España vuelve a situarse entre los paí­ses de la conexión a internet es más cara

De aquí­ salen los beneficios de Telefónica

¿Cómo es posible que, en pleno avance de la crisis, Telefónica presentará en el primer trimestre de 2008 unos beneficios un 10% superiores a los del mismo periodo del año anterior? Una parte de la respuesta nos la proporciona el último informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo en Europa (OCDE), que vuelve a situar a España entre los paí­ses donde la conexión a internet por banda ancha es más cara, pero donde, paradójicamente, la velocidad que se ofrece a los usuarios es más lenta. Es decir, los monopolios de las telecomunicaciones en España nos cobran más y nos ofrecen menos. Así­ cualquiera presenta beneficios

Sea cual sea el estudio que se ublique, nacional, comunitario o mundial, la conclusión es la misma: el precio de la banda ancha en España es caro, superior al de otros países del entorno. Ahora ha sido la OCDE quien ha evidenciado el expolio, a través de unos precios abusivos, a que nos someten los grandes monopolios de las telecomunicaciones. Hace un año, la OCDE publicó otro informe con idénticas conclusiones, provocando un sonoro enfrentamiento con el gobierno de Zapatero. La OCDE, en un momento donde el gigante presidido por Cesar Alierta amenazaba con desbancar como primer operador continental de telecomunicaciones a otros monopolios europeos, utilizó los altos precios en España para imponer una multimillonaria multa a Telefónica. Y Zapatero utilizó todas sus armas para defender los intereses de Telefónica y salvaguardar su expansión en Europa. Pero esta disputa intermonopolista no debe distraer la atención sobre lo esencial, lo que realmente nos preocupa a los ciudadanos o pymes que hacemos uso de internet. Y en el informe de la OCDE de 2008 han vuelto a aparecer los abusivos precios que, haciendo uso de una posición de monopolio incluso más férrea que en otros países, impone Telefónica en España. El precio medio por suscripción mensual es el sexto más caro de los 30 países de la OCDE, medido en dólares ajustados por la paridad del poder adquisitivo y tras hacer la media con 24 ofertas. El mismo puesto ocupa el mercado nacional si se estudia el precio por mega. La situación empeora cuando se mira la tarifa más baja que se da a los usuarios, una variable que condiciona la entrada de nuevos clientes a la banda ancha, puesto que el precio se convierte a veces en una barrera. En este caso, la tarifa española es la cuarta más cara de la OCDE, en dura rivalidad con México. ¿Acaso es que en España se ofrece un servicio mejor? Nada de eso. A pesar de ser más caro, es incluso peor que el resto. Si se estudian las velocidades que se dan a los usuarios, Telefónica está entre los ocho monopolios que menos capacidad ofrecen. Estos precios excesivos reportan suculentos beneficios a Telefónica, pero suponen un freno al desarrollo de la sociedad de la información, uno de los pilares de la modernización, en España. La penetración del ADSL y el cable en España estaba en el 20,8% cuando se tomaron los datos para el informe -diciembre de 2008-, lo que la sitúa en entre los más bajos, en el vigésimo lugar de los treinta países encuestados. Telefónica disfruta de sus beneficios, mientras el país y los ciudadanos padecemos su monopolio.

Deja una respuesta