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Diez razones para atacar a España

elmundo.es

El Gobierno esperaba que la presentación de los Presupuestos de 2012 demandada por Bruselas calmara las agitadas aguas de los mercados. Pero no fue así.Todo lo contrario. La prima de riesgo volvió a superar la traumática barrera de los 400 puntos y el Tesoro colocó mal y muy cara la deuda.¿Se ha terminado el benéfico efecto Rajoy a los 100 días de su llegada al poder? ¿Por qué no se han valorado en su justo precio los sacrificios del «Presupuesto más duro de la democracia», que prevé un recorte de 27.300 millones de euros? ¿Qué es lo que ha fallado? Los ministros más creyentes habrán recordado en estos días las palabras de Cristo crucificado: «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?».Sin embargo, no hace falta recurrir a la Biblia (que está para cosas más serias) para encontrar una explicación a lo que le ha sucedido a España en esta desapacible Semana Santa.Tras conversar con algún miembro del Gobierno, deduzco, al menos, 10 causas para entender el virulento ataque de los mercados que, a buen seguro, continuará durante los próximos días.El decálogo podría dividirse en dos grandes apartados. En el primero de ellos agruparemos a las, digamos, causas ajenas a nuestra voluntad. Y, en el segundo, los errores atribuibles a la gestión del propio Gobierno.Comenzamos:1. La Comisión Europea y el Banco Central Europeo quieren quitar presión sobre Italia. No mencionan a Mario Monti para focalizar los problemas en España. Las declaraciones de Mario Draghi la semana pasada poniendo en duda lo hecho hasta ahora por España sentaron como un tiro en Moncloa. No se puede ejercer un cargo institucional europeo con la camiseta nacional. No sólo porque se está haciendo un daño innecesario a España, sino porque no se está logrando el objetivo deseado: Italia sigue miméticamente la senda de España.2. Es cierto, como declaró el pasado jueves el ministro de Economía, Luis de Guindos, que hay dudas sobre el crecimiento de la zona euro en los próximos meses. Esas dudas afectan a los países que están haciendo un mayor ajuste, como es el caso de España. A medida que se aleja la recuperación, aumentan las dudas sobre la posibilidad de poder cumplir con el objetivo de déficit, a pesar de los recortes.3. Sarkozy no nos está haciendo ningún favor. En su desesperada campaña por la reelección, el presidente francés está dándole patadas al socialismo en el culo de España. Es cierto que no menciona al Gobierno de Rajoy, pero transmite la sensación de que nuestro país está en una situación desesperada y sin salida.4. El comisario Joaquín Almunia ha hecho algunas declaraciones que no han gustado nada al Gobierno. Al poner en duda las reformas (por ejemplo, la del sistema financiero) da argumentos a los que ven como inevitable que España sea intervenida.Y, dicho esto, veamos ahora lo que el Gobierno no ha hecho bien:5. El retraso en la presentación del Presupuesto de 2012. La Comisión había apremiado a España a presentar el Presupuesto de este año, que otros países ya habían puesto sobre la mesa hace meses. El Gobierno decidió retrasar hasta la última semana de marzo la entrega de las cuentas públicas -tal vez con la vana idea de que ello ayudaría al PP a ganar por mayoría absoluta en Andalucía- y ello transmitió la imagen de que Rajoy piensa más en clave doméstica que en el cumplimiento de los compromisos con sus socios europeos.6. La presentación de los Presupuestos no generó confianza. Se hizo tanto hincapié en que se salvaban del recorte los pensionistas, los parados y los funcionarios, y que no se tocarían los gastos sociales, que en Europa se piensa que, si todo eso es cierto, entonces es imposible alcanzar el 5,3% de déficit este año.7. En la Comisión Europea no gustó nada la regularización fiscal propuesta por el Gobierno. Bruselas quería que España subiera el IVA, a lo que se negó el Gobierno porque esa medida podía afectar al anémico consumo y, por tanto, al crecimiento. La Comisión cree que subir el IVA garantiza unos ingresos seguros, mientras que la regularización es siempre una apuesta. Además, regularizar significa premiar a los defraudadores y en Bruselas se piensa que de esos ya hay muchos en España.8. La subida en la práctica del impuesto de sociedades afecta a las grandes empresas y, por tanto, puede desincentivar la gran inversión extranjera. Irlanda se resistió a subir su impuesto de sociedades a sabiendas de que esa era su mejor arma para atraer capital y, por ello, asegurarse una salida de la recesión más rápida.9. La presentación del Presupuesto tenía que haber ido acompañada de las cuentas de las comunidades autónomas, que tienen que hacer un esfuerzo de ajuste similar al del Estado este año. De hecho, los mercados saben que la Administración central no controla ya ni la mitad del gasto público y, por tanto, dan al Presupuesto un valor muy relativo.10. Nadie se fía de las cuentas de las autonomías. No sólo se teme lo que ocurra en Andalucía, donde no se han levantado las alfombras, cosa que, de haberse hecho, hubiera disparado el déficit al doble de lo reconocido, sino también a otras comunidades que, en principio, son más cumplidoras. Por ejemplo, ha tenido un efecto muy negativo el reconocimiento por parte del responsable de Economía de la Comunidad de Madrid, Percival Manglano, de que los ingresos van a ser 1.000 millones inferiores a la cifra estimada para 2011. Una pequeña equivocación ¡de 1.000 millones de euros!Es cierto que Alemania está de nuestro lado y que, en estos momentos, Merkel confía en Rajoy. Eso puede ayudar a amainar la parte de la tormenta artificialmente generada por razones políticas. Pero el problema fundamental, al margen de los fallos tácticos cometidos con la vista puesta en Andalucía, sigue siendo un modelo de Estado que hace muy difícil gestionar el ajuste desde el Gobierno central.Esa dificultad no va a desaparecer y menos cuando el partido del Gobierno no controla autonomías tan importantes como Andalucía, Cataluña y País Vasco.Rajoy no sólo rema contra corriente, sino que el bote con el que afronta esta difícil travesía hace agua por muchas partes.

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