selección de prensa nacional

El camino a Vitoria

Se nota que existe expectación, mucha expectación, acerca de cómo vaya a resolverse finalmente la formación del gobierno vasco. Tanta, que nadie dedica hoy editoriales o grandes análisis al tema. Lo fundamental sobre los resultados ya está dicho y ahora hay que esperar. Esperar a ver el grado de consecuencia de Patxi López y el PSE en llevar adelante la promesa del cambio y el mandato de hacerlo que los electores han dado.

Eserar a ver, tras sus primeras hiper-agresivas reacciones, que camino toma el PNV, al que nadie debe dar por descartado. Y no sólo por su proverbial jesuitismo, capaz de hacer con la mano izquierda lo contrario que con la derecha, y sin que ninguna de las dos se enteren; también porque es demasiado lo que se juega en el envite. Nada más y nada menos que perder toda la red clientelar en que ha basado –además de en la utilización para su conveniencia del terror– su hegemonía política en 3 décadas. Y queda también, saber exactamente el rumbo que tome Zapatero –y con él la mayoría de la dirección del PSOE, tan proclive en esta última etapa a la alianza y connivencia con el nacionalismo, sin importar su radicalidad por la disgregación de España– y la alta capacidad de presión interna y externa que previsiblemente tiene en el PSE. Pero que no se trate el futuro gobierno de Euskadi no quiere decir que no haya temas de enjundia. La inhibición de Baltasar Garzón en el caso Gurtel ha permitido tener acceso a una parte sustancial del sumario, aunque muchas de las pruebas, documentos, grabaciones,… sigan estando todavía bajo secreto de sumario. Sin embargo, de lo hecho público se desprende que hay relevantes personajes de primera plana política del PP que van a dejarse pelos en la gatera en este asunto. Desde luego Esperanza Aguirre –por cuyo rostro parecen haber pasado años en lugar de semanas desde que se supo del caso– que tiene la organización de Madrid más agujereada por la corrupción que un queso gruyere por los ratones. Pero también Francisco Camps, presidente de la Comunidad Valenciana, al que posiblemente no se le pueda imputar ninguna responsabilidad penal pero sí política. Y que –como algunos sospechábamos– ha demostrado por debajo de su fachada de astuto florentino un personaje bastante inconsistente y con escaso peso político. Tampoco, si hemos de creer la editorial de El Mundo que hoy trata sobre este asunto, el jefe de las finanzas del PP podrá escapar al asunto. Lo que, a fin de cuentas, no deja de ser un precio menor para Rajoy que ha conseguido sus dos objetivos principales, salir reforzado de la asfixiante presión a la que o mantenían sometido con los resultados de Galicia y Euskadi, y no contaminar al aparato central de finanzas del PP. A ver si al final la operación diseñada contra Rajoy, va acabar liquidando a los enemigos de Rajoy. Lo que no dejaría de tener su gracia. Editorial. El Mundo LA INHIBICIÓN DE GARZÓN ABRE LA PUERTA A LA VERDAD DOLORES DE COSPEDAL tachó ayer de «insidiosas» e «injustificadas» algunas de las acusaciones que Garzón formula en sus autos de inhibición, respaldando expresamente la inocencia de Francisco Camps y negando una hipotética financiación ilegal del PP. Lo vamos a poder corroborar con certeza en los próximos meses, puesto que la inhibición de Garzón va a permitir que los hechos sean investigados por jueces profesionales, no catalogables en función de sus simpatías políticas. Ellos tendrán que separar el grano de la paja y podremos comprobar la veracidad o no de las afirmaciones del sectario superjuez. Otra de las cosas positivas que han pasado en las últimas horas es el levantamiento del secreto del sumario, lo que nos permite conocer de qué se acusa a cada persona. De su lectura se desprenden tres tipos distintos de responsabilidades: las que tienen sobre todo trascendencia penal, las de menor trascendencia penal y más política y aquellas que parecen sólo de carácter político. Los presuntos delitos más graves se cometieron en Madrid. El PP obligó ayer a dimitir a los alcaldes de Pozuelo y Arganda y suspendió de militancia a todos los imputados. Pero ello no basta. El partido está obligado también a hacer una seria reflexión sobre el mecanismo de selección de sus alcaldes –hay cuatro imputados y que han tenido que dimitir– y sobre el control de cómo ejercen sus actividades. Sería injusto convertir este asunto en un proceso político a Esperanza Aguirre porque se ha demostrado que la corrupción es transversal a todas las formaciones políticas y territorios. Pero no se puede eludir que cometió un error de juicio al nombrar consejero a López Viejo. Sobre las acusaciones con más repercusión política que viabilidad procesal que pesan sobre Francisco Camps y otros tres dirigentes del PP de Valencia, cabe señalar que tienen una base técnica porque los trajes son pagos en especie por parte de una red que en otros lugares estaba cometiendo delitos de cohecho. Si esas prendas hubieran sido regaladas por personas honradas, no cabría dilucidar responsabilidad penal alguna, aunque el asunto sería muy feo. Todo indica que la investigación terminará en archivo, ya que resulta totalmente desproporcionada la acusación de «sobornos en especie» que formula Garzón. El problema para Camps es que en el auto hay muchos detalles que hacen verosímil que las empresas de Correa pagaron sus trajes. Están las facturas y la contabilidad interna y además el sastre ha corroborado los hechos. Puede que las facturas sean falsas y el sastre haya mentido, pero los documentos que obran en el sumario crean dudas sobre si Camps ha dicho la verdad. Penalmente, le protege la presunción de inocencia. Políticamente, las reglas son otras aunque su palabra siempre tendrá más fuerza que la de tipos como Correa o Alvaro Pérez. En todo caso, si las cosas son como él dice y está «en paz», debe poner cuanto antes sobre la mesa las pruebas de su inocencia de las que disponga para acallar la maledicencia. De lo que no hay duda es de que Correa y parte de los imputados han podido cometer los desmanes que se describen en el sumario porque tuvieron en una época el respaldo o la cercanía de la dirección del PP. Garzón deja claro que el PP rompió en 2004 con Correa, pero ¿qué sucedió antes? Tanto si hay imputaciones como si no las hay contra Luis Bárcenas, tesorero del PP y ex amigo de Correa, éste debería ser relevado de su cargo porque no sólo hay que ser honrado sino parecerlo. Igualmente, José María Michavila debería dejar su escaño por el conflicto de los intereses de su bufete con la condición de diputado. ¿Debe rodar alguna otra cabeza? Sólo cuando la Justicia esclarezca esta trama de corrupción y favores, será el momento de determinar hasta dónde alcanzan esas responsabilidades políticas. EL MUNDO. 6-3-2009 Carta del director. La Vanguardia EL CAMINO A VITORIA José Antich CINCO días después de las elecciones en el País Vasco, el camino hacia la conformación de un nuevo gobierno se va despejando y el PNV asume la idea de que el nuevo lehendakari va a ser el socialista Patxi López. Como en Catalunya, una coalición parlamentaria desplazará al partido que ganó las elecciones, aunque a diferencia de José Montilla, que fue secundado y gobierna con partidos a su izquierda – la ideológica (ICV) y la nacionalista (Esquerra)-,el PSE obtendrá la investidura gracias a los imprescindibles apoyos de los 13 diputados del Partido Popular. El paso de los días ha confirmado que el mensaje desplegado por los socialistas vascos durante la campaña asegurando que iban a liderar un cambio en el País Vasco no tenía vuelta atrás: o el PNV aceptaba ser la parte pequeña del gobierno pese a ganar las elecciones o López se vería abocado a formar un gobierno monocolor, con apoyo externo del PP. El anuncio del cambio no dejaba más margen, aunque queden maltrechas las relaciones entre socialistas y nacionalistas y se deje en el aire la conformación de una mayoría mínimamente estable en el Congreso de los Diputados. Aunque es comprensible el enojo del PNV, sus dirigentes quizás debieron prever antes esta situación, sobre todo porque el ejemplo catalán era perfectamente conocido por ellos. Vamos a ver cómo son capaces PSE y PP – ahora, con el cómputo del voto por correo, no necesitan, como se daba por seguro, el voto del partido de Rosa Díez-de explicar fuera del País Vasco el inevitable acuerdo y los cambios que puede aparejar en la política vasca. Y como la política suele funcionar como un juego de espejos, algo similar a un sudor frío recorre la espalda de algunos dirigentes del PSC nada interesados en un acuerdo entre el PSE y el PP. … LA VANGUARDIA. 7-6-2009 Editorial. Cinco Días EL SUELO DEL MERCADO BURSÁTIL Con la caída del viernes, la Bolsa española acumula un descenso de casi el 25% en las nueve primeras semanas del año, tras una bajada superior al 40% registrado en el ejercicio de 2008. Nunca en un periodo de tiempo tan limitado habían experimentado los mercados un ajuste tan severo como el actual. De hecho, en el último episodio de crisis, con la fractura de la burbuja de las puntocom en el arranque en este siglo, los mercados de acciones descendieron aproximadamente lo mismo que en los últimos quince meses en un periodo de tres años, de 36 meses. Seguramente la globalización actual de los mercados, y el hecho de que el problema esté en las empresas financieras, ha contaminado con más rapidez la dolencia y ha impactado sin dilación en los precios de las compañías cotizadas. Pero ajustes tan severos invitan a pensar que el suelo puede estar cerca y, por tanto, una recuperación sostenida del mercado o un simple rebote pueden estar a la vuelta de la esquina. Dado que las Bolsas cotizan más expectativas que hechos presentes y que, por tanto, suelen anticiparse al desempeño de la economía productiva y de los beneficios de las compañías en media docena de meses, los movimientos actuales estarían anticipando que lo peor de la crisis económica y financiera no ha pasado. De hecho, las instituciones internacionales corrigen casi cada semana las previsiones de crecimiento, y todo apunta a que este año todas las economías desarrolladas tendrán caídas del PIB abultadas, a juzgar por los datos que los indicadores están arrojando en los primeros meses del ejercicio. En todo caso, comienzan a detectarse movimientos en las divisas y en los flujos de dinero que apuntan a una recuperación de la economía en Estados Unidos en 2010, lo que tendría que tener un reflejo previo en las Bolsas norteamericanas antes de finales de este año. El resto de las zonas económicas desarrolladas tardarían unos meses adicionales, y la reacción de España no llegarían hasta bien entrado 2010 o incluso en 2011, según varios analistas que colocan a España instalada en la recesión aún en 2010. Hay que descartar, además, que la recuperación sea vertical: la digestión y financiación de las inmensas cantidades de dinero público empeñado en la crisis serán muy lentas y retrasarán el proceso. Los inversores, por tanto, deben comenzar a colocarse en alerta para volver al mercado a lo largo de este año. Pero con los altos índices de volatilidad en las cotizaciones, propios de la desconfianza y de la falta de visibilidad financiera, no es fácil adivinar qué día y en qué punto se pararán las ventas, ni qué naturaleza y envergadura tendrá un avance de los índices. Seguramente antes de una recuperación sostenida y sostenible por la evolución positiva de la economía y de los beneficios empresariales, habrá varios rebotes efímeros en los que los inversores avispados pueden hacer buenas cajas, pero también en los que los más aficionados al largo plazo pueden quedar atrapados sin quererlo. En todo caso, parece que una guía que trate de hacer reconocible la recuperación definitiva debe contar con que falta una parte considerable de la crisis financiera por resolver y que incluso podrían complicarse con la crisis de la economía real. Una vez cerrada la crisis financiera, que seguramente lo hará en paralelo a la inmobiliaria en Estados Unidos y Reino Unido, y de lo que la señal será el fin de la caída de precios de las casas, que a fin de cuentas son los activos subyacentes de las hipotecas que han infectado el sistema financiero mundial, la inversión debe ser selectiva cualitativa y cuantitativamente. El dinero debe regresar a compañías con poco endeudamiento, dependientes de su propio flujo de caja y con visibilidad de sus resultados, además de todas aquellas que tengan un componente cíclico y que han sido borradas de la lista en los últimos meses. Pero, como mandan los cánones tradicionales de la inversión, el tiempo y el riesgo son dos variables que cada particular debe jugar en las debidas proporciones. Con los actuales niveles de cotización de las compañías, y siempre que el desarrollo de la crisis sea parejo al del pasado, las oportunidades para tomar posiciones a largo plazo son abundantes. Las diferencias entre precio y valor ofrecen abultados márgenes de seguridad en decenas de empresas. Muchas de ellas cotizan incluso por debajo de su valor contable, lo que las convierte en oportunidades de inversión muy atractivas para el dinero paciente, aunque puedan guardar sorpresas más propias de la volatilidad y el ánimo del mercado que de sus fundamentales. CINCO DÍAS. 7-3-2009

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