Cargando...En la manifestación que se celebro ayer día 10 de Abril, que reunió a más de 3.000 personas, la mayoría españolas, la asistencia supero las previsiones de los organizadores de «La Columna de los Mil» es una iniciativa española por la que ciudadanos españoles, saharauis y de otras nacionalidades han construido un muro humano frente a los ojos de los soldados marroquíes apostados en el muro, construido por Marruecos y sus aliados, para dividir el Sáhara Occidental.
Pero en un momento de la marcha, alrededor de un centenar de jóvenes saharauis (en una rotesta que nace de la desesperación, por la vida infrahumana que les obligan a vivir o sufrir, términos que el pueblo saharaui, puede utilizar indistintamente) rompieron la cadena humana para acercarse al muro, saltándose todos los límites de seguridad previstos por la organización, y comenzaron a lanzar piedras contra los efectivos marroquíes e intentaban arrancar una parte de la valla de espino cuando hizo explosión una mina.Los dos jóvenes saharauis que resultaron heridos en la explosión, Brahim Husein Labeid de 16 años, residente en el campamento de refugiados de Dajla, que ha perdido una pierna desde la altura de la rodilla; tuvo que ser trasladado hasta un hospital de Tinduf. Y Salem Mohamed Larusi de 21 años y residente en el campamento de refugiados de El Aaiún, quien padece heridas de metralla en el pecho y en la cara, aunque su estado no reviste gravedad. Larusi se encuentra internado en el Hospital Nacional Saharaui en Rabuni.El Frente Polisario ha condenado el incidente, y atribuyó a Marruecos toda la responsabilidad del mismo. Los saharauis se han echado a las calles de los campos de refugiados para advertir que siguen adelante, desplegaron pancartas con lemas como "No al muro de la vergüenza" o "No más minas".y consignas como "Mártir, descansa, que vamos a seguir la lucha" o "No hay cambios, queremos libertad".“Llevamos advirtiéndolo mucho tiempo, si no se negocia una solución política, pasaremos a la lucha” estas son las palabras que los jóvenes saharauis que aún sin disponer de medios, la desesperación por la continua violación de sus derechos y la de su pueblo. Ante la indiferencia de los países que se han auto implicado para la solución de un conflicto, originado por la invasión hace ya 33 años por parte de Marruecos. Esta última explosión parece que ha colmado el baso de la paciencia, de un pueblo que ha demostrado siempre, la voluntad de acatar unas leyes internacionales, que solo la hacen cumplir al más débil.Todos los que abrazamos al pueblo saharaui y su causa, estaremos pendientes, del contenido del último informe que el apéndice imperialista la ONU tiene que hacer publico el 19 de abril. Esperamos que la rúbrica de Christopher Ross se encuentre en un documento que obligue a cumplir las más de 70 resoluciones favorables por ley y derecho al pueblo saharaui, y no sea un lacayo como los anteriores enviados de la ONU para el Sáhara.