Cargando...El Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas (ICAC), organismo dependiente del Ministerio de Economía, finalmente ha abierto expediente administrativo a Deloitte y a su socio Francisco Celma por la auditoría realizada sobre las cuentas de la salida a bolsa de Bankia, según ha comunicado la propia auditora. Podría ser expedientada por los indicios de falta grave y muy grave en uno de los trabajos clave realizados durante la explosión de la crisis financiera.
Según explica la propia compañía auditora en un comunicado, el expediente abierto por el organismo dependiente del Ministerio de Economía se centra en la auditoría de las cuentas de Bankia de los dos primeros trimestres de 2011, trimestres y datos clave para la decisión de su debut bursátil.
El ICAC concluyó el pasado día 16 de mayo un control técnico sobre la labor de Deloitte en la revisión de las cuentas de Bankia en el primer semestre del 2011, las que se tuvieron en cuenta para lanzar la Oferta Pública de Venta de la entidad en julio del 2011. Más de 300.000 personas compraron acciones del grupo que ha experimentado pérdidas de casi la totalidad de la inversión.
Días después, el Ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, advertía en su comparecencia en el Senado que habría mano dura con las auditorias, al anunciar que el ICAC estaba inspeccionando las auditorías realizadas en las entidades rescatadas por el Estado. Entre las auditorías inspeccionadas también está la realizada por KPMG en la Caja de Ahorros del Mediterráneo.
El expediente se ha abierto porque habría indicios de falta de independencia, si se constatara que Deloitte realizó para Bankia trabajos previos a su salida a bolsa, incompatibles con sus labores de auditoría, como sería haber realizado trabajos sobre la segregación de activos de la entidad. Tal trabajo, según el ICAC no podía realizarlo Deloitte. De haberlo realizado podría desencadenar una sanción por una ‘falta muy grave’.
En cambio según Deloitte los trabajos los solicitó el Comité de Auditoría y Cumplimiento de Bankia y la propia CNMV.
Pero además podría haber incurrido en falta grave si el ICAC corroborara que Deloitte podría no haber comprobado suficientemente los saldos de activos y pasivos de Bankia.
La presidenta del ICAC, Ana María Martínez-Pina, en escrito remitido a la Audiencia Nacional, especificaba que abrirían un expediente «cuando de las actuaciones realizadas se deduzcan indicios de la comisión de alguna de las infracciones tipificadas en el texto refundido de la Ley de Auditoría de Cuentas».
El expediente abierto se enviará ahora al juez Fernando Andreu, instructor del caso Bankia, que investiga la salida a bolsa del grupo. La empresa auditora confía en que el caso sea archivado.
Según Deloitte, el «expediente se centra en formalidades técnicas y en ningún caso cuestiona la corrección de los estados financieros auditados de la entidad». Además, en contraste con el tono de las declaraciones del Ministro de Economía, resta importancia a la apertura del expediente al calificar de «procedimiento usual» la actuación del ICAC. Recordaban también que el comité de auditoría de Bankia nunca puso reservas al trabajo de Deloitte como auditora.
En el sector están muy pendientes de cual sea la resolución. Recuerdan como el ICAC no tuvo más remedio que incoar expediente sancionador a Deloitte por la Auditoría al Real Madrid a principios del 2001 que concluyó en falta leve. La prescripción ahorraró la eventual suspensión de dos años, al sumar otras faltas graves por otras causas.