India desafí­a una patente de Bayer

Desafiar para curar

Mientras Roche suspende el suministro a los hospitales griegos por impago, el gobierno indio ha aprobado una versión genérica de un medicamento contra el cáncer de Bayer. Dos caminos opuestos.

La diferencia es dramática. El tratamiento de cáncer de riñón o hígado con Naxevar, de Bayer, cuesta en la India unos 5.500 dólares mensuales, mientras que con la copia el coste se podría reducir a menos de 200 dólares. Con el coste de un tratamiento se podría tratar a 73 pacientes.

El organismo regulador de patentes de la India ha otorgado por primera vez a una compañía local, Natco, una licencia obligatoria sobre un fármaco contra el cáncer después de que ésta denunciara que Bayer no cubría las necesidades de la población india.

Esta decisión marca un camino para los países emergentes y los dependientes de las grandes potencias como Grecia o España, un llamamiento a que pasen por encima del criminal sistema de patentes de las grandes farmacéuticas para, amparándose o desarrollando su capacidad productiva, cubran las necesidades de su pueblo.

Hasta 2005 la India era uno de los principales productores y exportadores de medicamentos baratos y no aceptaba las patentes. Eso cambió entonces cuando India se ciñió a las reglas de la Organización Mundial del Comercio. Sin embargo, la reinterpretación de la norma permitirá que un fármaco se pueda producir en versión genérica tres años después de patentarse en la India. «Con el coste de un tratamiento se podría tratar a 73 pacientes»

El productor indio deberá pagar a Bayer, según la decisión, un 6% de sus ingresos por la venta del genérico. Aunque si Bayer recurre la decisión ante los tribunales y Natco pierde el caso, va a tener que pagar indemnizaciones millonarias a la multinacional alemana. «¿Cuántas nuevas moléculas proceden de esas grandes empresas? Lo que ellas tienen es fuerza para comercializarlas mundialmente. No somos piratas, no incumplimos ninguna ley. No vendemos donde hay patente. Nosotros podríamos llamar asesinas a las multinacionales porque no proporcionan fármacos asequibles. ¿Qué es mejor ser pirata o asesino? La gente es quien debe decidir». Amar Lulla, director general de Cipla, farmacéutica india. Octubre 2005

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