Editorial Internacional

EEUU: armas para Israel sí, más ayuda para Ucrania no

Hay poderosos sectores de la clase dominante norteamericana -y de otros países de la OTAN- que ante la perspectiva de una guerra larga e incierta han sacado sus calculadora de costes y beneficios, y están replanteándose la ayuda militar a Ucrania

Justo en el momento en el que -tras fracasar su contraofensiva en el este y el sur- Ucrania se enfrenta a un grave momento, con una larga lista de bajas y carencias de equipos y material militar; y justo en el momento en el que Putin, viendo que el centro de atención mundial está en Gaza, se lanza a una ofensiva invernal, ampliando hasta 30 años la edad de reclutamiento al tiempo que incrementa la presión en todos los frentes tratando de encontrar fisuras… los republicanos han desdeñado los llamamientos de la administración Biden y han bloqueado en el Congreso norteamericano un nuevo paquete de fondos (61.400 millones de dólares) destinados a Ucrania.

Los republicanos justifican este bloqueo en el chantaje trumpista de que Biden sume una inversión extraordinaria para seguir construyendo el muro fronterizo con México, pero los motivos reales son muy distintos. «¿Que van a conseguir 61.000 millones que no hayan conseguido los 100.000 millones que hemos invertido ya?», decía el senador republicano por Ohio J.D. Vance.

Lo cierto es que hay poderosos sectores de la clase dominante norteamericana -y de otros países de la OTAN- que ante la perspectiva de una guerra larga e incierta han sacado sus calculadora de costes y beneficios, y están replanteándose la ayuda militar a Kiev, presionando para que Ucrania acepte el chantaje de Putin de «paz por territorios» (entregando a Moscú las provincias conquistadas a cambio de un armisticio)…y que por otra parte se integre en la Alianza Atlántica.

Otros sectores de la clase dominante norteamericana, representados por la administración Biden, apuestan por continuar apoyando militarmente a Ucrania en la esperanza de que la guerra acabe erosionando al régimen de Putin, y desviando a Rusia de sus metas geopolíticas. Pero el hecho es que ahora mismo EEUU se encuentra sosteniendo dos guerras -la de Ucrania y el genocidio israelí en Gaza- que le restan ingentes recursos de su principal objetivo geoestratégico: la contención de China.

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