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Estamos de acuerdo con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. Hace falta una reforma del Instituto de Crédito Oficial (ICO). Así parece que lo ha dicho a una radio, RNE, y lo ha recogido una agencia de noticias, Europa Press. Zapatero ha anunciado una reforma del ICO para «antes de las vacaciones» con el fin de dar más agilidad y más capacidad a la institución. Lo que es absolutamente necesario y urgente es la modificación normativa para que el ICO pueda conceder directamente los créditos a las pymes y los conceda al 1%, al interés que marca el Banco Central Europeo (BCE) para el préstamo del dinero. No sabemos si Zapatero estará de acuerdo con esta reforma.
En sus declaraciones Zaatero ha dado su versión embellecedora de la banca y ha justificado que “las entidades financieras trasladaran a las familias y empresas al inicio de la crisis las dificultades con las que se encontraron para financiarse como consecuencia del cierre de los mercados interbancarios, aunque ahora la situación ha ido recuperando la normalidad”. Ya lo dijo Botín, “¡qué suerte hemos tenido con este presidente!”. La banca cerró el grifo de los créditos a las empresas y familias ante el agujero negro que había creado en sus propias finanzas. Y después, cuando ha recibido todo el dinero público que ha querido y que Zapatero le ha proporcionado mediante el plan de rescate, la banca sigue, aprovechándose de su situación de intermediario monopolista entre el ICO y las familias y empresas, dando sólo créditos ligados a unas condiciones usureras y a un interés desorbitado.La banca, demagógicamente, se justifica porque no hay solvencia. ¿Qué solvencia ha tenido la banca para merecer la fabulosa inyección de dinero público? No puede seguir esta situación. El ICO debe asumir directamente la concesión de los créditos a la pequeña y mediana empresa. La banca debe ser excluida como intermediaria. No puede dejarse en sus manos la vital ayuda crediticia pública si queremos que el tejido productivo de las pymes no se destruya y arrastre al conjunto de la economía española. Hay que invertir en esa economía productiva.Es muy grave que los previstos 40.000 millones de euros en créditos que iban a concederse a través del ICO, no hayan llegado a realizarse ni en su cuarta parte. Zapatero dice que hay que seguir haciendo esfuerzos y anuncia una reforma del ICO que buscará “agilizar su actividad, reforzar su estructura y darle más capacidad”. La agilidad que necesita el ICO es la gestión directa de las líneas de crédito para las pymes. El refuerzo que requiere es disponer de la estructura administrativa para llevar adelante la gestión directa de la concesión de los créditos. Y la capacidad que debe tener es la normativa que le permita llevar adelante de forma urgente la inyección financiera imprescindible para salvar lo que queda del tejido productivo español.El presidente Zapatero se ha atrevido a criticar a los ciudadanos que luchan por salir adelante en medio de la crisis y ha dicho “tenemos que ser conscientes de que el volumen de deuda de las familias y empresas tiene que reducirse.” Un presidente que dirige un Estado y unas autonomías que destacan por su voracidad. En contraste con la escasez de emisiones del ICO para financiar los créditos, el conjunto de las administraciones públicas españolas ya han emitido la mayor parte de sus necesidades de financiación, 59.000 millones de euros en letras y bonos, lo que supone el 68% de las necesidades oficiales de financiación para 2009, cifradas en 87.000 millones. Y además, ha habido un explosivo aumento del déficit público por lo que el Gobierno ha elevado la previsión hasta 100.000 millones. Que Zapatero empiece ahorrando gasto público del Estado. Junto con las administraciones autónomas y locales.