«La crisis económica y el saqueo contra el 90% ha tenido efectos devastadores sobre la llamada clase media. Es una de las conclusiones del informe emitido por el Ivie (Instituto Valenciano de Investigaciones Económica) y la Fundación BBVA.
Desde 2004 hasta 2013 (tiempo que analiza el estudio), la clase media en España ha perdido cerca de 3,5 millones de personas, que se han empobrecido y han visto degradado su nivel de rentas y sus condiciones de vida.
El estudio, dirigido por el catedrático de Análisis Econó- mico de la Universidad de Valencia, Francisco Goerlich, establece una mediana de rentas de la población española. Los que disponen de ingresos menores al 75% de dicha mediana, quedan clasificados en las ‘clases bajas’. Los que por el contrario ingresan entre el 75% y el 200% de la mediana son las ‘clases altas’. Entre esos dos límites están las ‘clases medias’.
Antes de la crisis, entre 2004 y 2007, la clase media llegó a un techo del 60,6%. A partír de ahí -a la par del recrudecimiento del deterioro general de los salarios, las pensiones y el comienzo de los recortes sociales- comenzó su inexorable destrucción. En 2013 (último año del estudio) la clase media en España había caído hasta el 52%, perdiendo por el camino a más de 3,5 millones de españoles. Ahora son sólo 24 millones de personas. No hay datos de 2014 y 2015, pero es diáfano que la tendencia ha continuado, así que estamos hablando de una cifra de en torno a 4 millones.
Y los que conservan la categoría, no lo hacen con las rentas intactas, sino deterioradas. La renta media disponible por las familias de ‘clase media’ ha pasado de 28.000 euros/año. En 2013 ya era de poco más de 22.000 euros, un 20% menos que seis años antes.
«El destino que le ofrecen las oligarquias financieras a las clases medias es el de su extinción, paulatina pero cada vez más acelerada. La única alternativa: redistribuir la riqueza»
Los que están por debajo de la clasificación, las clases bajas, han visto engrosadas sus filas. En 2007 eran el 26,6% de la población; en 2013 habían aumentado hasta el 38,5%. Como otros muchos estudios han señalado, lo que hay es un incremento general de la desigualdad. El índice Gini (un termómetro que mide la igualdad en la sociedad, en el que cero sería la igualdad absoluto y 100 la máxima), ha subido de 32,2 puntos a 35,4 entre 2004 y 2013.
Las causas de este empobrecimiento de las clases medias no son ningún secreto, pero el estudio viene a corroborarlas. “El principal origen de estos resultados es lo sucedido en el mercado de trabajo”, señala Goerlich, “el aumento del desempleo, del trabajo temporal y del trabajo a tiempo parcial”. La clase media sufre el aumento de la precariedad y de la inseguridad laboral, que la amenaza permanentemente con la rebaja salarial, el despido y la ruina.
El único destino que nos ofrecen las oligarquias financieras es el de la concentración de capital, un gigantesco transvase de la riqueza, desde nuestras manos a las suyas. Un empobrecimiento del 90% de la población que conduce a una extinción, paulatina pero cada vez más acelerada de las llamadas “clases acomodadas”. No hay comodidad posible bajo su saqueo. La única salida posible a la destrucción de la clase media es la redistribución de la riqueza.