El ejército israelí­ bombardea un hospital, un centro de prensa y el edificio de la ONU en Gaza

«¡Disparad al hospital!»

… También a su padre en la pierna. La gente se desangra cerca de nosotros pero no podemos acercarnos a atenderlos». Mientras que el portavoz del ejército israelí­, en su rueda de prensa diaria, repetí­a por enésima vez que «el Tsahal sólo bombardea sedes de Hamás y no a la población civil», no muy lejos de allí­, en el edificio del Ministerio de Exteriores, el Secretario General de la ONU Ban-Ki-Moon trataba de mantener un tono diplomático ante la ministra de exteriores, Tzipi Livni. -«¡¡Esto es un ultraje a las Naciones Unidas!!»-, exclamó el mandatario, indignado aunque impotente ante Livni. Al mismo tiempo que la ministra presentaba sus frí­as excusas, el cuartel general de la misión de la ONU en Gaza (UNRWA) ardí­a por los cuatro costados. Coincidiendo con su visita a Israel para tratar de convencer al gobierno Olmert de ordenar un alto el fuego, la artillerí­a israelí­ habí­a lanzado tres proyectiles incendiarios de fósforo blanco contra las instalaciones de Naciones Unidas.

En el momento del ataque incendiario, en el edificio –utilizado or la UNRWA como centro de operaciones y almacén de alimentos y material humanitario- se encontraban 700 personas que habían acudido allí para refugiarse del avance de las tropas israelíes que penetran por el sur de la ciudad. El bombardeo hirió de gravedad a tres personas –podía haber sido un baño de sangre-, pero el incendio por fósforo blanco –que no puede ser sofocado con agua- ha destruido los alimentos y el material médico que había logrado entrar en Gaza en los últimos días. También han sido destruidos los vehículos y el combustible que se almacenaban en el inmueble, por lo que la ayuda humanitaria que se ha podido rescatar no llegará muy lejos. "Esto viene a sumarse a los daños que hemos sufrido en las últimas semanas: tuvimos que cerrar un centro médico en Rafah, una escuela con 900 refugiados en Abasam y un convoy humanitario también resultaron atacados", explicó el portavoz de la agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA), Adnan Abu Hasnan. De nada ha servido que la UNRWA informara de la localización GPS de sus edificios –donde se albergan unos 20.000 refugiados en total- al ejército israelí, ni que sus centros y vehículos lleven bien visibles el emblema de la ONU, ni que después del bombardeo de las dos escuelas –donde murieron cerca de 50 personas- y del ataque a un convoy humanitario y la muerte de un conductor de la ONU, la UNRWA amenazara con irse de Gaza. Las disculpas y la promesa del ejército israelí de “tener más cuidado” suenan ahora como una burla cínica. Es más, esta vez ni siquiera se han molestado en ponerse de acuerdo. Mientras Ehud Barack, ministro de defensa se disculpaba por el “error”, el primer ministro justificaba la acción asegurando que milicianos de Hamas habían disparado desde el interior del recinto (extremo negado tajantemente por la UNRWA). El desprecio de Israel por la ONU se ha hecho patente en toda la guerra. Pero en las últimas horas la ofensiva israelí, ha dejado más escenas de crueldad inaudita. El fuego israelí cortó el paso de una multitud de miles de refugiados –mujeres y niños- que huían del asalto del barrio de Tel el Hawa y que trataban de refugiarse en el Hospital de la Media Luna Roja Al Quds. "Los francotiradores israelíes dispararon a una niña en la cara y en el abdomen. También a su padre en la pierna. A los heridos más graves intentamos trasladarlos al Hospital Shifa, pero ahora no se puede. La gente se desangra cerca de nosotros pero no podemos acercarnos a atenderlos", relataba desde el hospital la cooperante Sharon Locke. Pero eso no es todo. Un ala del hospital fue alcanzada por fuego de artillería. Las fuentes no pudieron precisar la suerte que han corrido las alrededor de 500 personas –heridos, médicos y sanitarios- que se encontraban en el hospital en el momento del ataque. Junto con hospitales y almacenes humanitarios, también la prensa internacional ha sido considerada objetivo militar. En el barrio A-Shuruk ha sido alcanzado el centro de operaciones de varias agencias de prensa internacionales, entre ellas la agencia de prensa Reuters, la cadena de televisión estadounidense Fox, la británica Sky News y la luxemburguesa RTL. También alberga la sede de las cadenas árabes Al Arabiya y MBC. Dos camarógrafos palestinos han resultado heridos. La infantería israelí apoyada por blindados y la aviación penetra por el sur de Gaza, arrasando todo a su paso. El barrio de Tel el Hawa ha sido escenario de alguno de los más violentos combates de la guerra, donde las milicias palestinas poco pueden ante la maquina bélica hebrea. Olmert, ante la posibilidad de que en poco tiempo se vea obligado –en contra de su voluntad- a tener que dar la orden de alto el fuego, ha ordenado celebrar una orgía de sangre a las tropas del Tsahal. Hoy la maltrecha franja de Gaza ha vivido una de las jornadas de violencia más intensas desde que se inició la guerra hace 21 días. Una niña murió cuando la casa en la que se refugiaba recibió los impactos de los disparos de un tanque israelí en el campo de refugiados de Yabalia, en el norte de la franja. Dos niños también perdieron la vida en un bombardeo aéreo en Rafah, en el sur y donde fueron heridos otros cinco menores. Tres milicianos del grupo armado "Comités Populares de la Resistencia" murieron en un ataque por la mañana de la aviación israelí al sur de Gaza capital. Estas muertes se suman a los 23 cadáveres localizados hoy bajo los escombros de una vivienda bombardeada ayer en Gaza capital. Con estos sangrientos datos, se elevan a 1.140 los palestinos muertos y en más de 5.000 los heridos.

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