España irrumpe en la campaña norteamericana

Cuando el ladrón acusa a la ví­ctima

Estamos en el mundo al revés. El ladrón señala a la ví­ctima del robo, acusándole de haberse quedado con demasiado dinero. Algo parecido ha ocurrido en el primer debate de las presidenciales norteamericanas. El candidato republicano, Mitt Romney, ha utilizado a España como ejemplo de un paí­s que «gasta demasiado». ¿Gastamos demasiado o el FMI nos impone sangrantes recortes, mientras los bancos norteamericanos se lucran con los usureros intereses de la deuda?

De repente, España entró en las presidenciales norteamericanas. En el primer cara a cara entre los dos candidatos, Mitt Romney se despachó afirmando que “España gasta el 42% de sus impuestos en el estado. Nosotros nos gastamos también el 42%. No quiero seguir el camino de España”. «Por eso el FMI se ha ofrecido a “ayudar” a España. Eso sí, “controlando” eso sí nuestro “programa de ajustes”»

No es extraño que Romney considere que en España “gastamos demasiado” en sanidad o educación. Recientemente, una cámara oculta le ha “pillado” despreciando al 47% de los electores norteamericanos por ser “dependientes de las ayudas del gobierno”, echándoles en cara que “creen tener derecho a la atención médica, la comida, la vivienda o lo que sea”.

Si a Romney las ridículas ayudas sociales vigentes en EEUU le parecen excesivas, imagínense qué pensará de la sanidad o la educación públicas imperantes en España.

Romney quiere recudir a menos de cero los gastos sociales en EEUU porque pretende incrementar el dinero destinado al Pentágono. Eso mismo, multiplicado, es lo que pretende aplicar en España.

Nosotros debemos reducir nuestros salarios, nuestra sanidad, nuestra educación… para incrementar la cuota de tributos que pagamos para mantener la exorbitante maquinaria militar del imperio.

Este es el corazón de todos los programas de recortes. Para mantener su posición hegemónica, Washington necesita aumentar el grado de saqueo sobre los países dependientes como el nuestro.

Por eso el FMI se ha ofrecido a “ayudar” a España. Eso sí, “controlando” eso sí nuestro “programa de ajustes”.

Algo en lo que no difieren los dos candidatos norteamericanos. Recordemos que todos los recortes en España se iniciaron tras la famosa llamada de Obama a Zapatero.

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