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#CulturaEsRiqueza

Las pasadas elecciones la Cultura fue la gran olvidada, apareciendo tan solo como algo anecdótico y de forma puntual, como un añadido que permitiera ganar votos. En definitiva, y como dijimos entonces «como si se tratara de un asunto colateral que no tuviera que ver con el desarrollo económico, la creación de empleo, los derechos sociales, el modelo educativo o la salud democrática».

Hace cuatro meses, Foros21 participó en la publicación del manifiesto #CulturaEsRiqueza junto a 200 profesionales del mundo de la Cultura, entre los que se encontraban los pintores Antonio López y Antonio Zarco, los escritores Juan Goytisolo y Patricio Pron, los directores Salvador Távora, Jordi Grau y Jorge Eines, el cantaor Juan Peña ‘El Lebrijano’, los actores Manuel Galiana, el fallecido Paco Algora, Héctor Alterio y José Antonio Lobato, el teólogo Benjamín Forcano, la escritora Antonina Rodrigo, la investigadora literaria Ioana Zlotescu, el poeta Salvador Jofré…

En él se podía leer que “la riqueza de un país se mide de forma significativa por su capacidad cultural. Es ésta la que permite a un país su desarrollo más cualitativo, y la que puede posibilitar que el progreso económico vaya unido al avance social”.

Y se proponía “lograr que los diferentes sectores de la cultura y sus profesionales recobren el lugar, el papel social que les corresponde, y que sistemáticamente se les ha negado estos años en todos los sentidos”.

Ahora se convocan nuevas elecciones para el 26 de junio y las perspectivas no son mejores. Estamos seguros de que tendremos que volver a poner una pica en Flandes para que la Cultura se abra paso en el debate electoral como mínimo. Ni que decir tiene que lo más importante es la concepción misma de la Cultura como un elemento estructural de la vida de nuestro país, también de nuestra economía.

«La riqueza de un país se mide por su capacidad cultural»

Por eso queremos retomar desde este momento el debate que en aquella ocasión iniciamos respaldando el programa cultural propuesto por la candidatura de Recortes Cero – Los Verdes que, mientras cerramos la presente edición, acaba de anunciar que se presentará de nuevo a las elecciones, y que lo hará por las 52 circunscripciones. Un debate que ha de girar en torno a cuáles son las medidas que hay que aplicar en el ámbito de la Cultura.

Llamamos a todo los lectores, profesionales y colectivos, a participar de él enviando sus aportaciones y sugerencias a comunicacion@recortescero.es

1. Revertir los recortes. Recuperar la inversión pública perdida y los empleos destruidos.

Los presupuestos públicos se han recortado desde 2009 en torno al 70%, y se ha destruido el 30% del empleo del sector (unos 160.000 puestos de trabajo). Desde 2011 España ha sido el país europeo con mayores recortes en el sector cultural.

2. Desarrollar una potente industria cultural a través de la redistribución de la riqueza y de una nueva legislación.

España cuenta con un inmenso patrimonio histórico, cultural, idiomático y artístico, que tanto en sudiversidad plurinacional, como en sus profundos lazos con Iberoamérica, conforman un universo cultural de un potencial incalculable. La industria cultural puede ser uno de los motores de la economía nacional.

«Que los profesionales recobren el lugar que les corresponde»

Reducción inmediata del IVA cultural a los niveles anteriores a la crisis. Fiscalidad específica para las Pymes y Autónomos del sector cultural. Ley de inversión pública para la cultura, en la que la inversión quede protegida y regulada de acuerdo a un porcentaje proporcional al crecimiento del PIB. Reforma fiscal, para que las grandes empresas y monopolios del sector cultural, paguen hasta el 50% del impuesto de sociedades.

3. Proteger y gestionar el patrimonio histórico, en su diversidad plurinacional, como una fuente de riqueza.

España es el segundo país del mundo en bienes reconocidos por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad. Esta riqueza histórica, además del patrimonio inmaterial, debe ser un activo del desarrollo económico, cultural y social, tanto hacia dentro como hacia fuera del país.

Creación de una Agencia Especial de Patrimonio, que permita gestionar en estrecha colaboración con todas las administraciones la riqueza monumental, la red de museos, los fondos artísticos, etc. Creación de la Red de Institutos Cervantes, como institución internacional coordinada para la difusión de todas las lenguas hispánicas y de la cultura española en toda su diversidad disciplinar y territorial. Creación de una Oficina de Turismo Cultural que coordine las empresas turísticas y culturales generando riqueza económica, cultural y social.

4. Defender la soberanía y la pluralidad cultural del país.

Las políticas de la Troika no solo han impuesto recortes económicos, sino que han multiplicado la intervención de las grandes corporaciones extranjeras en la producción y distribución de los bienes culturales. El desarrollo de la cultura es en primer lugar un problema de soberanía.

Reforma de la legislación vigente sobre producción y distribución cultural, en todo aquello que favorece a las grandes distribuidoras y perjudica la producción nacional. Denuncia y rechazo expreso del TTIP en materia cultural. Derogación de la actual Ley de Comunicación Audiovisual. Elaboración de una Ley General de Comunicación, que evite la monopolización de la información, garantice la pluralidad de los medios y el derecho de los ciudadanos a una información contrastada.

5. Desarrollar un tejido cultural de amplia participación social.

Los ciudadanos no pueden ser solo un receptor pasivo de cultura, tienen que disponer de los medios para participar directamente en la realización cultural, al servicio de las necesidades sociales y personales de su entorno cercano. Esto significa crear los mecanismos presupuestarios y legislativos para que se desarrolle por todo el país un tejido cultural de carácter popular, que desarrolle una cultura de base.

Reforma de la legislación sobre asociacionismo cultural, que potencie y dé cobertura a las iniciativas culturales de este tipo (ateneos, grupos de teatro, de música, coros, colectivos literarios, de artes plásticas, etc., etc.).

6. Garantizar el pleno acceso de la población a los bienes culturales.

La cultura es un derecho que debe estar democráticamente al alcance de toda la población. Hay que eliminar todas las barreras que la convierten, especialmente para los sectores más empobrecidos o en riesgo de exclusión social, en un bien de restringido acceso.

Plan de actuación en zonas urbanas o rurales “en riesgo de exclusión cultural”, que bien por los efectos de los recortes o por un abandono continuado, necesiten una atención especial de activación cultural. Acceso libre a todas las instituciones museísticas y monumentales de titularidad pública. Promoción de Sociedades de Amigos de auditorios, teatros, academias profesionales, etc., que permitan la participación democrática en la gestión cultural.

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