Música

Devoción por Rosendo

La voz cargada y sucia, y los bolsillos llenos de «porque me da la gana»; Rosendo, una vez más, se colgó su Fender Stratocaster y se tiró a la carretera. Desde «El Endémico Embustero y el Incauto Pertinaz» el Sr. Mercado ha rodado por toda la geografí­a española sembrando bolos de los de colección. Hasta el pasado octubre con un concierto histórico en Las Ventas, junto a Barricada y Aurora Beltrán – ex cantante de Tahúres Zurdos -, Rosendo ha facturado la melaza que desde diciembre uno puede encontrar en un doble DVD + CD: «Otra noche sin dormir». El próximo 30 de abril en Viña Rock 09. Devoción.

Van 17 discos en solitario – con el doble DVD de Las Ventas, dieciocho – desde 1985, y Rosendo se mueve en base a una coordenada sencilla ero contundente: “De todos modos, a mi el pirateo nunca me ha afectado excesivamente, de lo que vivo es de los directos. Nunca he vendido tanto para vivir de las ventas” “Si no me lo tomo yo en serio, voy a dar mal ejemplo. Y eso es lo que me pesa: ya no hay vuelta atrás”La Fina se enamoró de Rosendo y para toda la vida, porque el rockero de Carabanchel no se corta la melena “Ni siquiera si el Atleti gana la Champions”. Rosendo es una leyenda porque es la historia de cualquiera, pero en brazos del rock´n´roll que da más “vidilla” al tema. Empezó por verbenas con “Fresa”, saltó a Ñu y después a Leño, para acabar atravesando la historia de la música española como una columna vertebral que sostiene el cuerpo entero. Aunque su primer y único disco de oro lo obtuvo en 1999, con “Siempre hay una historia… en directo”, grabado en el patio de la cárcel de Carabanchel, en el 2006 recibió la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes… cuando el barrio se impone. De casa al estudio y del estudio a casa. Ahí sigue. Mientras la polémica está inundando todos los foros en torno al canon digital, las descargas de Internet, los manteros encarcelados, y la Stasi de la propiedad intelectual, Rosendo sigue siendo un ejemplo vivo de dónde reside el valor de la obra de un músico: su directo. Nada de rentas, nada de pasado sobre presente y nada de la idea sobre el trabajo. Nacido de la necesidad y de la voluntad de vivir de la música, Rosendo, que reconoce no querer cambiar sus esquemas musicales, ni el tono de sus letras – “soy el mismo que hace veinticuatro años” -, está muy lejos del inmovilismo o lo estático. A parte de ser la figura más requerida del panorama para aparecer en múltiples discos, directos, homenajes y colaboraciones – como la de su último disco, “Horizontes”, con el grupo de hip hop La Excepción -, Rosendo impone lo vivo, lo exclusivo y lo nuevo sobre lo viejo y el pasado. Nunca lo nuevo tiene porque ser novedoso, pero en esto pasa como con cualquier “trabajo bien hecho”, siempre vuelves y esperas lo último. Aunque no destile alharacas ni malabarismos – salvo pequeños y tímidos guiños como los beats technos de “Insisto” – que sorprendan, el Dr. Mercado de Carabanchel tiene la receta: trabajo y “porque me da la gana”.

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