SELECCIÓN DE PRENSA NACIONAL

Cumbre exitosa con Alemania

La reunión que mantuvieron ayer Merkel y Rajoy en Berlín fue la más exitosa de las siete que han celebrado hasta ahora los dos jefes de Gobierno. En su afán por agradar, la canciller alemana accedió incluso a suscribir las peticiones de Rajoy de políticas de crecimiento, cuando hasta hacía solamente unos días tanto ella como varios de sus ministros las desoían reiteradamente. «El presidente Rajoy ha dicho que Alemania puede permitirse una contribución al impulso de crecimiento económico para Europa y yo estoy de acuerdo al 100% con eso», dijo la canciller. «Internamente tenemos quien nos critica porque no ahorramos suficiente, pero, como Gobierno, hemos decidido ahorrar, sí, pero al mismo tiempo permitirnos cierto impulso de crecimiento en Europa, teniendo en cuenta que una buena demanda interna en Alemania también es buena para las exportaciones en España, Grecia, Portugal y otros países», aseguró, desdiciéndose de declaraciones suyas anteriores, en un cambio considerado como un logro diplomático para España. La canciller alemana también se implicó en futuras políticas de lucha contra el paro que se llevarán a cabo desde Bruselas y a través de un refuerzo de la red Eures. Se declaró «entristecida» por los datos de paro juvenil en España y anunció medidas que aparecerán en el presupuesto plurianual de la UE para el periodo 2014-2020, sin dar más detalles. También se comprometió a ayudar a España a mejorar su sistema de formación profesional y a facilitar que jóvenes españoles hagan prácticas en empresas alemanas, dentro de la convicción personal que ya ha declarado en otras ocasiones sobre que el próximo paso de integración europea será lograr el mercado laboral común. Por lo demás, la canciller alemana expresó su «gran respeto» y «admiración» por las reformas emprendidas por el Gobierno de Rajoy y llamó a los españoles a tener paciencia, recordando que «Alemania sabe por experiencia que lleva un tiempo que las reformas comiencen a mostrar sus frutos más visibles». Sólo nos falta por saber qué contrapartida ha ofrecido España a cambio de un nivel de apoyo que no se había visto en Berlín desde la llegada de Rajoy a La Moncloa y que bien pudiera estar relacionada con la política de energías renovables de Merkel y con la negociación para los presupuestos europeos, que la canciller quiere dejar cerrados en la cumbre de la UE del 7 y 8 de febrero. El saldo de la relación entre España y Alemania durante los últimos seis meses es enormemente positivo. Rajoy se encargó de recordar ayer en Berlín que las exportaciones españolas a Alemania han aumentado un 7% y que también está aumentando el número de turistas alemanes que visitan España. Adoptó incluso un tono publicitario, proclamando que «todos los alemanes son bienvenidos y les pedimos que sigan viniendo a nuestro país, que sin duda tiene mucho que ofrecer para las merecidas vacaciones de cualquiera» (…)

Lo cierto es que la respuesta de Rajoy no satisfizo ni a los periodistas españoles, enfrascados en el galimatías del todo y la parte, ni a los alemanes, que interrogaron a la canciller Merkel sobre la credibilidad de la que goza actualmente el Gobierno español como interlocutor y socio, en medio del sonado escándalo de corrupción. Precisamente en la respuesta de Merkel encontró Rajoy un apoyo que superaba con generosidad las exigencias protocolarias. «Tenemos una relación de plena confianza. Tengo la impresión de que todo el Gobierno español está trabajando para reducir el desempleo, para llevar a cabo reformas estructurales efectivas, para devolver la fortaleza a España», afirmó, insistiendo en que «lo que está haciendo el presidente Rajoy en España es muy importante». Allí donde hubiese bastado un «no voy a entrar en asuntos internos españoles», como había venido reiterando su portavoz Stefen Seibert los últimos días, Merkel se extendió en su declaración de apoyo explícito. «El presidente ha explicado las muestras de que las reformas comienzan a ser eficaces y estoy convencida de que Mariano Rajoy, como presidente, será capaz de solucionar esos problemas», dijo, en respuesta a las preguntas sobre los presuntos sobresueldos. Quizá consciente de que más inestabilidad política en España contribuirá irremediablemente a revertir las primeros resultados obtenidos con tanto sacrificio, y que se manifiestan en la balanza comercial y en el mercado secundario de la deuda, Merkel puso como guinda a la tarta del respaldo la siguiente frase: «Le apoyaremos con todas las fuerza que tengamos».Ante esa contundencia con la que la canciller apuntalaba la autoridad del presidente español, que excedía las necesidades del guión, los medios alemanes reaccionaron de inmediato. Bild Zeitung, el diario más leído de Alemania, titulaba rápidamente en su página web «Merkel refuerza la espalda de Rajoy en medio del escándalo de corrupción», mientras el Frankfurter Allgemeiene optaba por «Merkel toma bajo su protección a Rajoy» y el servicio exterior estatal de noticias, Deutsche Welle, lanzaba al mundo el mensaje: «Merkel da un voto de confianza a un Rajoy lleno de problemas».

El presidente español, por su parte, subrayó también la idea de la estabilidad de su gabinete de cara a los mercados, afirmando que «hoy el PP es un Gobierno estable, tiene una mayoría, tiene un objetivo, ha marcado un rumbo, está haciendo una política basada en las reformas y lo hace desde la convicción total y absoluta de que va a conseguir que España salga de la crisis», sin precisar esta vez si el absoluto contempla excepciones.

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