La UE reclama ayudas públicas y exige el cobro de los intereses a la siderurgia gallega

Dependencias que asfixian

Hace cuatro años que la gallega Siderúrgica Añón devolvió las subvenciones públicas (unos 16 millones de euros) que le dieron varios organismos gallegos y el ministerio de Ciencia, consideradas ilegales por Bruselas. Ahora la Comisión Europea y el comisario italiano Mario Monti reclaman a España la devolución completa con los intereses. En concreto exigen el pago de los intereses que estas ayudas habrí­an generado en seis años, desde que se concedieron en 2000 y 2001 hasta su devolución en 2006.

Bruselas consideró ilegales las subvenciones, réstamos blandos y avales que concedieron el Instituto Galego de Promoción Económica (Igape), Inversiones Estratéxicas de Galicia (Inesga), Sodiga, una sociedad de la Xunta y el ministerio de Ciencia, por un total de unos 16,1 millones de euros.Los “lobbys” europeos del sector, la Asociación de Siderúrgicos Europeos Independientes, la Unión de Empresas Siderúrgicas y la Federación de Empresas Italianas del Acero, jugaron un papel fundamental en la denuncia.La empresa española, ahora propiedad del grupo catalán Celsa, asegura que las ayudas fueron devueltas totalmente. Pero Bruselas, ejerciendo de instrumento de los “lobbys” monopolistas siderúrgicos de las grandes potencias europeas, aprieta hasta el último céntimo. Ahogar la industria en España les asegura a ellos mayor cuota de mercado.Romper esta dependencia es fundamental para nuestro futuro. ¿Por qué son “ilegales” las ayudas a la siderurgia española y no la inyección de miles de millones por el Estado a los bancos alemanes, franceses, italianos o ingleses?

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