«La Administración de Barack Obama sostiene que la recuperación es aún frágil en su país y que si la crisis en la Eurozona contagia aún más a una economía del calibre de la española sería una amenaza. Así lo ha transmitido en Davos el secretario del Tesoro de EEUU, Timothy Geithner, en sus contactos en privado con distintas personalidades políticas y empresariales e incluso no lo ocultó en público con unos comentarios que expresó el viernes»
El Gobierno de EEUU no ha ocultado en los últimos meses que Zaatero sólo ha empezado a tomar medidas desde el pasado mayo «por la presión de EEUU, la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional». El propio secretario del Tesoro ha enviado funcionarios a Madrid prácticamente una vez al mes desde la pasada primavera para pulsar la evolución económica del país y la voluntad del Gobierno de mantener el nuevo rumbo. En una reunión privada con empresarios el pasado jueves, el estadounidense se mostró irritado con la actuación de la eurozona en la crisis y aseguró que él mismo presionó el pasado mayo a los europeos para que arreglaran de una vez el problema. Ahora, piensa que Zapatero y sus homólogos de países en el disparadero en los mercados deben seguir tomando medidas. (EL MUNDO) LA VANGUARDIA.- El desempleo es el indicador más claro de la ineficacia de una economía. La inflación es otro. Y España, desgraciadamente, cumple los dos. La tasa de inflación del 3,3% alcanzada en enero, superior en un punto a la media comunitaria, es una muy mala noticia. Al nuevo incremento del paro en 2010, con casi cinco millones de personas sin trabajo, se suma ahora la pérdida de poder adquisitivo que supone ese elevado IPC (índice de precios al consumo) conocido ayer. En pocos meses, la economía española ha pasado del riesgo de deflación (precios negativos y recesión) a otra figura igualmente mala, como es la estanflación, definida por estancamiento económico más inflación. Habría que salir lo antes posible de esta peligrosa situación porque puede comprometer el único éxito –por el momento– de la política económica de Zapatero, que es el ajuste y saneamiento de las cuentas públicas. Opinión. El Mundo EEUU exige más reformas a Zapatero Carlos Segovia / Davos (Suiza) El Gobierno de Estados Unidos mantiene la presión sobre Zapatero tras lanzar las reformas de las pensiones y del sector financiero. La Administración de Barack Obama sostiene que la recuperación es aún frágil en su país y que si la crisis en la Eurozona contagia aún más a una economía del calibre de la española sería una amenaza. Así lo ha transmitido en Davos el secretario del Tesoro de EEUU, Timothy Geithner, en sus contactos en privado con distintas personalidades políticas y empresariales e incluso no lo ocultó en público con unos comentarios que expresó el viernes y que han pasado inadvertidos. En un debate moderado por el presentador estadounidense Charlie Rose, surgió, como en tantas conversaciones estos días en la reunión anual del Foro Económico Mundial, el nombre de España y de los países más vulnerables. Rose preguntó a Geithner si Zapatero y sus homólogos «han concluido ya con las reformas emprendidas el trabajo suficiente para frenar la crisis de deuda soberana». «No creo que los Gobiernos de España, Grecia, Portugal e Italia puedan decir que hayan hecho ya suficiente», zanjó el máximo responsable económico de EEUU. En su opinión, es crucial que estos países y la Eurozona en su conjunto «no tomen más riesgos de reinflamar otra vez los mercados». Geithner habló con la vicepresidenta segunda, Elena Salgado, en la víspera y ella resaltó que se había lanzado la reforma de las pensiones y, que, además, iba a poder ser aplicada sin tensiones sociales gracias al acuerdo con los sindicatos. El Gobierno de EEUU no ha ocultado en los últimos meses incluso en informes públicos que Zapatero sólo ha empezado a tomar medidas desde el pasado mayo «por la presión de EEUU, la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional». El propio secretario del Tesoro ha enviado funcionarios a Madrid prácticamente una vez al mes desde la pasada primavera para pulsar la evolución económica del país y la voluntad del Gobierno de mantener el nuevo rumbo. En una reunión privada con empresarios el pasado jueves, el estadounidense se mostró irritado con la actuación de la eurozona en la crisis y aseguró que él mismo presionó el pasado mayo a los europeos para que arreglaran de una vez el problema, pero que, sin embargo, surgió en otoño la crisis de Irlanda, según ha podido saber EL MUNDO. Ahora, piensa que Zapatero y sus homólogos de países en el disparadero en los mercados deben seguir tomando medidas y, al tiempo, que la canciller alemana, Angela Merkel, cumpla su compromiso de crear una red de seguridad en los mercados. «Es muy importante ver que Europa, y no tengo duda de que lo hará, garantice un marco que permita a estos países [España, Grecia, Portugal e incluso Italia] con retos tan importantes tanto de ajuste presupuestario como de reformas estructurales cumplir la tarea». Por eso Geithner apoya que Alemania y Francia aprueben cuanto antes un nuevo fondo de rescate con capacidad de comprar deuda pública y financiar a los países de los que desconfíe el mercado. Los ministros de Finanzas de Francia, Christine Lagarde, y de Alemania, Wolfgang Schäuble, han confirmado estos días negociaciones para dar ese paso y todo apunta a que lo aprobarán el próximo mes de marzo con la condición de que España y el resto de países acepten someterse a un estricto calendario de reformas para mejorar su competitividad. Para altos dirigentes de la Eurozona es esencial que Zapatero logre credibilidad. «Aún tiene progresos que hacer para conseguir credibilidad», lamenta un muy alto dirigente europeo que pidió a este diario no ser mencionado. «No es positivo que el Gobierno plantee por ejemplo previsiones para 2011 que ningún otro organismo internacional cree por ser demasiado optimistas», agregó. En efecto, Salgado ambiciona un crecimiento del 1,3% para este año cuando el consenso internacional es que será de la mitad como mucho y no podrá ser suficiente como para resolver el problema del paro nacional, que es visto internacionalmente con asombro. «El problema del desempleo sólo se soluciona cuando los países vuelven al crecimiento», sentenció el secretario del Tesoro de EEUU en una reflexión general que aplicó también a su propio país. El propio presidente del Foro Económico Mundial, Klaus Schwab, ha calificado de «insostenible a largo plazo el paro juvenil en España». EL MUNDO. 31-1-2011 Editorial. La Vanguardia La estocada de la inflación El desempleo es el indicador más claro de la ineficacia de una economía. La inflación es otro. Y España, desgraciadamente, cumple los dos. La tasa de inflación del 3,3% alcanzada en enero, superior en un punto a la media comunitaria, es una muy mala noticia. Al nuevo incremento del paro en 2010, con casi cinco millones de personas sin trabajo, se suma ahora la pérdida de poder adquisitivo que supone ese elevado IPC (índice de precios al consumo) conocido ayer. En pocos meses, la economía española ha pasado del riesgo de deflación (precios negativos y recesión) a otra figura igualmente mala, como es la estanflación, definida por estancamiento económico más inflación. Habría que salir lo antes posible de esta peligrosa situación porque puede comprometer el único éxito –por el momento– de la política económica de Zapatero, que es el ajuste y saneamiento de las cuentas públicas. La factura petrolera, provocada por el incremento de los precios del crudo que genera la especulación; la factura eléctrica, con el desmesurado aumento del recibo de la luz a causa de una mala política energética, y la factura fiscal, con el incremento del IVA para reducir el déficit público, explican en buena parte el disparo alcista de la inflación en España. A ello se suma la subida internacional de los alimentos básicos por la mala cosecha en algunos de los países que son grandes productores, sin olvidar la influencia que también ejercen los especuladores en la fijación de los precios. La inflación por encima del 3% alcanzada en enero, con independencia de sus causas, es una grave estocada para la economía. Empobrece más al país y, como consecuencia, penalizará el escaso consumo y con ello al conjunto de la actividad. Pero además, si la inflación no se reconduce en los próximos meses, actuará como un torpedo en la línea de flotación de la frágil competitividad del país, lo que a su vez reducirá las posibilidades de exportación, que paradójicamente es la única vía que tiene la economía española para crecer y generar empleo. Estamos, pues, en el inicio de un nuevo círculo pernicioso que puede cortar las tímidas esperanzas de recuperación que se tenían para este año. El fracaso está servido si el Gobierno, bien sólo o bien conjuntamente con el resto de partidos y agentes económicos y sociales, como patronal, bancos y sindicatos, no es capaz de liderar un proyecto eficaz, coherente y contundente, para sacar a la economía española de la tesitura en que se encuentra, con nuevas medidas para mejorar la competitividad, impulsar el crecimiento y generar empleo. LA VANGUARDIA. 1-2-2011