El momento actual no tiene precedentes como oportunidad para Estados Unidos a fin de que abandone una política que ha impedido que diez de sus predecesores logren un impacto positivo en las relaciones EEUU-Cuba.
ENCASA hace un llamado al nuevo residente de Estados Unidos a que tome la histórica medida de cambiar el rumbo de un camino ineficaz, contraproducente y dañino por otro más coherente con los intereses de Estados Unidos y del pueblo cubano en ambos lados del Estrecho de la Florida.El momento actual no tiene precedentes como oportunidad para Estados Unidos a fin de que abandone una política que ha impedido que diez de sus predecesores logren un impacto positivo en las relaciones EEUU-Cuba.La comunidad cubano-americana ya no es monolítica (si es que lo fue alguna vez) en su apoyo al constante aislamiento de Cuba. Las encuestas de opinión y los retos electorales locales en Miami indican que la generación más joven de cubano-americanos y los llegados más recientemente tienen actitudes más matizadas hacia la política norteamericana que el número cada vez más reducido de los miembros de la vieja guardia.Las medidas extremas adoptadas en 2004 por el gobierno de EEUU que limitaban grandemente las visitas de cubano-americanos a su seres queridos en la isla, estrecharon la definición de familia y restringieron las remesas, solo sirvieron para hacer que más cubano-americanos se opusieran a una política que daña a la familia cubana. Muchos de ellos se atrevieron por primera vez a oponerse a la continua imposición de la voluntad política de una minoría atrincherada dentro de la comunidad.ENCASA/EEUU-CUBA es una red nacional de más de 400 estudiosos, artistas, escritores, académicos y profesionales afiliados a universidades en más de 150 ciudades de 37 estados, el distrito de Columbia y Puerto Rico.El grupo llamado Red de Emergencia de Académicos y Artistas Cubano Americanos para el Cambio en la Política EEUU-Cuba (ENCASA, es su sigla en inglés) está formado fundamentalmente por académicos que condenan al gobierno cubano por abusos de derechos humanos, y que estudian a Cuba y a la comunidad exiliada, pero que al mismo tiempo se oponen a la actual política norteamericana hacia la isla, la cual han calificado como »un fracaso moral y político».La organización no gubernamental Washington Office on Latin America (WOLA), formula: «la comunidad de inmigrantes cubanos de Estados Unidos está cambiando y la prueba está en que hace dos décadas era impensable que apoyasen la revisión del bloqueo a Cuba»Entusiasmados con la llegada de Barack Obama a la presidencia y la posibilidad de discutir la política de EE UU respecto de la isla, esta ONG prepara el «Día de consulta sobre Cuba», una actividad que lleva más de una década incitando a intercambiar opiniones en el Congreso sobre la conflictiva relación entre EE UU y el país que lidera Raúl Castro.El proceso de transformación que ha vivido la influyente comunidad cubana de EE UU -compuesta por 1.200.000 personas-, históricamente contraria a mejorar el vínculo con la isla. «Los inmigrantes que llegaron en la década de 1960 querían una Cuba sin Fidel y, por ello, porque vivían como exiliados políticos, no aceptaban ninguna concesión del Gobierno estadounidenseEsta organización de incidencia política (comprometida con la defensa de los derechos humanos en América Latina) propicia la normalización del vínculo diplomático como paso previo para dialogar sobre la necesidad de establecer una democracia en la isla. «Con un bloqueo no se puede hablar de derechos humanos. La severidad de las sanciones a Cuba no ha conseguido ningún resultado democrático».»EE UU tiene relaciones normales con otros países que no respetan los derechos humanos. Ello no significa que acepte todo, pero, al menos, es posible dialogar sobre las diferencias. No hay nada peor que el punto en el que estamos, donde ni siquiera podemos discutir productivamente con Cuba».