Los hechos se han encargado de confirmar que solo existen dos alternativas de gobierno: o un nuevo gobierno del PP, o un ejecutivo de cambio basado en un acuerdo entre PSOE, Unidos-Podemos y Ciudadanos.
Son dos caminos cuyas consecuencias son antagónicas: o permitimos un nuevo gobierno de los recortes, o un acuerdo entre las fuerzas que se enfrentan a las políticas ejecutadas por el PP permite la formación de un gobierno de progreso y que impulse la regeneración democrática.
Y solo existen estas dos posibles mayorías. O se trabaja por construir una mayoría de progreso, o se permite que siga gobernando el PP.
Esto es lo que está en juego, en una batalla política que está dando lugar a una disputa cada vez más enconada.Va a dirimirse, en uno de sus asaltos, en la sesión de investidura a la que se presentará Rajoy el próximo 30 de agosto. Pero recorre todos debates en los grandes medios, está presente en cada barrio, en cada centro de trabajo, en cada reunión…
Este es el centro de la vida política española, y su desenlace va a tener importantes consecuencias para todos.
Quien está con quiénTodas las fuerzas políticas y sociales, todos los principales centros de poder, dentro y fuera de España, han tomado posición sobre cual es su gobierno preferido para España. «La suma de PSOE, Unidos-Podemos y Ciudadanos daría 188 diputados, 12 más que la mayoría absoluta. ¿Quién dice que no es posible un gobierno de progreso y regeneración democrática? ¿Por qué tenemos que aceptar un nuevo gobierno del PP?»
Quienes pretenden perpetuar los recortes apuestan, inequívocamente y a toda costa, por un gobierno del PP.La gran banca española y el Ibex-35 ha puesto en marcha toda su maquinaria política y mediática para que Rajoy ocupe nuevamente la presidencia, y prosiga con las políticas que han empobrecido a la inmensa mayoría y enriquecido más todavía a una ínfima minoría.
Obama señaló con rotundidad a Rajoy como el candidato preferido por Washington en su reciente visita a nuestro país.
La Unión Europea ha entrado en campaña, imponiéndonos nuevos recortes por valor de 10.000 millones de euros durante los próximos dos años. Exigiendo que se aprueben los presupuestos antes del 15 de octubre para evitar una multa de 6.100 millones. Lo que obligaría a acelerar la investidura de un Rajoy que ya se ha comprometido con Bruselas a dar una nueva vuelta de tuerca a los recortes.
Al otro lado está la mayoría de la sociedad española, con 15 millones de votos -más del 60% del total- apoyando el 26-J a las candidaturas que se enfrentaron a la política de recortes del PP. Prácticamente el doble de los que recibieron los partidos que ejecutaron los recortes.
Y que en el parlamento se traduce en 188 diputados, una holgada mayoría absoluta, muy por encima de los 137 escaños que tiene el PP.
La sociedad española habló claro a través de las urnas tanto el 20-D como el 26-J. La mayoría quiere un cambio de gobierno y de políticas, y rechaza un nuevo ejecutivo encabezado por el PP.
Una batalla abiertaEl resultado final de esta disputa, que determinará el signo del futuro gobierno, está todavía en el aire.Algunos se apresuraron tras el 26-J a dar por hecho que el PP formaría gobierno en cuestión de días como mucho semanas. La realidad se ha encargado de difuminar el espejismo.
Rajoy va a presentarse a una sesión de investidura, pero todos dan por descontado que no contará con mayoría suficiente, y serán necesarios nuevos intentos.
Es el fruto del resultado de las urnas, que han castigado duramente al PP, retirándole casi tres millones de votos, y otorgándole solo 137 escaños, una exigua minoría incapaz de sostener un gobierno.
El PP es el punto más débil de las fuerzas que quieren imponernos más recortes. Deben apoyarse necesariamente en él como pilar fundamental de gobierno. Pero el PP concentra el más alto grado de rechazo, y su debilidad y aislamiento dificulta enormemente poder articular una mayoría suficiente.
Por el contrario, ha irrumpido en las urnas una mayoría social contra los recortes y por la regeneración democrática que es ya la corriente política principal, con una influencia cada vez mayor.
Y que ha puesto sobre la mesa otra alternativa de gobierno cada vez más real: la que esté basada en un acuerdo de las fuerzas enfrentadas a las políticas ejecutadas por Rajoy.
Sabemos quienes van a intentar por todos los medios que sea Rajoy quien gobierne.
Las presiones sobre el PSOE van a multiplicarse, han preparado como instrumento de presión un diabólico calendario que obligaría a celebrar las terceras elecciones, en caso de no formar gobierno, el día de navidad, y esperan al resultado de las elecciones vascas para valorar la posibilidad de un acuerdo entre el PP y el PNV.
Pero se ha roto la falsedad de que la única alternativa posible, que debemos aceptar si no queremos caer en un bloqueo político interminable, es transigir con un nuevo gobierno del PP.
La publicación de los dos manifiestos “Por un gobierno de progreso. Por un acuerdo PSOE, Unidos-Podemos, Ciudadanos” ha puesto encima de la mesa otra alternativa, que coincide con la voluntad de cambio de la mayoría social, y que se va abriendo paso a pesar de que han intentado silenciarla por todos los medios.
Sí se puede, un gobierno de progreso y regeneración democráticaTenemos una segunda oportunidad. La mayoría de votantes la hicieron posible tras el 20-D, pero fue desaprovechada. Ahora no puede volver a ocurrir lo mismo.
¿Qué sería capaz de hacer un nuevo gobierno del PP con mayoría? ¿Es que alguien duda de que este es el peor escenario posible para la mayoría de la población?
Tenemos la oportunidad de impedirlo. Todos los progresistas, todas las personas que rechazan los recortes y quieren ampliar la democracia o erradicar la corrupción, deben apoyar un gobierno PSOE, Unidos-Podemos y Ciudadanos.
Sí se puede. Somos mayoría, en votos y escaños. La suma de PSOE, Unidos-Podemos y Ciudadanos daría 188 diputados, 12 más que la mayoría absoluta. ¿Quién dice que no es posible un gobierno de progreso y regeneración democrática? ¿Por qué tenemos que aceptar un nuevo gobierno del PP que se va a enfrentar a los deseos y demandas de la mayoría de la población?