Las claves del debate Sánchez – Feijóo

Debate Sánchez-Feijóo: Lo que nos ocultan. Lo que necesitamos

En dos horas de interrupciones y lanzamiento de datos, ni Sánchez ni Feijóo se atrevieron a poner encima de la mesa -ni mucho menos a denunciar y a comprometerse a detener- la verdadera amenaza contra las condiciones de vida y trabajo del 90% de la población, un atraco financiero y monopolista dictado desde el exterior, y que el FMI o Bruselas exigen que vaya a más. Frente a un bipartidismo "con ruedines" que no es más que las dos opciones de las clases dominantes, lo que de verdad necesitamos es la Redistribución de la Riqueza que propone Recortes Cero.

El debate “decisivo”, entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo, ya se ha celebrado.

Y más allá del reproche casi general a una discusión “embarrada” donde apenas se plantearon propuestas, o de las valoraciones sobre quién ha ganado y quien retrocede, fue uno de los ejemplos más claros de la interesada confusión que se pretende instalar en la política española.

Hemos contemplado dos horas de ruido y acusaciones cruzadas, con el objetivo de ocultar lo que de verdad determina nuestras vidas: el atraco de bancos, monopolios y capital extranjero a la mayoría de la sociedad, utilizando como arietes la inflación o la subida de hipotecas y préstamos.

Para que el atraco continúe, y los atracadores puedan acumular un botín mayor.

Lo que el debate entre Sánchez y Feijóo reafirma es la necesidad de una alternativa como la que plantea Recortes Cero, que denuncia el atraco que sufrimos y a quienes se enriquecen con él, y propone una solución: Redistribuir la Riqueza.

Silencios premeditados

Algunos analistas critican la lluvia de datos que inundó el debate, por parte de Feijóo para criticar al gobierno y de Sánchez para defender sus políticas.

Pero lo más significativo son los datos que no se mencionaron ni una sola vez.

Ni Sánchez ni Feijóo hablaron de cómo todos los organismos nacionales e internacionales demuestran que el alza de los precios es responsabilidad, entre un 66% y un 90%, del aumento de los beneficios empresariales. Es decir, que la inflación es un atraco de bancos y monopolios.

Ninguno de los dos se avino a recordar que la banca ha aumentado en 10.000 millones sus ganancias en España, gracias a duplicar lo que las familias hipotecas pagan por sus hipotecas o pymes y autónomos por sus préstamos.

De forma consensuada por ambos contendientes se corrió un tupido velo sobre el hecho de que los bancos y monopolios del Ibex-35 ganan hoy el doble que antes de la pandemia, mientras que los trabajadores hemos visto recortado nuestro salario real en más de 2.000 euros.

No se debía mencionar y no se mencionó en el debate, aunque el mismo Banco de España acaba de evidenciar que 1,6 millones de familias tienen problemas para atender gastos esenciales, mientras que los márgenes de ganancia de bancos, eléctricas o petroleras se mantienen en máximos históricos.

Son silencios premeditados. Que evidencian la firme intención de que aquello que realmente está afectando a nuestras vidas debe quedar fuera del debate político.

Está claro, todos lo sufrimos diariamente, está demostrado… pero hay que ocultar que la inflación o la subida de hipotecas y préstamos es un atraco de bancos, monopolios y capital extranjero.

Ausencias clamorosas

Periodistas, politólogos o líderes de otras formaciones están analizando el sentido de las declaraciones o de los gestos de Sánchez y Feijóo. Pero lo más significativo no es lo que dijeron sino las ausencias, en algunos casos clamorosas, a lo largo de dos horas de debate.

Los dos lo saben. Son conscientes de que el FMI y la Comisión Europea nos exigen nuevos recortes, bajo la bandera de reducir la deuda. Ajustes que supondrán la retirada de todas las ayudas del llamado “escudo social”, y recortes que pueden llegar hasta los 13.600 millones, cinco veces más que todo el dinero destinado a dependencia.

Un gobierno PP-Vox aplicaría estos recortes. Pero también uno de PSOE y Sumar. De hecho ha sido Sánchez quien, como presidente, los ha negociado con Bruselas, acatando el tijeretazo.

No se dedicó ni un solo minuto a hablar de la necesidad de una reforma fiscal.

Bancos y monopolios solo pagan a Hacienda entre un 3% y un 5% de sus gigantescos beneficios. Proporcionalmente más de tres veces menos que un trabajador o un autónomo.

Hemos conocido el resultado de la aplicación de los “tres impuestos sociales” -a la banca, eléctricas y grandes fortunas- aprobados por el gobierno de PSOE y Sumar: se han recaudado 2.000 millones y los bancos han presentado créditos fiscales para que Hacienda les devuelva 4.000 millones.

El debate dejó claro que para parte de Sánchez y de Feijóo existe la voluntad de que este atraco fiscal continúe.

Apenas se habló de cómo la vivienda nos empobrece. Pasando de puntillas sobre uno de los mayores expolios financieros de la historia: la salvaje subida de hipotecas y préstamos, que engordan los beneficios de la banca a cambio de nada.

Apareció en el debate el rescate a la banca… para evidenciar que no se le exigirá a la banca devolver el dinero público que se les entregó. A pesar de que diferentes organismos acaban de presentar cuentas que cifran a día de hoy la deuda de la banca por este concepto en 75.000 millones.

Se habló de sanidad, pero ocultando que ya se ha firmado con Bruselas una reducción del porcentaje del PIB destinado a gasto sanitario… Y que la Comisión Europea acaba de amenazarnos con que el gasto en sanidad español es “insostenible” y será necesario recortarlo.

Se corrió un tupido velo sobre las amenazas contra las pensiones públicas. Y Sánchez llegó a afirmar que ya están “blindadas” con la revalorización según el IPC. No es verdad. Acabamos de escuchar a círculos oligárquicos exigir que nos jubilemos… a los 72 años.

Y hubo tres palabras que no fueron mencionadas en ningún momento, ni por parte de Feijóo ni de Sánchez: Redistribuir la Riqueza. Es la única alternativa capaz de revertir el saqueo que sufrimos, y por ello no debía aparecer.

Lo que debía y no podía decir

Es significativo que el tramo del debate donde más cómodo estuvo Feijóo y más incómodo Sánchez fue cuando hablaron de economía. Hasta hace poco sucedía lo contrario, pero los tiempos han cambiado.

Venimos de cuatro años de gobierno del PSOE y Sumar en los que bancos, monopolios y multinacionales han batido recórds de beneficios, mientras que los trabajadores y pensionistas somos más pobres, autónomos y pymes están más asfixiados…

Cuando, frente a las acusaciones de Feijóo, Sánchez defendía “los avances sociales” de esta legislatura era veneno para la taquilla electoral. Cada vez que planteaba la necesidad de “mantener los éxitos de la actual política económica” se desmovilizaban miles de votos de la izquierda… que se revolvían exclamando, con razón, “¿continuar perdiendo como sucede ahora, mientras ellos ganan cada vez mas?”.

El banderín de enganche de Sánchez para movilizar a la izquierda, repetido insistentemente, fue “PP y Vox son lo mismo” y “podemos seguir avanzando con un gobierno de izquierda o retroceder a un pozo oscuro con un gobierno de la derecha y la ultraderecha”.

Casi todos coinciden en que este fue el mejor momento de Sánchez en el debate. No es verdad. Una abrumadora mayoría rechazamos las reaccionarias posiciones y medidas planteadas por la ultraderecha. Y nos vamos a movilizar en contra cada vez que sea necesario. Pero no se puede utilizar el lógico rechazo a los “ultras” para ocultar el problema principal que sufrimos: el saqueo cada vez mayor impuesto, no por Abascal sino por bancos, eléctricas, petroleras, fondos extranjeros que controlan el mercado de la vivienda o la alimentación…

Lo que debía haber hecho Sánchez para movilizar el voto de izquierdas es denunciar el saqueo que sufrimos, y plantear medidas para recortar las escandalosas ganancias de bancos, monopolios y capital extranjero.

Y eso, lo que de verdad demanda la mayoría progresista, es lo que Sánchez no podía hacer. Porque durante sus años de mandato este atraco ha continuado, sin tomar una sola medida para detenerlo.

Necesitamos Redistribuir la Riqueza. Necesitamos Recortes Cero

¿Hubiera sido diferente el debate con la presencia de Sumar? ¿Se habrían planteado los problemas y alternativas que la mayoría necesitamos?

Yolanda Díaz ha calificado el debate como “el peor de la democracia”, planteando que Sumar es “la alternativa a esta política de ruido y reproche”.

Sumar pone el foco en las formas del debate, sin plantear propuestas, y no en el fondo :ocultar el atraco que sufrimos para perpetuarlo y beneficiar a los atracadores.

Y coincide con Sánchez en la alternativa frente a “los recortes que traería un gobierno PP-Vox”, es continuar con la “política social” de estos últimos cuatro años, de la que ellos han participado desde el gobierno. Ofreciendo únicamente aumentar las “ayudas sociales” financiándolo con más deuda.

Lo que necesitamos, y tras este debate es si cabe más evidente, es una alternativa diferente, como la que representa Recortes Cero. Que ponga en el centro lo que nos preocupa: el atraco que nos empobrece para aumentar las ganancias de bancos, monopolios y capital extranjero. Y proponga un programa real y concreto para Redistribuir la Riqueza.

Como sucedió el 28-M hay mucha gente progresista que rechaza unas políticas del gobierno de coalición que han defraudado sus expectativas y no resuelven sus problemas, y que no va a movilizarse con lo que ahora le plantean Sánchez o Sumar.

La línea defendida por Recortes Cero, señalando el saqueo que sufrimos y a sus responsables y ofreciendo un programa de redistribución de la riqueza, si conecta con esta mayoría. Hasta el día de las elecciones debemos empeñarnos en que llegue a todos los rincones. Es mucho lo que nos jugamos.

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