Medios de Comunicación

Dentelladas de tiburón

Frente a la propuesta del Gobierno, las compañí­as de telecomunicaciones se oponen contundentemente a que parte de sus ingresos sean destinados a financiar TVE. Aetic, que es el organismo que agrupa a las empresas del sector, se ha apresurado a afirmar que esto serí­a «un error económico y polí­tico», además de «impopular», dicen. Temen una respuesta similar a la que ya hubo, y sigue habiendo, contra el canon digital. Lo que quiere decir que a lo que no están dispuestos es a reducir sus beneficios y que, en todo caso, esa tasa destinada a financiar la televisión pública incrementarí­a los costes que han de pagar los usuarios. Entre tiburones nos movemos.

Recientemente Zaatero presentó la intención del Gobierno de suprimir la publicidad en TVE, a cambio de aplicar una tasa a estas compañías y a las televisiones privadas de entre el 0,9% y el 3% de sus ingresos respectivos. Además de una cuota por la utilización del espacio radioeléctrico: 600 millones de euros en total. El resultado es que 557 millones del pastel publicitario quedan a total disposición de los entes televisivos privados. Lógicamente, y a diferencia de las cadenas privadas, las compañías de telecomunicación y operadoras no sacan realmente partido de la jugada. De hecho Uteca, que agrupa a las seis cadenas “afectadas”, se ha mostrado relativamente favorable. Y es relativamente porque tampoco es que tengan suficiente con el suculento y desproporcionado bocado – si lo comparamos con la tasa que han de pagar – que van a sacar de la publicidad que hasta ahora acaparaba TVE. Lo que piden es que se “flexibilice” el 5% que hasta ahora se destinaba a invertir en la producción de cine español. Respecto a la propuesta “modelo” de Zapatero, la impulsada por el gobierno de Sarkozy, la comisaria europea de la Sociedad de la Información, Viviane Reding, se ha pronunciado en contra. Protesta que no tendrá repercusión pues hablamos de competencias exclusivas del gobierno francés. Lo que si se pone de manifiesto son las diferentes líneas de afrontar la crisis: fortalecer el papel de control y gestión del Estado o no. Lo que no debe confundirnos respecto al carácter y consecuencias de ambas líneas de actuación: la mayor sangría de beneficios para los grupos monopolistas a costa de todos los ciudadanos y utilizando al Estado como herramienta principal para ello; y la mayor concentración de poder informativo y cultural en menos manos – a lo que contribuyen las campanas de fusiones que vienen sonando -. La televisión pública sin publicidad y la disputa que se ha abierto se corresponde con el aumento de la voracidad de estos grupos en época de crisis… y con el engaño. ¿Por qué no ha de ser rentable un medio de comunicación puesto al servicio del conjunto de la sociedad? Será porque está puesto al servicio de los intereses monopolistas. Y las quejas de las telecos… dentelladas de tiburón.

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