¿Quién debe pagar la crisis?

El atraco de los ERE

Cada semana, o en realidad cada dí­a, conocemos que se ha aprobado otro Expediente de Regulación de Empleo (ERE) temporal. Pero, ¿qué tienen los ERE temporales para que en los últimos meses hayamos visto a tantas empresas importantes, y la mayorí­a con capital extranjero, presentar uno? Lo que antes se presentaba como una medida excepcional se está convirtiendo en «un atajo para resolver los problemas». Y, por parte del gobierno, se aceptan prácticamente todos los que se presentan.

¿Qué suone la autorización de un ERE? Un ERE temporal supone la suspensión temporal del contrato entre la empresa y los trabajadores. Durante el tiempo que marque el expediente, sus empleados dejan de trabajar y van al paro. Esos trabajadores sólo tienen asegurado el 70% de su sueldo, que paga la Seguridad Social, es decir, que pagamos todos los ciudadanos de a pie. El resto se negocia con la empresa.En realidad, el Estado, con nuestro dinero, está pagando la destrucción del empleo y del tejido industrial productivo. ¿Y de qué empresas estamos hablando principalmente? De empresas como General Motors, Ford, SEAT, Bridgestone, Torraspapel-EastmanKodak; de empresas dependientes de multinacionales en toda España y que destruyen el tejido industrial que dependen de ellas. Estas empresas aprovechan para que la crisis la paguen los trabajadores, y los contribuyentes, a través de sus impuestos. Las multinacionales usan los ERE para poder seguir explotando más y mejor. Con la aprobación del gobierno.No sólo los ERE están al servicio de los intereses de los monopolios extranjeros sirven para hundir todavía más la posición de la empresa española en la división internacional del trabajo. De producir partes del producto a fabricar recambios. Y antes de que en Alemania o en Francia se queden sin trabajo nos dejan a nosotros sin él. Aunque en España haya trabajo, se llevan la producción allí. Lo que no hay es una voluntad por parte del gobierno en lanzar alternativas que no sólo sean para salvar a los banqueros.El gobierno está demostrando su supeditación incondicional al capital extranjero. Capital extranjero que ha obtenido pingües ganancias durante estos últimos años. Supeditación del gobierno a los intereses de las grandes empresas estadounidenses, y, de forma significativa, alemanas y francesas. Sin plantearse, en ningún momento, usar ese dinero de los ERE en un plan de reconversión de del sector y de las empresas subsidiarias o generar empresas en nuevos sectores productivos.

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