Argentina, Bolivia, Ecuador y Paraguay firman acuerdo militar

Defenderse para crecer

Estos cuatro paí­ses tienen común el compartir grandes extensiones fronterizas. Fronteras que en otros momentos históricos provocaron brutales conflictos; con el «telón de fondo» del imperialismo inglés o norteamericano presto a atomizar el continente para su mejor dominio. Por ejemplo, la guerra del Chaco entre Bolivia y Paraguay, entre 1932 y 1935, justamente dos paí­ses que hoy firman un fuerte avance en su integración militar. La guerra del Chaco fue uno de los más violentos y devastadores conflictos de la región, que provocó más de 100 mil muertos, además de una «inquina» histórica entre ambos pueblos protagonistas.

Pero nuevos tiemos corren en la región. Tiempos en que fortalecer la unidad entre países que tienen fronteras en común se convierte en una urgencia para impedir que los potenciales conflictos puedan ser usados por Washington para dividir y debilitar el proyecto conjunto que avanza hoy en Iberoamérica. El acuerdo histórico que firman hoy Argentina, Bolivia, Ecuador y Paraguay es posible gracias, entre otras, a la constitución en reciente 10 de Marzo del Consejo Suramericano de Defensa, con la participación de los 12 ministros de Defensa de los países miembros de Unasur. Un hecho sin precedentes en el Continente. El objetivo de este Consejo es promover la cooperación en materia de defensa en la región. Porque para nadie es un misterio, que en la medida que los países de la región ganan autonomía tienen que enfrentarse a las agresiones de los centros de poder mundial. Para que Iberoamérica pueda avanzar como proyecto económico, político, social, cultural e ideológico debe tener una estrategia propia de defensa. Brasil, potencia emergente regional, ha tomado el imprescindible camino de diseñar una nueva estrategia militar. Los demás países de la región, con menos capacidad material, lo hacen también, pero desde la unidad y el apoyo mutuo. Pasar del trato “bilateral”, al trato “multilateral”. El Consejo tiene un doble objetivo: por una parte, superar las diferencias sobre gasto militar al tiempo que se fortalecen los vínculos regionales y, por otra, coordinar la seguridad externa del bloque. Por su puesto, dado que el Frente Antihegemonista no tiene ningún tipo de aspiración imperialista su estrategia es básicamente defensiva, no tiene nada que ver con la OTAN o las estrategias militares de ofensiva norteamericanas. Además del acuerdo cuatripartito, fruto del Consejo, previsiblemente se originarán más proyectos en materia militar y de defensa próximamente en la región.

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