La decisión de Estados Unidos de atacar al gobierno de Assad es una muestra de fuerza del presidente de Estados Unidos. Quiere demostrar que se atreve a hacer lo que Obama no se atrevió a hacer.
Estados Unidos lanzó docenas de misiles de crucero a una base aérea en Siria controlada por el presidente Bashar al-Assad en respuesta a un ataque con armas químicas.
Este es el primer ataque directo estadounidense contra un objetivo de Assad en seis años de guerra civil siria. En 2013, el gobierno sirio fue acusado de usar armas químicas y el gobierno de Obama meditó un ataque aéreo. Pero la crisis fue finalmente resuelta con los esfuerzos diplomáticos rusos (…)
El ataque militar de Estados Unidos del viernes se produjo a pesar de que no hubo resultados definitivos de la investigación de una organización internacional y se llevó a cabo en ausencia de una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU. La administración de Trump perdió poco tiempo en alcanzar sus objetivos, marcando un marcado contraste con su predecesor.
La decisión de Estados Unidos de atacar al gobierno de Assad es una muestra de fuerza del presidente de Estados Unidos. Quiere demostrar que se atreve a hacer lo que Obama no se atrevió a hacer. Quiere demostrar al mundo que no es un «presidente de negocios» y que utilizará la fuerza militar estadounidense sin vacilación cuando lo considere necesario.
La acción militar estadounidense abre la puerta a otros ataques militares extranjeros directos contra el gobierno de Assad, una señal de que la interferencia externa en Siria está aumentando rápidamente. Antes del ataque aéreo estadounidense, las fuerzas de Assad habían obtenido una ventaja obvia en la guerra civil, pero las interferencias militares extranjeras podrían cambiar la situación.
Los golpes militares estadounidenses podrían llevar a una «caída» en las relaciones entre Estados Unidos y Rusia. Los conflictos entre los dos países volverán a surgir (…)
Esta es la primera gran jugada de Trump en asuntos internacionales, y deja la impresión de que la decisión fue tomada a toda prisa y no está exenta de contradicciones.
Ni Rusia ni Irán permanecerán en silencio sobre el ataque ni se quedarán de brazos cruzados y aceptarán las consecuencias. La guerra civil siria está entrando en una nueva fase. Más refugiados huirán de la región y Europa podría tener que pagar el precio.