.

El comprador no ha querido desvelar el monto de la operación pero ha avanzado que Azkar, que mantendrá «por ahora» su actual nombre, recibirá parte de la inversión de 1.300 millones de euros que el grupo planea acometer en diez años a escala global.

Es este un capítulo relevante en el desembarco acelerado de operadores extranjeros en las grandes empresas del sector. Hace unos meses, por ejemplo, el grupo suizo Betlen adquiría el 100% de la red de transporte urgente EnviPaq hasta ese momento propiedad de Adys. Con esta adquisición, el grupo ASM se convertía e en la segunda red de transporte urgente más grande del país.

Seur, la compañía líder de transporte urgente en España, acaba de pasar bajo dominio de capital foráneo. La francesa Geopost lleva ya ocho años en el grupo y en este periodo ha ido comprando veintitrés unidades de negocio o franquicias territoriales. Gracias a las últimas adquisiciones, realizadas hace apenas unas semanas, el grupo francés controla ya el 55% de Seur.

Quedan algunos operadores relevantes con capital nacional, pero la tendencia según los expertos es que los más grandes vayan cayendo bajo control extranjero.

Curiosamente, mientras la crisis se agudiza y se acelera este desembarco de capital foráneo, la fragmentación del mercado aumenta. A cierre de 2011 se contabilizaban 6.651 empresas dedicadas a actividades postales y de correo, un 7,6% más respecto a un año antes, un crecimiento «motivado» por el dinamismo del comercio electrónico y la necesidad de diversificar por parte de empresas procedentes de sectores relacionados.

Pero de forma simultánea las manos fuertes del sector son cada vez más grandes porque hay una progresiva concentración. Según un estudio de la consultora DBK, las cinco primeras empresas del ramo suman una cuota de mercado conjunta del 46% en el caso de la paquetería empresarial y del 47,5% en el de la industrial.

Tres años de retroceso

La actividad está muy resentida por la crisis. 2013 se presenta como el tercer año consecutivo en el que retrocede el volumen del mercado. En 2011 el sector facturó en España 6.430 millones de euros, lo que supuso un descenso del 1 % respecto a 2010. La facturación de envíos nacionales, por su parte, cayó un 3 %, aunque aumentó un 7 % en el caso de los internacionales. Estos servicios aportaron unos ingresos de 1.240 millones de euros en 2011, un 6,9 % más que en 2010, frente a la disminución del 2,8% registrada por los servicios nacionales», resalta el informe. La actividad bajó tanto en la paquetería empresarial (-1,3 %) como en la industrial (0,8 %).

En cuanto al futuro, el informe prevé que la tendencia de decrecimiento del mercado se prolongará a corto plazo, debido, sobre todo, a la desfavorable situación económica y al clima de desconfianza. Según los cálculos que maneja DBK, el volumen de negocio generado por las empresas de mensajería y paquetería «se reducirá hasta el entorno de los 6.150 millones de euros en 2012, lo que significará un descenso del 4 % respecto al año anterior. Para 2013, por su parte, se estima una disminución de alrededor del 2-3 %.

La actividad interna seguirá mostrando un comportamiento negativo, con caídas cercanas al 6 % y al 4 % en 2012 y 2013, respectivamente. Por su parte, el negocio internacional continuará aumentando, aunque a un menor ritmo que en los últimos años.

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