El aumento del déficit de la Seguridad Social, muy por encima de las previsiones más pesimistas, se presenta como prueba de la necesidad de «abrir el melón sobre la necesaria reforma del sistema de pensiones». Algunos editoriales de grandes medios son más explícitos, afirmando que «el desfase de los números de la Seguridad Social es peligroso. Revisar el Pacto de Toledo es imprescindible». Pretenden utilizar el aumento de la deuda y el déficit para justificar nuevos recortes en las pensiones, que no han podido ejecutarse a causa del amplio rechazo social que provocan.
La caja de la Seguridad Social ha cerrado 2.015 con un déficit de 16.707 millones de euros, 3.000 millones más que el año anterior. Supone un desfase del 1,26% del PIB, el doble del objetivo del 0,6% comprometido con la UE.Utilizando estos números nos advierten de la “insostenibilidad del sistema de pensiones”, argumentando que “los ingresos ya no dan para cubrir los gastos”.
¿Por qué se ha generado este déficit, cuando hace muy poco tiempo la Seguridad Social presentaba superávits año tras año?
Cristobal Montoro afirma que se debe a “algunas operaciones extraordinarias”, como la dotación de 1.090 millones para el tratamiento de la hepatitis C. Mientras que para el secretario de Estado de Seguridad Social, Tomás Burgos, “se explica en gran medida por la revalorización de las pensiones en un 0,25% anual”. «No es verdad que su objetivo sea “cuadrar las cuentas” para evitar que el déficit de la Seguridad Social siga aumentando. Lo que pretenden es justificar nuevos recortes en las pensiones»
Nadie puede creerse que subir un euro o dos las pensiones, o proporcionar a enfermos medicinas que pueden salvarles la vida vaya a quebrar la caja de la Seguridad Social.
La realidad es otra muy diferente. El primer resultado en negativo de las cuentas de la Seguridad Social -un 0,25% del PIB de desfase- data de 2.011. Justo cuando se notaron los efectos de la primera oleada de recortes aplicada en 2.010.
Desde entonces hay una ecuación perfecta: a mayor saqueo económico, más déficit de la Seguridad Social.El aumento del paro disminuye el número de cotizantes. Y las rebajas salariales hacen que las cotizaciones sean cada vez más pequeñas.
La mejor “receta” contra el aumento del déficit de la Seguridad Social es una política de redistribución de riqueza, generando más empleo y subiendo los salarios para aumentar el montante de las cotizaciones recaudadas.
Pero lo que nos proponen es justamente lo contrario. La UE “advierte” que las pensiones públicas españolas serán un 50% más bajas en 2.050… y recomienda contratar planes de pensiones privados. Y el IESE, un instituto económico del gran capital financiero, propone un “sistema mixto”, donde la “capitalización”, es decir la contratación de planes de pensiones privados, sea “obligatoria o casi obligatoria”.
No es verdad que su objetivo sea “cuadrar las cuentas” para evitar que el déficit de la Seguridad Social siga aumentando.
Lo que pretenden es justificar nuevos recortes en las pensiones, como los planteados por el “grupo de expertos” formado en 2013 por el ministerio de Trabajo, y que tuvo que ser archivada ante el rechazo social generado.
Y sobre todo, el gran capital financiero español y extranjero busca hacerse con el control del negocio de las pensiones públicas, que el año pasado movió 132.333 millones de euros.
Para ello buscan dinamitar el sistema público de pensiones, presentándolo como “insostenible”.