SELECCIÓN DE PRENSA NACIONAL

El arrogante Cristóbal Montoro y los hombres de negro`

(…) ¿por qué hemos de estar tranquilos, como nos pide el Gobierno, observando una ofensiva temeraria, con luz y taquígrafos, en la que se exhibe con impudor la arrogancia internacional del mal pagador (si queréis cobrar, financiarme) y la prepotencia del que supone que, o se avienen los demás a los criterios de Madrid, o España se lleva por delante el euro que es lo que viene sugiriendo el siempre sonriente y facundo ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, a dos minutos de subir el IVA, recortar las pensiones y el subsidio de desempleo. ¿A qué este pinturero comportamiento, desafiante e imprudente?

No es esto, no es esto. No es esto lo que esperábamos aquellos que confiábamos en la solvencia política del PP, aun escamados como estábamos por su oposición estatuaria e infructuosa al PSOE de Zapatero. Creímos que habría previsibilidad en las decisiones; coherencia entre lo que se decía y se hacía; capacidad técnica y política para resolver los problemas complejos que nos aquejan. Nadie esperaba soluciones taumatúrgicas. Pero suponíamos que conocían la “herencia recibida” de un Zapatero al que hasta el más desavisado había tomado la medida, que no traicionarían su trayectoria, que repetirían, incluso, algunos de los mejores momentos del Gobierno del PP entre 1996 y 2004. Y aquí estamos: con un sonriente -¿por qué sonríe, qué motivos tiene para mostrarse tan facundo y jacarandoso el señor ministro de Hacienda?- y también frívolo Cristóbal Montoro que se chotea de los “hombres de negro” asegurando que no se instalarán en Madrid, lo que puede ser un síntoma alarmante de que estén aterrizando ya en Barajas. Porque siempre sucede exactamente lo contrario de lo que Montoro asegura no sucederá. Por eso de la “fatal arrogancia” de nuestros gobernantes de la que se habló ayer en la videoconferencia entre los miembros del G-7 que comienzan a no dar crédito al “pecado de orgullo” que denunció Alan Minc en Mariano Rajoy. Vientos de fronda azotan la península.

Deja una respuesta