El Ministerio de Defensa de Japón afirma que Corea del Norte lanzará pronto un misil balístico en dirección a las islas Hawai en el Pacífico, único estado estadounidense que no se encuentra en el continente americano, escribe hoy el diario nipón Yomiuri.
Al analizar los datos roporcionados por un satélite espía norteamericano, los expertos del ministerio llegaron a la conclusión de que el lanzamiento se efectuará desde un polígono al noreste de Corea del Norte del 4 al 8 de julio próximo y el misil, supuestamente balístico, sobrevolará el territorio nipón en dirección a las islas Hawai.Según los expertos, el pasado 30 de mayo llegó a ese polígono un misil tipo Taepodong-2 o su versión modernizada que consta de dos o tres etapas y puede superar por sus características operacionales el cohete balístico lanzado por Corea del Norte en abril pasado.Los militares japoneses sostienen que lo más probable es que el misil con alcance de 4.000-6.5000 kilómetros sea lanzado en dirección al archipiélago hawaiano, pero no podría alcanzarlo. No obstante, el disparo del misil podría ejercer una fuerte presión sobre EEUU.Un informe Centro de Inteligencia Nacional del Aire y del Espacio (NASIC) de Estados Unidos subraya la mejoría de la tecnología de misiles de Corea del Norte si se comparan los lanzamientos del proyectil de largo alcance ‘Taepodong 2’ realizados en 2006 y 2009, según informó hoy la agencia surcoreana Yonhap. «Aunque ambos lanzamientos terminaron en fracaso, el de abril de 2009 demostró un rendimiento más completo que el de julio de 2006, señala el informe. En el texto se menciona que «el continuo progreso de Corea del Norte en el desarrollo del Taepodong 2 demuestra con claridad su determinación para lograr misiles balísticos de largo alcance y capacidad de lanzamientos espaciales».Corea del Norte realizó el 25 de mayo pasado una prueba nuclear subterránea. Militares rusos estiman que el artefacto tenía una potencia entre 10 y 20 kilotones (un kilotón equivale a 1.000 toneladas de TNT). Además, según algunas fuentes, Corea del Norte efectuó a finales de mayo varios lanzamientos de prueba de misiles con alcance de hasta 160 kilómetros.El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó por unanimidad el 12 de junio pasado una nueva resolución sobre Corea del Norte que amplía el régimen de sanciones impuestos a Pyongyang en octubre de 2006 tras primer ensayo nuclear norcoreano.El documento endurece las restricciones sobre la venta de armas a Corea del Norte, autoriza el registro de barcos sospechosos de llevar a este país las cargas prohibidas y destaca la imposibilidad de conceder a Corea del Norte el rango de potencia nuclear.El pasado fin de semana las autoridades de Pyongyang amenazaron con responder con acciones militares a los intentos de EEUU y sus aliados de aislar a Corea del Norte y prometieron comenzar a enriquecer uranio y utilizar plutonio con fines militares.Además, el Ministerio norcoreano de Exteriores prometió interpretar como acto de guerra cualquier bloqueo contra el país y adoptar medidas militares de represalia.De momento EE UU parece optar por la estrategia de el palo y la zanahoria, Primero fueron las sanciones, después la advertencia verbal de la ONU y ayer llegaron los aviones cazas de Washington. Alimentando al clima de tensión en el sudeste asiático, Estados Unidos envió una docena de F-22 Raptors a su base aérea de Kadena en Japón. El Departamento de Defensa norteamericano no quiso vincular el movimiento militar con la escalada de la tensión en la zona. Sin embargo, el traslado sucedió apenas horas después de que el secretario de Defensa de Barack Obama, Robert Gates, asegurara que su país responderá rápidamente si Pyongyang se convierte en una amenaza para Estados Unidos o para sus aliados en la región, Corea del Sur y Japón.El movimiento de aviones, submarinos o batallones del Ejército es una de las técnicas de disuasión que Estados Unidos suele usar cuando un conflicto comienza a escalar demasiado. El año pasado lo utilizó con Irán, cuando el gobierno saliente de George Bush hijo entró en un enfrentamiento verbal con Irán, que hizo a más de un analista pronosticar un posible conflicto bélico. Para mediados de año, Washington había instalado dos portaaviones con más de 17 mil militares y decenas de aviones de última tecnología a bordo, frente a las costas iraníes. El cruce diplomático continuó por un tiempo, pero de a poco la tensión fue bajando. El músculo del Pentágono, aun en tiempos de crisis, es imbatible..La incógnita a desvelar en los próximos días es la respuesta de Washington y a donde puede conducir esta escalada en el conflicto. Es obvio que la solución militar esta descartada. Si la administración Obama cede y promete concesiones estaría dando señales de debilidad ante el órdago Coreano, pero una posición de excesiva fuerza le conllevaría a echar demasiada leña al fuego. El problema que le surge a la administración norteamericana es que la exigida posición de fuerza que solicita su fiel aliado en la zona, Japón, sin contar con la connivencia de China no es posible. Ante la situación internacional, la solución está evidentemente ligada con la necesidad, en la actual coyuntura de crisis global y de búsqueda de un estrechamiento de las relaciones estratégicas con China, principal acreedor de EE UU. Washington sabe que en gran medida la solución no puede ser unilateral, debe contar con el consenso de China, no solo respecto a Corea del Norte, sino a la reorganización de la correlación de fuerzas en Corea del Sur, Japón y Taiwan.