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EEUU y Alemania piden más ‘reformas’ a España e Italia

Europa apoyará a quienes hagan esfuerzos. Los mensajes de respaldo a las reformas emprendidas por Italia y España se han intensificado en los últimos días en paralelo con las fórmulas europeas para rebajar los costes que ambos países están pagando para financiarse. El secretario del Tesoro de EEUU, Timothy Geithner, y el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, insistieron ayer en la necesidad de que España e Italia adopten e implementen «todos los pasos requeridos para hacer frente a las crisis financiera y de confianza». Un llamamiento que llegó el mismo día en que el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, avanzó que el déficit de España se situó en junio en el entorno del 4%, «o un poquito más».Los líderes económicos de Estados Unidos y de Alemania se reunieron ayer a puerta cerrada en la Isla de Sylt, en el norte del país germano, a escasos kilómetros de la frontera con Dinamarca, donde Schäuble se encuentra de vacaciones.Las políticas llevadas a cabo por España e Italia, fueron las protagonistas de la conversación entre ambos mandatarios, que consideraron que se han hecho «esfuerzos considerables en España e Italia para seguir con reformas fiscales y estructurales de largo alcance».En un comunicado conjunto, Schäuble y Geithner pidieron que se mantenga el pulso de reformas, tanto a nivel europeo como global, y expresaron su confianza en los esfuerzos que ya están realizando los Estados miembros de la Eurozona. Además de la mención concreta a España e Italia, aludieron a la «exitosa» subasta de bonos a largo plazo de la semana pasada en Irlanda y al «continuado éxito» de Portugal a la hora de cumplir con los compromisos adquiridos a cambio de la ayuda.Ambos anunciaron, además, que cooperarán para estabilizar la economía de la zona del euro: «EEUU y Alemania continuarán cooperando estrechamente con sus socios cuando avance la agenda política en otoño para estabilizar las economías mundiales y europeas», inciden.Sin embargo, más allá del espaldarazo a las reformas emprendidas, existe la preocupación de que éstas no logren tener el efecto deseado. A pesar de los recortes que ha puesto en marcha España hasta el momento, todas las previsiones internacionales indican que no cumplirá el objetivo del 3% de déficit ni siquiera con la prórroga concedida por la Comisión Europea, que retrasó el calendario de 2013 hasta 2014 hace apenas unas semanas.En este sentido, desde Bruselas se insiste en que es «imprescindible lograr los objetivos de consolidación fiscal para demostrar credibilidad» y para ser merecedor, a ojos de los socios europeos, de más ayudas para calmar las tensiones en los mercados, por lo que Europa espera los próximos pasos de los gobiernos de Monti y de Rajoy.En el caso español, el paso inminente es la presentación de un marco presupuestario que recoja todas las medidas que el Gobierno pretende implementar a lo largo de los dos próximos años. En él se debe garantizar, entre otras cosas, el control del gasto de las comunidades autónomas que, en estos momentos, son percibidas en Bruselas como «el mayor lastre de la economía nacional». El plazo para presentar este documento expira hoy, martes, por lo que la Comisión Europea espera disponer de las informaciones lo antes posible. Fuentes comunitarias consultadas por este periódico aseguran que, una vez recibido el documento, no habrá una evaluación pública inmediatamente, sino que se integrará en el examen que se realizará el próximo mes de octubre en el marco de la evaluación por déficit excesivo que debe presentar ese mes la Comisión Europea.A la espera de la reunión del BCE del jueves, y de las medidas que puedan adoptarse allí, la semana se presenta decisiva para el futuro del euro y para la resolución de la crisis de deuda. España afrontará una nueva subasta en la que espera colocar entre 2.000 y 3.000 millones de euros en bonos y obligaciones a un precio más bajo, aprovechando la actual relajación de la prima de riesgo.El secretario del Tesoro norteamericano no sólo departió ayer con Schäuble. También el ministro de Economía, Pierre Moscovici, mantuvo una conversación telefónica con Geithner para abordar la crisis en la zona euro. Los dirigentes discutieron «sobre los esfuerzos que está realizando Europa para asegurar la estabilidad financiera, alentar una mayor integración económica y promover la recuperación», explicó la parte americana en un comunicado, informa Raquel V. Ruiz.El Banco Central Europeo está llamado a desempeñar un papel fundamental para aplacar las tensiones de los mercados. Sin embargo, la agencia de calificación crediticia Moody’s considera que las últimas palabras del presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, reafirman la voluntad de la institución para «comprar tiempo» a la hora de encontrar una solución a la crisis de deuda de la Eurozona, pero advierte de que la institución no puede resolver los problemas de la unión monetaria.En su informe semanal, Moody’s Credit Outlook, la agencia destaca que la idea del apoyo del BCE es «fundamental» para la credibilidad de la estrategia de las autoridades europeas para resolver la crisis. Sin embargo, insiste en que la resolución de la crisis depende en última instancia de lograr «cambios fundamentales» en las posiciones presupuestarias y de deuda de los Estados miembros, cambios estructurales necesarios para estimular el crecimiento y reformas institucionales en la gobernanza económica y fiscal de la zona euro.La Comisión Europea ya se expresó en términos similares a los de Moody’s al asegurar que la intervención directa de la Institución que preside Mario Draghi no sería más que «paracetamol financiero». Sin embargo, el escenario que se dibuja ahora contempla una compra masiva de deuda desde Fráncfort, siempre y cuando esta acción vaya en paralelo con una decisión europea de utilizar el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (EFSF) para intervenir en los mercados de deuda.Para que Italia y España se beneficien de esta opción, será imprescindible que estampen su firma en un nuevo Memorándum de Entendimiento que conllevaría poner plazos vinculantes a los procedimientos por déficit excesivo y a las recomendaciones económicas presentadas este año por Bruselas.

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