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Un cambio fundamental en Euskadi debe de darse en los medios de comunicación públicos Euskadi, que ha servido de aparato de propaganda del régimen durante estos 30 años. En este camino PSEE y PP buscan un acuerdo que suponga una profunda reforma para el ente audiovisual.
Los untos fundamentales pasan por reforzar la pluralidad, la defensa de los valores democráticos y sobretodo deslegitimizar la actuación de ETA y sus acólitos así como una revisión de su coste económico para optimizar gastos. Ahora bien hacer un breve seguimiento es una clara muestra de la red clientelar basada en prebendas y hombres propios tejida durante 30 años por el PNV en puestos claves de los aparatos de poder que le ha permitido mantenerse en el poder. Lo primero es que el anterior director general salió elegido por el parlamento en junio de 1999 gracias al pacto del Gobierno de Ibarretxe con EH. En el 2001 cesó al final de aquella legislatura pero se ha mantenido en funciones hasta enero de 2008, cuando renunció al cargo para hacerse cargo nada más y nada menos de ¡la presidencia del PNV en Vizcaya! Y así hasta 54 puestos cubiertos mediante libre designación, con un nombramiento opaco sin notificación al Consejo de administración. De todos es conocido el importante cargo que desempeñó Goebbles en el estado nazi alemán como ministro de propaganda. Este grupo que se compone de seis canales de televisión, cinco canales de radio más una empresa dedicada a la difusión de contenidos en Internet y el mantenimiento de su página Web ha sido uno de los principales puntos de difusión del “chirimiri” fascista. Sus propios programas, el mapa del tiempo de Euskal Herria y sobretodo un discurso soterrado “este nuestro país”, “lo que se decide desde Madrid”. Los unos y los otros, dentro de ese “otros” una buena parte de la sociedad vasca, enemiga del pueblo vasco. El Estado español nunca hablar de España. Una noticia del 15 de enero del 2005 muestra que se rechazó la propuesta de que se cortase con el “trato privilegiado que se otorgaba a los dirigentes proetarras”, con la justificación de que el trato se corresponde a la proporción que otorga los parlamentarios del PCTV. Aquella propuesta fue presentada por el PP, y fue rechazada con la abstención del PSEE ya que éste había presentado una propuesta diferente que también fue rechazada. La división entre estas dos formaciones ha sido en beneficio en innumerables ocasiones para los nacionalistas y sus derroteros soberanistas. Este camino emprendido y la unidad de ambas organizaciones para llevarlo adelante es una muy buena noticia.