En las anteriores elecciones locales la Generalitat dijo que iba a poner en marcha un ambulatorio en el barrio de la Zona Alta de Alcoi, un barrio popular de esta ciudad que no dispone de ninguna infraestructura sanitaria, pese a significar algo más del 12% de la población total de la misma y ser uno de los barrios que a experimentado mayor crecimiento llegando casi a duplicarse.
Dos años más tarde no se ha uesto en marcha, las instalaciones que se van a destinar a este fin están deterioradas por el abandono, y tras las presiones para que se cumpla lo prometido en campaña electoral, la propuesta que hace la Conselleria es cubrir esas plazas con personal del ambulatorio más cercano (el de la Plaça de Dins). ¿Es el momento ahora que empieza a arreciar la crisis, de pedir que se cumplan las expectativas sociales que se generaron en pasadas campañas electorales? ¿Qué debe ocurrir si un servicio público promete una infraestructura absolutamente necesaria para una ciudad, y dos años más tarde no ha hecho más que colocar un cartel en la puerta? ¿Es tolerable que haya dos ambulatorios en Alcoi que no disponen de personal, y que son atendidos en horario extra de sus médicos y enfermeros/as? La provincia de Alicante tiene una situación sanitaria peor que la media nacional que ya es decir, por poner un ejemplo: La población total de la provincia sin contar la población flotante (que en una provincia de afluencia turística como esta es a tener en cuenta) es de 1.8 millones de habitantes y dispone de 4.888 camas en hospitales, de las cuales el 81% en instalaciones públicas, esto significa que la ratio es de 373 habitantes por cada cama, cuando la media nacional es de 283 habitantes por cama. Este es un ejemplo que retrata el déficit sanitario de esta provincia. Existe un déficit acumulado en cantidad de médicos y de infraestructuras en esta provincia, pero sin embargo en los últimos tiempos, incluso cuando los efectos de la crisis empezaban a ser sentidos por los sectores populares hemos podido ver uno tras otro, grandes eventos que costaban miles de millones de Euros, como la Volvo Oceans Race, o la carrera de Formula uno que se celebró en Valencia. Y aunque a otra escala el gobierno municipal de Alcoi no se ha separado de esa línea de actuación con la contratación de Fernando Romai para la gala de los deportes de la ciudad, que costo miles de euros a las arcas públicas, y otros incontables gastos superfluos que tienen las administraciones de todas las índoles, y que de ser recortados no seria necesario escatimar en personal sanitario, ni en gastos sociales que son tan necesarios sobretodo en estos momentos de dificultades.