Washington dispuesto a mantener encuentros con Pyongyang.

EEUU advierte a Corea del Norte con guante de seda

Washington advierte a Corea del Norte con una mano y con la otra ofrece sentarse a negociar. Ante el inminente lanzamiento del cohete norcoreano, que cruzará el cielo japonés, y que EEUU cree que podrí­a ser una prueba de misil de largo alcance -la tercera prueba del Taepodong-2-, el Departamento de Estado está articulando un frente diplomático, advirtiendo a Pyongyang de que el lanzamiento tendrá consecuencias, pero al mismo tiempo ofreciendo la vuelta a la mesa de negociaciones sobre el espinoso asunto nuclear norcoreano. El lanzamiento podí­a producirse hoy.

El reresentante especial estadounidense para Corea del Norte, Stephen Bosworth, instó hoy a Pyongyang a que se abstenga de lanzar un misil, y advirtió de que habrá consecuencias si lo lanza. "Urgimos ahora a Corea del Norte que no lance esto". La cuestión de "si se trata de un satélite o de un misil es indiferente a nuestro juicio. Es un acto provocativo y esperamos que reconsideren aún" sus planes, señaló Bosworth. El presidente norteamericano, Barack Obama, advirtió también a Pyongyang de que si sigue adelante con sus planes de lanzar un cohete con un satélite, Estados Unidos y sus aliados tomarán «las medidas adecuadas» para que el régimen norcoreano no salga impune.El Secretario de Defensa norteamericano, Robert Gates, se reunió ayer con los ministros de Defensa de Japón y Corea del Sur. "El secretario confirmó la importancia de seguir manteniendo una estrecha cooperación y coordinación en esta cuestión, así como de tratar la situación con la República Popular Democrática de Corea de una forma tranquila", informó el portavoz del Pentágono. En el Mar del Japón se encuentran dos buques japoneses armados con baterías antimisiles Aegis, apoyados por buques surcoreanos y norteamericanos. Sin embargo, el diario "Los Angeles Times" informó ayer que el Pentágono descarta derribar el misil norcoreano y se limitará a adoptar represalias mediante nuevas sanciones. Geoff Morrell, portavoz del departamento de Defensa, reafirmó que EEUU cuenta con la capacidad de destruir el misil en pleno vuelo, pero que “no piensa hacerlo”. Lo que no aclaró el Pentágono es si delega esa acción en la armada japonesa o si Washington ha consensuado con Japón la decisión de no derribar el cohete.EEUU está moviendo los hilos diplomáticos para lograr que Corea del Norte no lance lo que Pyongyang alega que es un satélite de comunicaciones, pero que EEUU, Japón y Corea del Sur sospechan que es un misil balístico de largo alcance el Taepodong-2, versión de largo alcance del Taepodong-1, que el régimen norcoreano probó lanzando sobre el espacio aéreo japonés en 1998. El Taepodong-2 podría llegar a las costas de Hawai o de Alaska, por lo que es motivo de alarma no sólo para Seúl o Tokio, sino para Washington.De una mano la estaca y de la otra la zanahoria. A pesar de las advertencias, Bosworth también extendió una mano a Pyongyang. "Creemos que las conversaciones a seis deben estar en el centro de nuestros esfuerzos (…) Seguiremos teniendo contacto bilateral con Corea del Norte y estamos preparados para abrir esa vía en cualquier momento", añadió Bosworth. El representante especial dijo que trabajará conjuntamente con sus socios en el diálogo a seis bandas -EEUU, Rusia, Japón, China y las dos Coreas- para garantizar que, "cuando se haya calmado la tormenta" por el misil los países vuelvan a centrarse en su prioridad a largo plazo: las conversaciones nucleares. "Consideramos que el diálogo a seis bandas debe ser el centro de nuestros esfuerzos", dijo, y añadió: "esto no va a cambiar. Continuaremos teniendo contactos bilaterales con los norcoreanos y estamos preparados para abrir este canal de diálogo en cualquier momento", y sugirió que estaría dispuesto a viajar a Pyongyang cuando sea útil.

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