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A Mariano Rajoy le cabe el dudoso honor de ser el presidente del gobierno español que más rápidamente ha conseguido poner a la mayoría social del país en contra de la mayoría política parlamentaria. Felipe González necesitó 14 años para hacerlo. Aznar, ocho. Zapatero, siete. Rajoy lo ha conseguido en apenas 6 meses.
Según las últimas encuestas publicadas esta misma semana por medios tan opuestos como El País y El Mundo, el 82% de los españoles consideran que tanto funcionarios como el resto de sectores que se han manifestado estos días contra las medidas aprobadas por el gobierno tienen razón en las protestas y consideran que está justificado que haya más movilizaciones.
El 86,6%, por su parte, rechaza la subida de IVA. Y entre los votantes del PP el rechazo alcanza el 76%. Porcentajes que se reproducen en el recorte de los subsidios de desempleo. Otro 73% está en desacuerdo con que se le quite la paga extra a los funcionarios. Y así, uno tras otro, todos los recortes aprobados.
Lo que aparece en todas las encuestas es una amplia mayoría social contra el saqueo y la intervención, y contra las consecuencias que está generando. Una sólida base desde la que construir una amplia unidad.