Selección de prensa internacional

Deuda USA: ruta al desastre

En Asia y desde diferentes perspectivas, el problema de los desequilibrios mundiales que están en la base de la actual crisis económica, la insuficiencia del dólar como núcleo del sistema monetario internacional y los gigantescos recursos en forma de deuda pública que la administración Obama está inyectando en la economí­a norteamericana siguen acaparando el centro de atención.

Uno de los diarios asiáticos de referencia, el hongkonés Asia Times ublicaba el pasado jueves un artículo de Joseph Stroupe, experto analista estratégico norteamericano y editor de la página web Global Events Magazine, en el que el autor, especializado en el papel de las relaciones entre Oriente y Occidente en la economía global, sostiene que la deuda pública norteamericana está en ruta hacia el desastre. El recurso a la emisión de ingentes cantidades de deuda pública por parte de la administración Obama llevan a pensar al autor que, por más que la Reserva federal lo asegure una y otra vez, el enorme incremento del déficit USA no va a poder ponerse bajo control durante un largo período de tiempo. Síntomas de este desbordamiento del déficit son los costes cada vez más caros que el Tesoro norteamericano debe pagar para asegurar los préstamos que contrae por este medio, algo impensable hace sólo unos meses. La tesis de Stroupe es que si bien las medidas de Obama pueden tener un efecto reactivador de la economía, pero cuyos resultados dada la profundidad de la crisis serán necesariamente lentos y limitados, por el otro está preparando una “trampa mortal” para el dólar y, en consecuencia, para el largo plazo, estratégico de la economía norteamericana. Una economía que, de no cumplirse los pronósticos más optimistas –y menos realistas– de iniciar una rápida recuperación y solventar con éxito el auténtico abismo en que se encuentra sumergido su sistema financiero, en el plazo de “24 a 36 meses como máximo” puede ver como sus finanzas públicas se ven abocadas al crack, haciendo estallar una crisis del dólar, cuyas implicaciones sobre el sistema monetario internacional y sus repercusiones sobre la economía global serían colosales. La otra cara de la moneda, pero en realidad hablando de lo mismo, nos lo ofrece la información que publica hoy el Diario del Pueblo, en la que se da cuenta de la aceleración de las iniciativas y medidas que los países asiáticos están dando en materia de cooperación regional en cuestiones de finanzas y monedas. La aprobación por parte de la ASEAN más China, Japón y Corea del Sur de un fondo regional de 120.000 millones dólares destinados a “proteger” a las economías asiáticas de la crisis financiera mundial y las más que previsibles fluctuaciones a la baja del dólar. Al parecer a propuesta de Pekín, las 13 naciones que forman la ASEAN + 3 han llegado a un alto grado de consenso sobre la distribución de las cuotas que cada país aporta al fondo, la estructura de aportación, el volumen de préstamos, mecanismos de toma de decisiones,… La idea de fondo sería que, dado que en la actualidad no existen condiciones a corto plazo para sustituir la dólar como moneda de reserva internacional, las distintas áreas regionales –un poco a la manera que lo han hecho los países de la zona euro– del mundo sí pueden, por el contrario, avanzar en ese proceso de sustitución progresiva del dólar en su comercio regional y sus intercambios financieros. Hong Kong. Asia Times DEUDA USA: EN RUTA HACIA EL DESASTRE W Joseph Stroupe Los grandes rescates gubernamentales en Wall Street y otros lugares, los planes nacionales de estímulo, los planes de sustitución de activos tóxicos, y los nuevos programas del gobierno para hacer frente a una amplia gama de otros problemas de larga duración son la causa de que el déficit presupuestario de Estados Unidos esté disparándose súbitamente. Más de 12 billones de dólares de los EEUU ya se han comprometido y / o gastado en esta crisis, con el actual déficit del presupuesto anual que alcanzará o superará los 2 billones de dólares. El Tesoro de los EEUU está inundando el mercado con nuevas emisiones de deuda, mientras parece cada vez más lejana la posibilidad de que el enorme incremento del déficit pueda ponerse bajo control en una fecha temprana (…) El dólar norteamericano se llevará inevitablemente la peor, más dura y feroz parte de las políticas decididamente hiper-inflacionistas de Washington, a pesar de las promesas vacías de la Reserva Federal de revertir esas políticas con rapidez para proteger la moneda cuando la inflación inevitablemente levante su fea cabeza de nuevo. Al mismo tiempo, las principales evidencias indican que la recuperación económica, cuando finalmente llegue, será débil, en el mejor de los casos, en los próximos años. Los sectores financieros y económicos no serán capaces de resistir cualquier promesa de una rápida reversión de las políticas hiper-inflacionarias de Washington. Ni siquiera el dólar será capaz de soportar la opción de abandonar esa política. Washington, por tanto, está creando la más colosal e imaginable situación sin salida para el dólar y para la economía de los EEUU. Con la Reserva Federal maniatada por sus propias políticas miopes y temerarias, bien podríamos asistir a la llegada de una hiper-estanflación. El dólar no podría sobrevivir intacto a tal escenario. A menos que nos tengan engañados teniéndolos escondidos en alguna cueva, sabemos que los grandes financieros del Tesoro de los EEUU, a saber, China y sus socios en Asia oriental y el Oriente Medio, están amargados con el futuro del dólar a corto y medio plazo. Han perdido totalmente la fe en la capacidad de los EEUU para conseguir poner orden en su casa monetaria, financiera y económica antes de que las repercusiones de esta política miope regresen a casa a dormir con la venganza bajo el brazo. Ellos están preparando nuevas soluciones que tardarán dos o tres años más en promulgar plenamente, pero que empujarán al dólar de lado hacia los márgenes de las finanzas internacionales y la política monetaria internacional. Los activos financieros denominados en dólares tienen su sentencia, por consiguiente, escrita en el muro. Esta sombría evaluación de esos activos, incluso los considerados como más seguros, es decir, la deuda soberana de EEUU, no es ninguna sorpresa para los inversores experimentados. Este hecho es corroborado echando un vistazo a la subida de los gastos de seguro de la deuda soberana de EEUU.. Los costes en el mercado de seguros contra incumplimientos crediticios (CDS), una forma de derivados que asegura contra impagos, ha visto una escalada muy rápida a medida que el gobierno derrocha dinero en los planes de gasto ya mencionados, compra de activos tóxicos, de préstamos en riego de mora, activos en dificultades y otro tipo de activos dudosos y el colapso de acciones en los bancos "zombies" de Wall Street. Al tomar una montaña cada vez mayor de esos bienes con solvencia problemática y valor extremadamente dudoso, la deuda soberana se corrompe también cada vez más. Esto es especialmente cierto cuando uno considera asimismo con crudeza los hechos, observando la posición casi imposible en la que Washington está poniendo a la Reserva Federal, el Tesoro, la economía y el dólar. El Wall Street Journal examinó la cuestión de la subida de los costes para asegurar la deuda pública de EEUU, el 30 de abril en su artículo titulado, "La volatilidad en las bolsas cae, pero no desaparece". El autor hace la perspicaz observación de que el miedo y la volatilidad se han transferido de los mercados de acciones a la deuda soberana del gobierno a través de la compra de la amplia gama de activos dudosos antes mencionados. (…) los mercados tienen cada vez más miedo en el cuerpo sobre la posibilidad de mantener durante demasiado tiempo activos denominados en dólares, los financieros en particular (…) A menos que ocurra el escenario más optimista, y menos realista, en el que regrese pronto un vibrante crecimiento económico, a menos que los planes de rescate del Gobierno de activos tóxicos se convierta en un gran éxito, a menos que las titulizaciones consigan una nueva vida y EEUU sea capaz de poner rápidamente su casa en orden en los próximos tres a cuatro años, los pronósticos calamitosos sobre la mora de la deuda soberana de EEUU y la crisis del dólar, con todas sus implicaciones y repercusiones colosales, son inevitables en los próximos 24 a 36 meses como máximo. El Reino Unido y Japón se enfrentan a un resultado similar. THE ASIA TIMES. 7-5-2008 China. Diario del Pueblo LAS FINANZAS DE ASIA SE ABRAZAN JUNTAS PARA CALENTARSE En una situación en que la crisis financiera hace estragos en todo el mundo, los países asiáticos manifiestan cada vez más su gran deseo de cooperación regional en materia de finanzas y monedas. En la Duodécima Conferencia de Ministros de Finanzas de los Diez Países de la ANSEA más China, Japón y Corea del Sur (10+3), después de aprobado el plan de aumentar en grandes márgenes el capital del Banco Asiático de Desarrollo, los países participantes han llegado a un consenso sobre importantes asuntos como aumentar la reserva de divisa regional a 120.000 millones de dólares y la distribución de las cuotas al respecto, la estructura de aportación, el volumen de préstamos, mecanismos de toma de decisiones, y mecanismos de monitoreo económico. Esto marca avances espectaculares del proceso “Iniciativa Chiang Mai” de multilateralismo destinado a fortalecer la cooperación financiera de los países asiáticos. En la actualidad, Asia es la región que tiene la mayor reserva de dólares de todo el mundo y la relación más alta entre esta reserva y el PIB de los diversos país. Entre los más de 5 billones de dólares de reserva del mundo, cerca de los 2/3 están en Asia. Por ello, ciertos países asiáticos sufren las mayores pérdidas en la presente crisis financiera. Después de establecer la reserva de divisas de la región asiática, se podrá elevar eficazmente la capacidad de los países asiáticos para hacer frente a la crisis financiera. Esta reserva tiene un gran significado para mantener la estabilidad económica y financiera de la región, y tendrá efectos positivos en la reforma y el perfeccionamiento del sistema monetario internacional. En lo sucesivo, las actividades de comercio e inversiones entre los países asiáticos pueden realizarse con la reserva de divisas de los países dentro de la región, o en monedas propias de ellos, sin la necesidad de depender exclusivamente del dólar, evitando así los riesgos derivados de la depreciación de monedas que conduce a pérdidas en la liquidación de divisas. En la aceleración de la cooperación financiera de Asia en materia de las monedas, China ha jugado un papel protagonista y constructivo. El 15 de noviembre de 2008, el presidente chino Hu Jintao formuló en términos claros en la Cumbre G-20 celebrada en Washington los postulados para “estimular la cooperación financiera regional, aumentar la capacidad de ayuda mutua en materia de liquidez, fortalecer la construcción de la infraestructura financiera regional, y poner en pleno juego los mecanismos regionales de ayuda financiera”. El 13 de diciembre, el primer ministro Wen Jiabao planteó en términos claros en la conferencia de los dirigentes de China, Japón y la República de Corea celebrada en Fukuoda, Japón, que los tres países deben ampliar su cooperación para acelerar el proceso multilateral de la “Iniciativa Chiang Mai”, establecer lo más pronto posible la reserva regional de divisas y fortalecer la capacidad regional para hacer frente a los riesgos financieros. El 18 de abril del presente año, el primer ministro Wen Jiabao llamó en su discurso pronunciado en el Foro de Boao a que todos los países pongan en pleno juego el papel de los acuerdos de cambios de monedas y estudien el aumento de su volumen y la esfera de los países signatarios. Desde octubre del año pasado, China y algunos países y regiones han firmado acuerdos bilaterales de cambio de monedas locales por un monto de 650.000 millones de RMB, lo que supone un apoyo activo a la liquidez de estos países y regiones. En fechas recientes, el Gobierno chino ha anunciado que adoptará una serie de medidas como establecer dentro de 3-5 años el “Fondo de Cooperación en las Inversiones China-ANSEA” por una magnitud de 10.000 millones de dólares USA, y ofrecer un crédito a ANSEA por un valor de 15.000 millones de dólares. A juzgar por la tendencia general del desarrollo económico del mundo, la integración regional es una tendencia inevitable. La reserva regional de divisas no sólo podrá resolver el problema de liquidez, sino que constituye un importante paso para fortalecer la cooperación financiera de los países asiáticos, impulsar el proceso de libre comercio en Asia, y avanzar hacia la integración económica y financiera de la región. Si se califica como un sueño lejano establecer una moneda suprasoberana en el mundo, una moneda regional o monedas multilaterales en el mundo es una opción realista. Por lo tanto, los países asiáticos deben fortalecer la cooperación financiera regional, impulsar activamente políticas para los cambios de monedas locales, la regionalización de las monedas, y la reforma al respecto, ya que esto constituye medidas para salvarse y solidarizarse en la crisis financiera internacional y para acelerar la reforma del sistema financiero internacional. Aún queda mucho trabajo básico para perfeccionar y preparar la reserva de divisas de los 120.000 millones dólares en cuanto a su administración, su mecanismo de operación, sus condiciones para prestar préstamos y el mecanismo para controlar sus riesgos. Y los países asiáticos deben basarse en los principios de buscar terrenos comunes dejando de lado las divergencias, de fortalecer la cooperación para beneficio mutuo, y avanzar cogidos de la mano hacia el objetivo de poner en la práctica lo más pronto posible el mecanismo de cooperación financiera de moneda regional., construir con esfuerzos mancomunados una nueva Asia de amistad y un mundo nuevo. DIARIO DEL PUEBLO. 11-5-2009

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