SELECCIÓN DE PRENSA NACIONAL

Dí­ez con Rajoy, Sánchez con Mas

Menos fotos y más política. El curso otoñal que el inefable Pujol califica de ‘alto voltaje’ para Cataluña ha comenzado en medio de una gran confusión a la que el presidente Rajoy ha aportado sus granitos de arena con: una reforma de elección de alcaldes que nadie quiere y no podrá imponer por la fuerza -salvo que busque una revuelta nacional-; y una propuesta para reducir aforamientos presentada por Gallardón y luego rectificada por Cospedal.

Algo parecido está pasando con el escándalo de Jordi Pujol a quien Montoro amedrenta ante la pasividad del Fiscal General, y también en Cataluña con la consulta independentista sobre la que no se ponen de acuerdo en la Generalitat, como tampoco se ponen de acuerdo en el Parlament sobre la comisión de investigación de Pujol, quien retrasa su comparecencia para ‘ayudar’ (sic) a todo el proceso secesionista catalán.

Y en medio de esta confusión Rosa Díaz aparece en la Moncloa para ofrecerle a Rajoy su apoyo frente al desafío catalán porque dice -lo ha dicho mil veces- que UPyD está con la unidad de España y a favor de que se cumpla la legalidad. ¡Faltaría mas! Y ¿para eso fue a la Moncloa esta Doña Perfecta, a la que Rajoy le birló ‘el bolso de los pactos de regeneración’ a los que ha entrado la jefa del PP como una pardilla?

Con quien tiene que hablar Rosa Díez, si quiere tener algo de presencia en el debate catalán, es con Albert Rivera tras pactar con Ciudadanos. Y si no lo hace se equivocará y llevará a UPyD a un callejón sin salida. Máxime si empieza a hacerse fotos con el presidente Rajoy bailándole el agua de la regeneración. Y todo a cambio de unas fotos en la Moncloa donde repitió hasta aburrir lo de su amor a España y el respeto a la legalidad, que fue lo que le dijo a un Rajoy, complacido con tanto peloteo, que dicho sea de paso no ha movido un solo dedo en Cataluña para defender esa legalidad y que antes de hablar sobre regeneración debe aclarar lo de Gürtel y Bárcenas. Y luego los de UPyD se quejan de que los de Podemos se conviertan en jefes de la oposición.

Y otro que tal baila es Pedro Sánchez, que está de estreno y que fue a Barcelona a entrevistarse con Mas para proponer la España federal -sin explicar su alcance-, que es lo mismo que han dicho él y su partido hasta la saciedad y que no le interesa a nadie, ni a los nacionalistas de CiU y ERC -que están por la independencia- ni a los españolistas del PP que están en contra de cambiar la Constitución. Y ¿sólo para eso ha ido Sánchez a ver a Mas? Pues sí, para eso y para cubrir las espaldas del PSC y hacerse fotos, como Díez en Moncloa. Que es lo que les va a permitir a ambos salir en los telediarios y aparentar que ellos son unos dirigentes políticos que trabajan mucho ¡por España!

En la cuestión catalana todos están pendientes de lo que diga en su sentencia el Tribunal Constitucional cuando el Parlamento de Cataluña apruebe su ley de consultas. Y además ya saben lo que va a decir: que esa ley no cabe en la legalidad española, por lo que es ilegal y no se puede aplicar ni ahora, ni más adelante. A partir de ahí vendrá la prueba de fuego para Mas y sabremos si mantiene la convocatoria del referéndum en contra de la ley, o si la retira. Y si Mas sigue hacia delante entonces será el turno de Rajoy, quien pedirá el apoyo del Parlamento, antes de aplicar de manera implacable la ley suspendiendo la autonomía catalana o al presidente y al Gobierno de la Generalitat y dando las ordenes oportunas para que nadie pueda votar en semejante referéndum.

Lo malo es que, hasta ahora, ni el PP, el PSOE o UPyD no han hecho nada concreto ni importante para frenar la escalada de la violación de la ley en Cataluña y desmontar los ataques a España del nacionalismo catalán. De ahí que los nacionalistas hayan, por ahora, ganado la calle y la opinión pública en Cataluña. Aunque sus mentiras y el caso Pujol están desmontando la impostura de semejante disparate que pronto llegará a su final.

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