Berlí­n exige 5.000 millones más de recortes

De la soberaní­a limitada a la sumisión sin lí­mites

Al afirmar primero que rebajaba los objetivos de reducción del déficit «de forma autónoma», como «un acto de soberaní­a», para luego aceptar que Bruselas-Berlí­n le enmiende la plana. Pero no es la soberaní­a nacional lo que tiene lí­mites.

Islandia, un país mucho más pequeño, con mucho menos peso económico, político e internacional que España, no aceptó las presiones del FMI, de Berlín, Inglaterra u Holanda y no se ha movido en lo más mínimo en su decisión de no rescatar a la banca, no pagar a los acreedores extranjeros y no aplicar los recortes sociales que le exigían el FMI y Bruselas. Sin embargo, Rajoy ha informado a los sindicatos que no puede cambiar nada sustancial de la reforma laboral porque “no tiene margen ante la UE”.¿No hay margen o no hay voluntad de romper con una sumisión casi sin límites? Porque lo que ha pasado aquí desde que estalló la crisis es que, primero Zapatero, y ahora también Rajoy –a pesar de haber mostrado un mayor margen de autonomía– han aceptado una tras otra todas las imposiciones del FMI y Bruselas de rebajar salarios y pensiones, abaratar el despido y recortar gastos sociales, aún sabiendo que todas esas medidas no iban sino a hundir el consumo y la inversión, creando más paro y más recesión.¿Por qué impone Alemania un nuevo recorte de 5.000 millones? Para prevenir que no vuelva a pasar lo ocurrido con el gobierno valenciano, que se retrasó unos días en la devolución de un préstamo de 129 millones de euros al Deustche Bank. Es para asegurar que los bancos alemanes cobren, para lo que nos recortan a nosotros la sanidad o la educación.«No es la crisis la causa de los recortes, sino los recortes impuestos por Washington y Berlín los que agudizan la crisis» ¿Por qué impone el FMI la reforma laboral? La respuesta está en la carta que, con desvergonzada injerencia, remitió el embajador de EEUU en España al gobierno exigiendo una reforma laboral agresiva bajo la amenaza de retirar las inversiones norteamericanas en nuestro país en caso contrario. Sus multinacionales –desde Ford hasta General Motors, pasando por Alcoa, Du Pont,…– son las más interesadas en rebajar salarios a los trabajadores españoles, puesto que al fabricar mayoritariamente para los mercados exteriores aumentan automáticamente sus ganancias, sin importarles si el mercado interior se desploma por la falta de consumo. Exigen recortarnos los salarios a nosotros para ganar más ellos.No es que nuestro país no tenga margen para una mayor autonomía –¿cómo no íbamos a tenerla si lo están haciendo desde Islandia hasta Argentina, Ecuador, Bolivia,…?–, sino que la avaricia y la mezquindad de la oligarquía financiera española nos condena a una sumisión sin límites con tal de que sus bancos puedan multiplicar los beneficios y mantener su privilegios. Secundada por una clase política infame, dispuesta siempre a plegarse a las exigencias y mandatos del exterior, e incapaz de levantar cualquier proyecto autónomoAl aceptar Rajoy que los recortes van a generar más paro y más recesión ha puesto de manifiesto la verdadera ecuación que permite entender lo que está pasando: no es la crisis la que provoca los recortes, sino que son los recortes impuestos por Washington y Berlín, su saqueo sin límites, los que agudizan la crisis y nos condenan al paro y el empobrecimiento a la mayoría.

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