Recortes en el gasto público

Educación en España: como Estonia y Hungrí­a

El 22, 23 y 24 de octubre pasado se dio el pistoletazo de salida de las luchas estudiantiles con la movilización unitaria de Sindicato de Estudiantes, el Sindicato de Trabajadores de la Enseñanza, CCOO, Marea Verde, Izquierda Unida y Podemos.

Con unos datos de participación en la huelga entre el 75% y el 95%, dependiendo de la provincia y de si es universidad o centro de secundaria, las 72 horas de huelga estuvieron presididas por 100 manifestaciones en toda España en la que participaron 140.000 personas, además de los 70.000 manifestantes de Madrid. «Al fin y a la postre, ¿qué es Wert más que un alumno obediente de dichos organismos internacionales?» Es de desear que las movilizaciones de la Marea Verde tomen vuelo y alcancen la unidad que en su día exhibieron, aunando alumnado, profesorado y padres. Las razones nos las ha hecho públicas recientemente la Estadística del Gasto Público en Educación del mismísimo Ministerio de Educación. En el intérvalo 2009-2012, los recortes en educación suman casi 6.500 millones de euros, eso es, el 12% de los 53 mil millones que España dedicaba a este capítulo en 2009.Desde los años 90, el gasto público en educación siempre se había incrementado. Y así fue hasta 2009, cuando llegó a su tope máximo: 53.092 millones de euros. A partir de ahí, cuando en 2010 la llamada de Obama a Zapatero para que inicie los recortes sociales certifica la degradación de nuestro país, hemos bajado en Tobogán a los niveles marcados por Bruselas y el FMI, al nivel de Estonia o Hungría.En esos niveles llegamos en 2012, que es el último año que hay datos completos. La tendencia no parece, sin embargo, que haya cambiado hasta la actualidad. En abril de 2012, una semana después de que se hubieran presentado los presupuestos, que ya incluían un recorte del 21,9% en educación, por las presiones constantes de la Troika, Rajoy los reformó para incluir un nuevo recorte de 10.000 millones de euros, 3.000 de ellos en educación. ¿Habrá que esperar otros dos años para medir el efecto?Los datos incluyen todas las Comunidades Autónomas, todas las etapas educativas, desde Infantil a la Universidad, todos los capítulos de gasto, desde sueldos, los gastos corrientes, las siempre polémicas becas o el dinero que las administraciones educativas dedican a conciertos y subvenciones, que ha bajado un 3%, de los 5.891 millones de euros que se dedicaban en 2009 a 5.705 millones en 2012.Todos los indicadores económicos indican una degradación del sistema educativo. Los motivos para incrementar las luchas, en un momento en que se está intentando desmovilizar a la población para que la presión de la lucha ciudadana contra los recortes baje, están ahí.El gasto público destinado a becas y ayudas al estudio ha pasado de 1.770 a 1.753 millones de euros entre 2009 y 2012. Según varios economistas (Juan Hernández Armenteros y José Antonio Pérez García) la dotación media que recibe cada universitario becado ha pasado de ser de casi 3.000 euros en 2009 a unos 2.300 euros en 2013. Son en torno a 700 euros menos por alumno. Los recortes en educación se están cebando especialmente con las clases más populares. Muchas familias no pueden permitirse el lujo de que sus hijos se planteen estudiar en la universidad.El aumento de las tasas supone, como media en toda España, un incremento en el precio de la matrícula de 540 euros por estudiante. Esto se traduce en que hay unos 30.000 estudiantes en toda España que han sido expulsados por motivos económicos.«Desde los años 90, el gasto público en educación siempre se había incrementado. Y así fue hasta 2009» Es mentira que no haya dinero en España para invertir en educación. El PIB de España está muy cercano a la media europea, sin embargo lo que se invierte en educación está muy por debajo. En la UE-25, España ocupa el puesto 21.En términos de participación en el Producto Interior Bruto (PIB), el gasto público en educación se sitúa en un 4,42%, una cifra que nos aleja de la media europea (5,25% en 2011, según datos de Eurostat) y nos sitúa al nivel de países como Letonia o Hungría. Las que más han recortado han sido Castilla-La Mancha (un 20% entre 2009 y 2012), la Comunidad Valenciana (un 19%) y Canarias(un 17%). Las que menos lo han hecho, por contra, han sido Andalucía (un 5%), el País Vasco (un 7%) y Cantabria (un 8%).Pero, cuidado, lo peor está por llegar. Según CCOO: «Lo más grave es que veníamos de un 5% de gasto público educativo en 2010. Y el Plan Nacional de Reformas enviado por el Gobierno a Bruselas prevé reducir el porcentaje del PIB aún más: hasta el 3,9% en 2017.Este próximo mes de abril, el Gobierno enviará a Bruselas su nuevo plan de ajuste. Quizás la proximidad de las elecciones hará suavizar el descenso que queda, pero los próximos tres años no parecen estar orientados hacia la luz al final del túnel sino todo lo contrario.Hacia la oscuridad. En un mundo en el que podríamos competir, en de la sociedad basada en conocimientos avanzados, retrocedemos y nuestros mejores talentos son abducidos por las potencias acreedoras, cuando no marchan a los países emergentes que necesitan mano de obra cualificada para crecer.En el otro terreno, en el cual hay competencia de sobra, los empleos tradicionales mal remunerados, vamos en ascenso. El rumbo parece claro.Cualquier rumbo que no parta de que la educación es un motor de crecimiento y desarrollo para un país, es una versión de un proyecto de tercera para un país de tercera.De hecho, para España, recortar en educación no solo supone menos pan para hoy, sino sobre todo mucha más hambre para mañana. Conquistar una educación nacional, democrática, científica y al servicio del pueblo sólo es posible desafiando los dictados del mismo corazón yanqui y alemán que late bajo las instituciones europeas y el FMI a los que Rajoy y su oposición parlamentaria prestan pleitesía.

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